Gloria Leticia Díaz / Apro
Amnistía Internacional (AI) y Reporteros Sin Frontera (RSF) exigieron al Gobierno del Distrito Federal (GDF) la liberación de periodistas y de personas inocentes que fueron encarceladas el pasado sábado 1, durante los disturbios ocurridos en San Lázaro y en el Centro Histórico.
En comunicados por separado, Amnistía aseguró que “varias de las 67 personas procesadas que sigue en detención no estaban involucradas en los hechos de violencia cuando fueron detenidas por policías del Distrito Federal”.
Además, resaltó que existen “profundas dudas acerca de la evidencia presentada en contra de ellos y ellas”.
Luego de exigir a las autoridades capitalinas que se respete la integridad personal de los detenidos, Amnistía hizo un llamado al Ministerio Público y al Poder Judicial para que cumplan su deber y se aseguren de que los detenidos enfrenten “procesos justos, derecho a la asistencia letrada, el acceso a sus familias, a recibir atención médica y a la presunción de inocencia”.
La organización exhortó a las autoridades capitalinas a esclarecer las denuncias por abusos policiacos y uso excesivo de la fuerza contra manifestantes, periodistas y transeúntes durante los disturbios, y que “sean investigadas de forma pronta, imparcial y exhaustiva y den a conocer los resultados de la indagación”.
En tanto, Reporteros Sin Fronteras (RSF) exigió la liberación de dos fotógrafos independientes que se encuentran recluidos en el Reclusorio Norte, y condenó las agresiones de policías y manifestantes contra otros periodistas.
Los fotógrafos encarcelados son Mircea Topoleanu, de 32 años y nacionalidad rumana, y Brandon Daniel Bazán, colaborador de la revista CaféMX, detalló RSF.
La organización con sede en París, Francia, informó que en el caso del rumano, su hermana Ana Topoleanu, quien también vive en México, notificó que el pasado lunes 3, Brandon fue trasladado al penal ubicado al norte de la ciudad y denunció que hasta ahora no se le ha permitido tener un abogado particular.
Sobre el mexicano, RFS señaló que está acusado del delito de “alteración de la paz pública”, señalamiento grave que le impide seguir su proceso en libertad bajo fianza.
Durante la jornada de enfrentamientos entre manifestantes y policías, que inició a las cinco de la mañana del sábado 1, Reporteros Sin Fronteras recabó información que señala que al menos 11 periodistas y fotógrafos de distintos medios sufrieron lesiones en la cobertura informativa.
En la lista de agredidos están: Quetzalli González, fotógrafa de Excélsior, herida por la esquirla de una lata de gas lacrimógeno lanzada por efectivos de la Policía Federal; Ana Cecilia Méndez, Alejandro González y Martín Salas, tres fotógrafos de Milenio que sufrieron golpes, en tanto que al fotógrafo de la agencia Reuters, Bernardo Montoya, algunos de los manifestantes le quitaron su motocicleta, que luego fue incendiada en la vía pública.
Por agresiones atribuidas a policías, RSF recibió las quejas de los periodistas Christopher Rogel, de El Universal; Óscar Balderas, de ADN Político; Paris Martínez, de Animal Político; Alejandro Pacheco, colaborador de radios comunitarias; Pedro Anza, de la agencia Cuarto Oscuro, y Osvaldo Muller, de Efekto TV.
Además, le llegó un reporte de daños a los edificios de los diarios Excélsior y El Universal, y puertas destrozadas en el acceso de Efekto TV.
En su comunicado, RSF insistió en la liberación de los periodistas presos y condenó los actos de violencia contra el gremio periodístico “cualesquiera que sean los autores”. Además, advirtió que “el desarrollo de la jornada del 1 de diciembre también podría constituir una advertencia para el nuevo gobierno federal, que apenas entra en funciones y ya provoca controversia”.
Tras estos hechos, y solo unas horas de que Enrique Peña Nieto asumiera el poder, RFS concluyó con una pregunta: “¿Qué garantías de respeto de las libertades fundamentales se ofrecerán en los próximos seis años, en un país deprimido por un balance tan trágico en lo relativo a los derechos humanos?”.
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