Exige #YoSoy132 en ALDF liberación de los 14 detenidos

Santiago Igartúa / Apro

Encabezados por el Frente de Familiares Unidos por los Presos del 1 de Diciembre, integrantes del movimiento #YoSoy132 y de otras organizaciones civiles y sindicales como la CNTE volvieron a las calles para exigir la “liberación inmediata” de los 14 detenidos en el marco de la toma de protesta de Enrique Peña Nieto.

Desde el Monumento a la Revolución, donde se reunieron a las cinco de la tarde, fueron cientos los que juntaron su voz y sus pasos rumbo a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), donde el día de mañana se votará la derogación del artículo 362, que comprende el delito de ataques a la paz pública, que supondría la liberación de los que llaman “presos políticos”.

Equiparable con cargos de terrorismo, el artículo por el que están consignados trece hombres en el Reclusorio Norte y una mujer en Santa Martha Acatitla, marca:

“Se le impondrán de cinco a treinta años de prisión y suspensión de derechos políticos hasta por diez años, al que mediante la utilización de sustancias tóxicas, por incendio, inundación o violencia extrema, realice actos en contra de las personas, las cosas o servicios públicos, que perturben la paz pública”.

Según los manifestantes, ese artículo debe ser derogado por ser contradictorio al principio de protección de los derechos humanos y permitir la criminalización de la protesta social.

Con el apoyo de un camión con megáfonos del Movimiento Proletario Independiente (MPI), los indignados demandaron a Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno capitalino, no ser “cómplice de este golpe fascista. Queremos que se reviertan las órdenes de aprensión que arbitrariamente el Gobierno del Distrito Federal (GDF) quiso ejercer. No tienen una sola prueba de que los que están presos hayan sido los culpables (de los desmanes el primer día de diciembre). Qué busquen a los que sí lo hicieron y que atrapen a los verdaderos culpables”, demandaron los familiares.

Entre gritos de “asesinos”, “golpeadores”, “Peña y Mancera, la misma chingadera”, el contingente llegó a las puertas de la ALDF a las seis de la tarde, sólo para ser informados que, a esa hora, ya habían terminado labores y se habían marchado los legisladores.

Con fotografías de los presos como estandartes, los manifestantes movieron la protesta a las instalaciones del GDF prometiendo regresar mañana, a las diez horas, para ejercer presión durante la votación sobre la derogación del 362.

Un joven con la palabra libertad dibujada en los brazos, se alejó exclamando: “No soy revoltosos ni soy delincuente. Mucho menos acarreado. Sólo soy un estudiante que tiene derecho a expresar su descontento con la realidad en que vivimos. No creo tener que ir a la cárcel por eso”.

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