Después de una larga y violenta disputa por el control del PRI en el Distrito Federal, ese instituto político ya tiene un nuevo líder para el periodo 2012-2016.
Se trata nada menos que de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, líder de los pepenadores e hijo de Guillermina de la Torre, mejor conocida como la zarina de la basura, quien por fin verá cristalizado un viejo sueño personal: dirigir al PRI en el DF.
Sin embargo, la trayectoria política de Gutiérrez de la Torre está salpicada de incidentes de todo tipo. De hecho, se caracteriza por valerse de métodos violentos y de argucias legales para lograr sus objetivos, ya sea para lograr un escaño en el Congreso o para hacerse del control del partido en el Distrito Federal.
En 2003, él y sus simpatizantes irrumpieron en un auditorio de la FTSE y aventaron sillas a consejeros que apoyaban a María de los Ángeles Moreno, vinculada al grupo de Beatriz Paredes.
En 2005, cuando debía renovarse la dirigencia del PRI-DF, envió grupos de jóvenes enardecidos a las instalaciones de su partido donde realizaron pintas y lanzaron piedras a las oficinas de la FSTSE, donde sesionaba el Consejo. Lo mismo ocurrió en 2008 en la sede capitalina y un año más tarde, en el PRI nacional, volaron macetas.
Para llegar a la diputación federal de la Legislatura pasada usó a una mujer para evadir la representatividad de género y luego de que ésta asumió, la despojó de la curul para acomodarse en San Lázaro.
En la Asamblea Legislativa colocó a uno de sus amigos más cercanos: Christian Vargas, mejor conocido como el dipuhooligan, quien rompió una puerta de cristal para entrar a su primer día de actividades debido a que los guardias no lo dejaban pasar porque no portaba su identificación.
El 18 de noviembre de 2011 Rosario Guerra denunció penalmente al dipuhooligan por un enfrentamiento por el registro de planillas locales. La entonces diputada priista resultó con lesiones en el cuello y la pierna derecha, cuando se desató una gresca durante el registro de planillas para renovar a los 280 integrantes del Consejo.
El hijo de Guillermina de la Torre, famosa líder de los pepenadores, no logró llegar al Senado en los recientes comicios federales. Ocupó el lugar 16 de la lista de plurinominales.
Finalmente, el domingo pasado, luego de cuatro años sin renovar la dirigencia logró su objetivo y será el líder del PRI en el DF para el periodo 2012-2016.
La jornada electiva se llevó a cabo el domingo pasado sin incidentes pero con una baja participación: votaron poco más de la mitad de los consejeros, mil 658 de tres mil 247.
Gutiérrez de la Torre y Laura Arellano, quinen será la secretaria general, obtuvieron mil 419 votos de los mil 678 votos efectivos pero gracias a que las fórmulas de Juan Carlos Vázquez y Martha Ildefonso, y la de Alfredo Ruiz y María del Rosario Imazú declinaron a su favor.
La fórmula encabezada por Enrique Álvarez Raya y Gloria Sotelo obtuvo 159, mientras que la de Rosa Elena Garfias y Guillermo Corona, sólo tuvo ocho.
Desde 2008, el Revolucionario Institucional no tenía presidente debido a que los procesos que realizaban eran impugnados o no los validaban debido a confrontaciones.
El 14 de agosto pasado el Tribunal Electoral del Distrito Federal (TEDF) canceló la elección debido a que los tres mil 256 consejeros políticos que participarían en el proceso concluyeron su encargo en octubre de 2010.
En ese entonces se habían registrado seis fórmulas, aunque la encabezada por Tonatiuh González Case declinó a favor de la de Gutiérrez de la Torre.
Las otras estaban encabezadas por Rosario Guerra Díaz, Manuel Márquez González, Luis Roberto Serrano González y Juan Carlos Vázquez López.
Sin embargo, la disputa por la dirigencia siempre se había centrado sólo en dos de los aspirantes, el primero Gutiérrez de la Torre, quien había prometido romper “la cofradía”, construida a lo largo de los últimos años por las exdirigentes del PRI-DF, María de los Ángeles Moreno y del nacional, Beatriz Paredes.
El otro era Juan Carlos Vázquez, cercano a Moreno, quien siempre acusó “dados cargados” en la elección y vaticinó un conflicto de grandes dimensiones si la dirigencia nacional, entonces encabezada por Humberto Moreira, no intercedía para evitar la crisis en el PRI local.
En medio de esas disputas, Moreira nombró a Jesús Murillo Karam, actual procurador General de la República, como delegado especial para el Distrito Federal, mientras se llevaba a cabo la renovación del Consejo Político del PRI capitalino.
Junto al exgobernador hidalguense fue nombrado Gustavo Cárdenas Monroy, pero no lograron arrebatarle el poder a Gutiérrez de la Torre.
Cinco meses después, el domingo pasado, se llevó a cabo la elección y quien había sido acérrimo rival del líder de los pepenadores, Juan Carlos Vázquez, declinó a favor de éste todo en aras, según dijo, de demostrar la unidad del PRI capitalino.
“Vemos que el proceso interno del partido debe ser visto como una oportunidad para construir acuerdos entre las diversas voces de nuestro instituto político, más que como una lucha encarnizada que se ha venido generando desde hace algunos años”, declaró Vázquez después de anunciar su declinación.
En el mismo sentido se pronunció Gutiérrez de la Torre quien consideró el hecho como una muestra de unidad que fortalece al partido sobre los intereses particulares y apuesta a la unidad política.
“La política también es para llegar a acuerdos, aquellos que han declinado a mi favor lo hacen en aras de una suma y unidad del partido, no se puede menospreciar a nadie, y nosotros después de esto inauguraremos una nueva etapa del PRI en el DF”, dijo el líder de los pepenadores.
La Comisión de Procesos Internos del DF emitirá este martes 18 la declaratoria de validez de la elección y le entregará la constancia de mayoría. El 20 de diciembre los candidatos ganadores rendirán la protesta estatutaria.
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