Arturo Rodríguez García / Proceso
El sacerdote Alejandro Solalinde sugirió hoy al presidente Enrique Peña Nieto aceptar la disidencia y evitar la represión.
Al recibir de manos del presidente el Premio Nacional de Derechos Humanos, el sacerdote evitó hacer mención específica de las detenciones arbitrarias ocurridas el pasado primero de diciembre, pero se refirió a la protesta social y la apertura en general que debe prevalecer en los gobiernos.
En su mensaje, el mandatario se refirió al Pacto por México, en el cual, sostuvo, se priorizan los temas de derechos humanos.
Abundó en que su compromiso en el tema se expresa en el desistimiento de la controversia constitucional por la Ley de Víctimas, así como por el trabajo para formular el tipo penal de desaparición forzada, entre otros.
Durante su discurso, Peña Nieto se refirió ampliamente a la trayectoria de Solalinde, por su trabajo con los migrantes y le ofreció la colaboración de su gobierno en sus programas.
En el acto estuvieron presentes el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raul Plasencia Villanueva; el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong; los integrantes del consejo de la CNDH y los ombudsman de las entidades federativas.
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