Rolando Ramos / El Economista
El pleno de la Cámara de Diputados someterá mañana a discusión, para su eventual aprobación, la minuta de reformas a la Ley Federal del Trabajo, que devolvería al Senado de la República tras modificar los artículos 371 y 388 bis, relacionados con democracia, transparencia y rendición de cuentas sindical, así como con consultar a los trabajadores antes de firmar el Contrato Colectivo de Trabajo.
“Confío en que el esfuerzo de diálogo político nos lleve a construir un dictamen que pudiera ser sujeto de discusión y posible aprobación esta misma semana”, afirmó Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Desde la perspectiva del coordinador del grupo parlamentario del PRI en San Lázaro, entre sus correligionarios priva el ánimo de “darle a México una reforma laboral que le permita recuperar el crecimiento que perdió en los últimos 12 años y salir de la mediocridad”.
Los priístas buscan -amplió- lograr una buena negociación, alejada de posiciones radicales e inconvenientes para el país.
“Lo que buscamos es que esta ley no riña con los derechos constitucionales y con la convencionalidad. Estamos dispuestos a buscar una nueva redacción (de los artículos 371 y 388 bis) que nos acerque a una conclusión”.
Y es que el tema relacionado con la estabilidad laboral -completó- es uno de los preceptos que su bancada quiere asegurar en la reforma laboral “porque, de no ser así, todo lo bueno se echa a perder’’.
En tanto, Luis Alberto Villarreal García, coordinador de la diputación federal del PAN, refrendó la disposición de su partido a la búsqueda de acuerdos en la materia, con el fin de que “esta semana tengamos una reforma laboral que México tiene 42 años esperando’’.
La posición del PRD, explicó Silvano Aureoles Conejo, su coordinador, consiste simplemente en ratificar los ocho cambios aprobados por los senadores; dijo que no será su bancada la que rompa el bloque que su partido conformó con el PAN en el Senado.
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