José Cárdenas
Ebrard adopta el papel de mediador… argumenta la autonomía de la UACM para evitar una intervención de la fuerza pública.
¿Para qué sirve una institución académica cuyo costo anual es de 856 millones de pesos —con cabida para 18 mil estudiantes y dando empleo para mil 810 profesores y trabajadores— pero que sólo ha logrado titular a 40 estudiantes en 11 años?
La respuesta podría ser muy simple.
La Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) es un elefante blanco… y además carísimo. Sirve para la grilla y el reparto de huesos y prebendas. Fue un invento más del populismo de Andrés Manuel López Obrador para ganar espacios —y votos—.
Según otros, el problema de la UACM expresa la pugna histórica entre quienes pretenden profundizar un modelo educativo popular y quienes aspiran a malograrlo. Es una respuesta humanista al empeño mercantilista de la educación… en la que sólo sobreviven los más aptos. Es una confrontación ideológica entre dos modelos educativos: el de la izquierda —y su genuino compromiso con la sociedad— y el de la tecnocracia —empeñada en desarticular al estudiantado como un factor de movilidad social—.
Durante una década estuvo al frente de la UACM el rector Manuel Pérez Rocha, quien cumplió al pie de la letra la consigna educativa lopezobradorista… y a cambio recibió un suculento presupuesto sin rendir cuentas a nadie.
A la salida de Pérez Rocha llegó la académica Esther Orozco.
En sus primeras declaraciones, Orozco denunció haber encontrado un alumnado "fosilizado", escasez de egresados, deficiente calidad del profesorado. Calificó como "fraude educativo" el sistema abierto y permisivo que operaba en la institución creada por López Obrador, más para fines políticos que académicos. La nueva rectora de inmediato entró en conflicto con los intereses lopezobradoristas.
Los aludidos exigieron la renuncia inmediata de Esther Orozco. La acusaron de dictadora, corrupta, fascista, racista y machista.
La disputa se complicó por la intervención de Panchos Villas y otros grupos del pejismo duro.
Total, la UACM está "parada" desde hace 77 días.
Este domingo las partes en pugna se comprometieron a un diálogo, siempre y cuando la rectora renuncie a cualquier acción legal contra aquellos que tienen tomados los cinco planteles… y contra los golpeadores que el jueves de la semana pasada irrumpieron armados con palos y tubos en las oficinas administrativas.
En pocas palabras, la rectora ha de aceptar la impunidad.
El saliente gobierno de Marcelo Ebrard hace como que hace… pero no hace. Adopta el papel de mediador… argumenta la autonomía de la UACM para evitar una intervención de la fuerza pública. En pocas palabras, patea "el bote"… de aquí al final de su sexenio.
Mientras todo va y viene, los 18 mil estudiantes de la UACM ya perdieron el semestre. –¿En ese afán termina aquella urgencia de Andrés Manuel por crear nuevos espacios universitarios para atender la creciente demanda de los jóvenes egresados del nivel medio superior en la capital del país?
MONJE LOCO: En Coahuila ya hay otros dos enfermos de fiebre "carbonosa". Humberto Moreira y Armando Guadiana se agarraron a pedradas… y hasta las mentadas, tiznan. ¿Habrá que hacerles el antidoping para que el pleito sea parejo?
Comentarios