Arturo Rodríguez García / Apro
Con una apología a la reforma laboral que promulgó, un anuncio sobre la renovación de la flota satelital que en breve se pondrá en órbita y la inauguración de un parque, donde decidió arrojarse por una tirolesa, el presidente Felipe Calderón Hinojosa cubrió hoy lo que parecía ser el último día de actividades públicas como presidente de México.
En la residencia oficial de Los Pinos, Felipe Calderón dio un mensaje al promulgar la reforma laboral aprobada en semanas recientes por el Congreso, sobre la cual hizo una amplia apología y consideró que fortalece los derechos de los trabajadores.
En la apología a la nueva Ley Federal del Trabajo (LFT), Calderón insistió en que con ella se podrán generar en el país más empleos.
Además, agradeció a líderes sindicales y empresariales por su voluntad política, ya que con ello hicieron posible que México pudiera reemplazar una legislación obsoleta por otra moderna.
Inclusive, aprovechó para presumir que durante su gestión se crearon 2 millones 241 mil empleos formales, más de 900 mil de los cuales se generaron en este 2012.
En la extensión de su frenética agenda de actividades públicas que caracteriza el último mes de su gobierno, Calderón encabezó un acto en el que anunció que se renovará la flota satelital del país.
Como ha ocurrido con obras inconclusas, el mandatario que mañana concluirá su gestión realizó el anuncio sin que se haya puesto en órbita nada más que la promesa de que en diciembre se lanzará un satélite, denominado Bicentenario, y el próximo año, otros dos, el Centenario y Morelos III, aunque todos serán lanzados cuando su relevo, el priista Enrique Peña Nieto, ya sea presidente.
Lo anterior ocurrió durante la inauguración del Centro de Monitoreo y Control Satelital Mexicano, donde Calderón encabezó el acto en el que, además, destacó que la modernización de la flota satelital permitió al país que no se perdiera el control de la llamada Banda L, que se utilizará en tareas de seguridad y tendrá disponibilidad comercial.
En ese evento, Felipe Calderón se dijo entusiasmado por estar ahí, posiblemente su último día de actividades públicas, aunque expresó que “todo podía pasar”.
Las actividades de Calderón siguieron con la inauguración del bioparque San Antonio, ubicado en la delegación Álvaro Obregón de la Ciudad de México, donde destacó las posiciones de su gobierno en materia ambiental y aprovechó para aventarse de una tirolesa.
Bromista, mencionó que él no era delegado ni jefe de gobierno capitalino, pero que con mucho gusto les daba ese parque a los habitantes de la demarcación.
Aunque parecía que era el último día de sus actividades, esta noche la Presidencia de la República dio a conocer que mañana Calderón tendrá al menos dos actividades: inaugurará la Segunda Sección del Parque Bicentenario, al norte de la Ciudad de México y, por la noche, ofrecerá una cena en Palacio Nacional con motivo de la transmisión de poderes.
Hasta el cierre de esta edición no había podido confirmarse quiénes asistirán al convite, sin embargo, se sabe que a la medianoche Calderón celebrará el acto protocolario de transmisión de poderes, con la presencia del próximo presidente, Enrique Peña Nieto.
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