Empleado encontró 16 balas en el techo de Cinépolis Ermita

Apro

El caso de Hendrik Cuacuas, quien el pasado viernes 2 de noviembre recibió un disparo cuando disfrutaba la película Ralph el Demoledor en la sala dos de Cinépolis Plaza Ermita, y dos días después perdió la vida en el hospital donde era atendido, se asemeja cada vez más a una historia de ficción.

En dos días, la versión de la bala que lo mató cambió también dos veces. El lunes 12, cuando el caso salió a la luz pública, el titular del Instituto de Ciencias Forenses del Distrito Federal, Felipe Edmundo Takajashi Medina, reveló que la bala que mató a Hendrik fue “de frente y a un metro de distancia”.

Según el funcionario, los resultados de la necropsia practicada al menor indicaron que el proyectil se alojó en el cráneo y que la trayectoria de la bala había sido de adelante hacia atrás.

La Fiscalía de Homicidios de la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) inició la investigación del caso bajo el expediente CUH-7/T3/3642/12-11 por el delito de homicidio por disparo de arma de fuego y el mismo lunes se ordenó el aseguramiento de la sala donde ocurrieron los hechos.

Al día siguiente, el martes, la PGJDF corrigió la versión inicial e informó que, de acuerdo con los estudios de balística realizados por su personal, se determinó que la bala que mató a Hendrik fue “una bala perdida” disparada desde el exterior del cine.

Edmundo Porfirio Garrido, subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, y Anselmo Apodaca, director de Criminalística de Servicios Periciales, explicaron en conferencia de prensa, el martes 13, que la ojiva .9 milímetros que se alojó en la cabeza del menor cuanto veía la película provino de fuera y atravesó el techo de la sala.

Apodaca afirmó que la bala siguió una trayectoria en descenso que atravesó primero 12 centímetros de lámina con fibra de vidrio, luego un espacio de dos metros hasta llegar a un plafón falso y finalmente recorrió seis metros hasta alcanzar la cabeza del niño, quien se encontraba en el asiento 16 fila G de la sala 2.

Añadió que durante la revisión de la sala se encontró otra ojiva .9 milímetros en el techo que no ingresó a la sala y que se analizaba si ésta salió de la misma arma o fue disparada con otra del mismo calibre. En el asiento donde estaba el niño, peritos en química encontraron rastros de sangre.

En un comunicado, la PGJDF detalló que, de acuerdo con la necropsia practicada al menor, el proyectil entró por la región parietal del lado derecho, con trayecto de arriba a abajo, de derecha a izquierda y ligeramente de adelante hacia atrás.

Respecto al lugar por donde entró el proyectil, la PGJDF precisó que tras una inspección ocular en el techo de la sala 2, peritos en criminalística ubicaron un orificio que atraviesa la lámina y el plafón y que correspondía con la ubicación del asiento 16.

Para entonces, la delegación política de Iztapalapa ya había confirmado la clausura total del complejo cinematográfico, debido a que incumplió con 14 observaciones en materia de protección, formuladas el pasado 7 de septiembre.

El mismo martes, entrevistado en Foro TV, el director jurídico de Cinépolis, Pablo Jiménez, reconoció que antes del incidente que ocasionó la muerte de Hendrik Cuacuas, se había registrado otro sin consecuencias mayores en marzo pasado.

“En el mes de marzo de 2012 tuvimos un incidente, también de cierta manera difícil de explicar, que tampoco terminó en una averiguación previa para la que hubiéramos sido requeridos.

“Una persona que recibió una herida en un pie, que no pasó a mayores, a esta persona se le pagaron los gastos médicos, que no fueron más de dos mil 200 pesos, para dimensionar un poco la gravedad del asunto, y hasta ahí quedó”, refirió sin detallar si en aquella ocasión también había sido una bala la causa de la herida.

Según Enrique Cuacuas, padre del menor, el lunes 12 cuando acudió a declarar a la PGJDF, personal del Ministerio Público le dijo que era el cuarto caso en el que usaban armas de fuego al interior de esos cines.

En el marco de las investigaciones, la PGJDF indicó que citaría a declarar a todo el personal que pudiera proporcionar información que ayudara a resolver el caso.

Este miércoles, informó a través de un comunicado que un empleado de mantenimiento del Cinépolis Plaza Ermita, le entregó 16 balas de distintos calibres que recogió en el techo del cine en diferentes fechas.

Abundó que las balas entregadas son distintas a la que mató al menor de 10 años el pasado 4 de noviembre tras dos días de intentos por salvarle la vida, calibre .9 milímetros y precisó que la otra ojiva que encontraron los elementos de la PGJDF en el techo del cine el lunes 12, cuando aseguraron la sala 2 es calibre .38 mm y no .9 milímetros, como dijo en un inicio.

La PGJDF informó que cuando el empleado de Cinépolis rindió su declaración, entregó las ojivas que tenía guardadas en una caja, mismas que recogió del techo del cine en distintas fechas.

Según la declaración del empleado, de quien no se proporcionaron más datos, en la zona es frecuente que cuando pasan las festividades populares se encuentren balas en el techo del cine.

Refirió que de forma común, cada que pasaba un día feriado, le indicaban que había goteras en el techo de alguna de las salas y encontraba ojivas.

Incluso, reveló que el pasado 2 de noviembre, cuando Hendrik Cuacuas se desvaneció en el lugar que ocupaba la sala de cine, el gerente operacional indicó a uno de los empleados que checara el techo de la sala 2 para verificar si había algún desperfecto porque algo le había caído a un niño.

Las balas entregadas por el empleado fueron embaladas para su estudio en el laboratorio de balística de la PGJDF.

Promete Ebrard que el caso no quedará impune

Luego de la polémica que levantó el caso del asesinado de Hendrik Cuacuas en Cinépolis Plaza Ermita, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón afirmó, ya en el ocaso de su administración, que el caso no puede quedar impune y se comprometió a trabajar en coordinación con la industria cinematográfica para evitar que casos como este se vuelvan a repetir.

“Lo que debemos hacer es tomar todas las medidas, reunirnos con la industria en general para que este tipo de cosas no vuelvan a suceder, ese es el tema. Por otro lado, estemos cerca de la familia y que se esclarezca quién es el responsable. Que no haya impunidad”, dijo en entrevista.

En relación con las denuncias vecinales sobre asaltos y desmanes constantes en la zona, Ebrard Casaubón dijo que ya se ordenó un operativo para revisar “a todo mundo”, decomisar armas y encontrar al responsable de la muerte del pequeño de 10 años.

“Lo que necesitamos ahorita, es ubicar exactamente qué ocurrió y llegar al responsable. Se les ordenó que hagan un operativo en toda esa zona. Se va estar revisando a todo el mundo, se van a estar decomisando armas; necesitamos buscar el arma en la zona circunvecina”, detalló.

En efecto, la tarde de este miércoles, medio millar de elementos de la Policía de Investigación, adscritos a la Jefatura General, Dirección General de Investigación, Operativo Cazadores, así como de la Dirección General de Investigación de las fiscalías centrales y desconcentradas, además del personal del Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI), implementaron un operativo en la zona para esclarecer el asesinato de Hendrik Cuacuas.

Los efectivos tienen la encomienda de realizar recorridos pie-tierra casa por casa, en las colonias colindantes a Plaza Ermita, con el fin de entrevistar a los vecinos de la zona. Realizan preguntas específicas para reunir información que pueda ayudar a resolver el homicidio del infante.

Además realizan una búsqueda de personas, armas y vehículos que pudieran estar relacionadas con alguna averiguación previa.

Cinépolis descarta colocar detectores en sus salas

Tras los hechos ocurridos el pasado 2 de noviembre en la sala 2 de Cinépolis Plaza Ermita, el director del corporativo, Alejandro Ramírez, descartó  la colocación de detectores de metales dentro de los complejos porque el incidente en el que Hendrik perdió la vida, dijo, no se generó dentro de la sala del complejo.

El empresario confirmó que durante la revisión en el techo del cine Plaza Ermita se encontraron más balas que no lograron penetrar a la sala.

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