Durante 2010, las autoridades financieras del país recibieron más de 300 mil denuncias por el robo de identidad con intenciones fraudulentas a bancos y otras instituciones.
Carolina Rivero / Milenio
México.- En seis de cada 10 casos de secuestro que se presentan en México, la credencial de elector se convirtió en la mejor forma de ejercer presión y amenaza contra las víctimas, revelan datos del Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la Inseguridad.
De acuerdo con estadísticas del Centro Nacional de Atención Ciudadana de la Policía Federal, anualmente se registran en promedio 50 mil casos de extorsión, en los que los datos de la residencia de los ciudadanos fueron utilizados para la comisión de este delito.
Durante 20 años, el IFE ha emitido por lo menos cuatro diferentes tipos de credencial de elector, en las que el domicilio y la fotografía se han convertido, dentro de un contexto de inseguridad, en un punto vulnerable para el robo de identidad y la extorsión.
Sin mencionar que durante 2010, las autoridades financieras del país recibieron más de 300 mil denuncias por el robo de identidad con intenciones fraudulentas a bancos y otras instituciones, lo que ubicó a México en el octavo lugar a escala mundial en la práctica de este delito.
Aseguró que en los hechos, la credencial de elector se ha convertido en el método más aceptado de identificación, por lo que es solicitada para entrar a edificios públicos o privados y hasta en condominios genera preocupación entre la ciudadanía por toda la información que contiene.
“Yo no entrego la credencial de elector, cuando voy a un condominio o a un edificio, lo que entrego es la credencial de Sams que tiene mi fotografía, mi nombre y que no tiene mi dirección; porque así me siento más segura”, enfatizó la consejera.
Marván Laborde aseguró que la preocupación que existe entre la sociedad por el manejo y uso de la información que contiene la credencial de elector es una razón suficiente para considerar que en el nuevo modelo aparezca cifrado el domicilio del ciudadano; aun cuando reconoció que hasta el momento no se ha realizado ningún estudio para conocer si existe la preocupación sobre la permanencia de todos sus datos en la credencial de elector. “La verdad es que ambas partes estamos especulando”.
Asimismo señaló que el IFE ha venido trabajando en tres líneas fundamentales en la consolidación de la credencial de elector para que sean más seguras, más difíciles de imitar y más baratas en su producción.
Sin embargo, prevalecen casos en los que la credencial de elector se ha convertido en una herramienta para la comisión de delitos, como en el caso de Mariel Solís, una estudiante de 23 años de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, que fue inculpada de robo y homicidio por una credencial de elector.
Pero también existen casos como el de Víctor Guadalupe San Luis Sánchez, quien fue detenido en 2011 por la Procuraduría General de Justicia del DF luego de que con una credencial de elector falsa logró suplantar la identidad de un cliente de una tienda departamental para solicitar una tarjeta de crédito y realizar compras por un monto de más de 46 mil pesos.
Pese a ello, los consejeros y partidos políticos no han logrado acordar los elementos que permanecerán en el nuevo modelo de credencial.
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