Alimentos: alza sostenida


Suben precios, cae salario
Canasta básica, inaccesible

Carlos Fernández-Vega / México SA

En el sexenio que a los mexicanos prometió vivir mejor, el deterioro de las condiciones de vida de la población fue más que notorio, y uno de los factores que contribuyeron a ello fue la escalada de precios de los alimentos. Con Felipe Calderón en Los Pinos, por ejemplo, el precio del arroz se incrementó (hasta septiembre pasado) 97 por ciento, el del maíz blanco, 75 por ciento; 61 por ciento el del frijol negro, y 41 por ciento el del kilogramo de tortilla.

En este contexto, el sexenio calderonista cierra como empezó, es decir, con sensibles alzas en dichos precios, los cuales no tienen para cuándo estabilizarse, ya no se diga reportar descensos. Como señala el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, en septiembre pasado el encarecimiento de los precios al mayoreo de cereales y leguminosas de granos en el mercado nacional estuvo determinado por el factor especulativo, ante la perspectiva de una nueva escalada de precios en el mercado internacional, derivada de una menor producción causada por las sequías registradas en julio y agosto de 2012 en diversos países productores de granos como Estados Unidos, Rusia, Australia, Ucrania y la zona sur de Europa.

Por lo que toca al mercado interno, los precios de los productos básicos mostraron un comportamiento heterogéneo en septiembre: mientras el kilogramo de maíz se incrementó 3.33 por ciento mensual; la alubia chica se contrajo 4.35 por ciento; el kilo de arroz, frijol y lenteja chica no variaron su precio. Por otra parte, en comparación real anual destacan los precios del arroz y maíz, que aumentaron 36.66 y 4.20 por ciento; en tanto, el garbanzo y la lenteja cayeron 12.38 y 3.45 por ciento, todo respecto a septiembre de 2011, de acuerdo con información del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM).


El deterioro del ingreso de los consumidores por el encarecimiento de los precios se aprecia en mayor medida cuando se analiza el comportamiento del salario y los precios al mayoreo de productos básicos en lo que va de la presente administración, ya que mientras el salario real decreció 1.82 por ciento entre enero de 2007 y septiembre de 2012, los precios del arroz, maíz y frijol crecieron entre 27.49 y 55.94 por ciento en términos reales.

Bajo el mismo análisis, apunta el CEFP, destaca que el sobreprecio del maíz registrado desde diciembre de 2010 sigue presionando al alza el relativo a la tortilla. En septiembre, el precio promedio de este alimento se ubicó en 12.30 pesos por kilogramo, precio superior en 10.98 por ciento al del mismo mes de 2011, y 23.34 por ciento por arriba del reportado en diciembre de 2010. Al interior de la República el precio más alto se mantuvo en Hermosillo, Sonora, con 16.50 pesos, en tanto que el menor volvió a localizarse en la zona metropolitana de Puebla, en 8.80, con lo que acumuló nueve meses consecutivos con el mismo precio.

La desaceleración de la oferta de productos alimenticios y los elevados precios de granos, leguminosas y productos derivados de granos han orientado al gobierno federal a implementar medidas de capacitación para mejorar la producción y la comercialización de la producción agrícola, lo cual se llevará a cabo mediante la instalación de comités de comercialización, integrados por representantes de los gobiernos federal y estatal, así como productores agrícolas. Con ello, se busca otorgar certidumbre en la venta de sus cosechas, evitar que intermediarios y acaparadores afecten las ganancias de los productores y proporcionar precios accesibles a los consumidores. El CEFP advierte que el deterioro de la oferta de alimentos en el país continuará en los siguientes meses debido a la menor producción de granos por el cambio climático, el incremento de la demanda de productos comestibles de países emergentes y mayor volatilidad en el mercado de físicos por factores especulativos.

En relación con la canasta básica, el citado centro de estudios señala que en septiembre pasado la inflación de alimentos se incrementó 10.74 por ciento anual, la más alta desde febrero de 2009, cuando se ubicó en 10.52 por ciento. De esta manera, se confirma el mayor dinamismo de los precios de productos comestibles, con respecto a los artículos que integran la canasta básica, la cual se incrementó 6.22 por ciento, y a la inflación general que aumentó 4.77 por ciento, ambos, respecto a septiembre de 2011. Con estos resultados, el índice de los alimentos alcanzó cinco meses seguidos por arriba de la canasta básica y 18 meses consecutivos por encima de la inflación general.

El mayor repunte de los precios en los alimentos básicos estuvo respaldado por el alza en los precios de productos pecuarios; frutas y hortalizas; granos y derivados de granos. En el caso de pecuarios, los mayores incrementos se observaron en huevo, carne de res y de pollo, que aumentaron 40.01, 16.55 y 13.99 por ciento anual, en ese orden. En el renglón de los granos destaca el precio del maíz, con un incremento de 17.06 por ciento y el del arroz, que aumentó 11.74 anual. Por su parte, los productos derivados de granos con mayor repunte fueron el pan blanco, la masa y la harina de maíz, las galletas saladas y la tortilla de maíz, que subieron 10.45 por ciento anual, con lo que acumularon 19 meses con variaciones superiores a dos dígitos. Con esos resultados y la perspectiva de una nueva oleada de incrementos de los precios internacionales de granos básicos, se podría presentar otra escalada de precios dentro de territorio nacional, lo que alienta la posibilidad de un mayor deterioro del ingreso de la población mexicana, por incrementos en productos como la tortilla, el arroz, maíz y frijol. Paralelamente, los costos de los fertilizantes continuaron altos en septiembre y la tendencia se mantiene al alza.

Las rebanadas del pastel

Pus nada, que la sólida economía nacional tendrá una desaceleración en los próximos tres trimestres, mientras las exportaciones mexicanas se encuentran cercanas al precipicio, pues en los últimos dos meses han tenido su crecimiento anual más bajo registrado desde la crisis, de acuerdo con entusiasta análisis del Bank of America-Merrill Lynch.

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