Empresarios cómplices
Moreira: ¿quiénes son?
Carlos Fernández-Vega / México SA
Humberto Moreira se lanzó al ruedo y denunció: “desde hace unos meses, un año y meses, es un secreto a voces en la región carbonífera del estado, los narcotraficantes empezaron a cambiar su giro y en lugar de secuestro, levantones o cuotas a los giros negros, les dio por extraer carbón… Empresarios de la región carbonífera de Coahuila están coludidos con los narcotraficantes, hecho que los convierte en cómplices de la guerra por la que han muerto violentamente miles de personas en el país… esos empresarios (cerdos, coyotes, les llama) ayudan a integrantes del crimen organizado comprándoles carbón, y con el dinero de estas transacciones adquieren armas; con una de esas armas mataron a mi hijo”.
El ex gobernador de Coahuila redondeó: “de unos meses para acá se han venido presentando estas extracciones masivas y artesanales, y ellos tienen que vender el carbón a la Comisión Federal de Electricidad, (pero) como no lo pueden hacer directamente, utilizan coyotes, intermediarios que tienen concesiones de la extracción del carbón y lo venden, a su vez, a la CFE… los cerdos, los coyotes, hacen negocios con los delincuentes… ¡Esto es un secreto a voces en la región carbonífera!”. A Heriberto Lazcano, abunda, “lo mataron en Progreso (Coahuila) porque tenía unos tajos de carbón, eso lo dice el pueblo; es decir, no era el narcotraficante Lazca sino el minero Lazca; el problema es quién le compra el carbón y cómo hacen tratos para que los narcotraficantes tengan ese financiamiento” (La Jornada, Fabiola Martínez).
Moreira no da nombres de los empresarios involucrados (está obligado a divulgarlos), pero la radiografía del negocio del carbón está en manos del gobierno federal, quien si se anima a investigar la denuncia del ex gobernador (aunque se supone que debería tenerlo más que documentado), no le llevaría mucho tiempo descubrir quiénes podrían ser candidatos en este enjuague, porque en México la región carbonífera de Coahuila aporta ciento por ciento de ese mineral, y su extracción y comercialización se concentra en unas cuantas manos, amén de que la Comisión Federal de Electricidad es la única compradora.
Alrededor de 23 por ciento del territorio estatal (3.5 millones de hectáreas, aproximadamente) está concesionado a consorcios privados mineros (Secretaría de Economía, 2011), entre los que sobresalen Grupo Acerero del Norte (GAN), que preside Alonso Ancira, y Grupo México, de Germán Larrea (el de Pasta de Conchos). De acuerdo con la Secretaría de Economía (la que otorga las concesiones mineras) en el estado de Coahuila existen activas 10 minas de carbón explotadas por grandes consorcios mineros y 60 por pequeñas y medianas empresas del ramo. Todas ellas deben vender su producción a la Comisión Federal de Electricidad (según el acuerdo formalizado (mayo de 2011) entre la propia CFE y la Promotora para el Desarrollo Minero de Coahuila, Promedi, con el fin de “fortalecer la seguridad en las minas de carbón), siempre y cuando cuenten con el dictamen de cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana 032-STPS-2008, Seguridad para Minas Subterráneas de Carbón.
Entonces, el gobierno federal ya tiene la información de la Secretaría de Economía (la que otorga las concesiones), de la Comisión Federal de Electricidad (la que compra el carbón) y de la Secretaría del Trabajo (supuestamente dedicada al cumplimiento de la ley laboral por parte de las empresas), al tiempo que conoce quiénes son los gallos en la zona carbonífera. Entonces, tiene toda la información para iniciar la investigación, pero nada ha hecho.
No está de más recordar que los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón son los que mayor número de concesiones mineras (todas ellas federales) otorgaron al gran capital privado nacional y extranjero (una cuarta parte del territorio nacional está en manos de los neo latifundistas), los que mayor riqueza nacional concesionaron a esos corporativos (con ese par en Los Pinos los magnates mineros duplicaron el oro extraído a lo largo de la Colonia), los que cometieron cualquier cantidad de excesos e ilegalidades –como la descarada agresión al sindicato minero– para proteger a los barones de la minería, y, en síntesis, los que los han mantenido en la impunidad absoluta.
Información de la Cámara Minera de México (Informe Anual 2012) revela que del total de la producción de carbón térmico del país, 98.8 por ciento es fabricado por Grupo Acerero del Norte, que alcanzó en 2011 una producción cercana a los 7 millones de toneladas, y logró un incremento de 13.2 por ciento con respecto del periodo previo… Dentro del mismo ámbito de la actividad productiva de carbón, Industrial Minera México (Grupo México) reportó en 2011 una producción de carbón fino lavado de 111.8 mil toneladas, en comparación con las 127 mil toneladas que produjo en 2010”.
Añade que la producción reportada por el Inegi para el carbón todo 2011 fue de 21 millones de toneladas, en tanto que el Informe de Productores Siderúrgicos de la Camimex registró un crecimiento de 9.5 por ciento en 2011, para alcanzar 15.6 millones de toneladas, impulsado principalmente por un crecimiento anual de 11.4 por ciento de GAN, que significó un volumen adicional de 1.5 millones de toneladas. Grupo Acerero del Norte concentra la mayoría de las reservas de carbón, con 54.3 por ciento. Por su parte, Minsa cuenta con 34.4 por ciento. Ambas empresas suman 88.7 por ciento de las reservas totales del país.
Camimex (la cámara patronal del ramo minero) advierte que “hasta hace un par de años, el problema de la minería ilícita en el país no existía o se encontraba muy focalizado y acotado. Sin embargo, a raíz de los altos precios en las cotizaciones de los metales, esta mala práctica ha venido creciendo de manera importante en la minería del carbón y del fierro… En la zona carbonífera de Coahuila ha proliferado la explotación en los denominados pocitos. Grupos que al margen de la ley invaden impunemente concesiones mineras de terceros y, sin permiso ni autorización, desarrollan obras mineras carentes de las más elementales medidas de seguridad e higiene, no ofrecen seguridad social a sus trabajadores y explotan el carbón de manera empírica…” que no pueden vender el carbón a la CFE. Sin embargo, nada dice sobre la participación de empresarios en la triangulación de ventas de mineral a la paraestatal.
Las rebanadas del pastel
Y fue tanta la alegría de los legisladores por la aprobación de la reforma laboral, que no se dieron cuenta que una mano interesada dejó fuera del dictamen la prohibición de los llamados pocitos de carbón, es decir, los que utilizan los narcos para hacer su agosto. Qué casualidad.
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