La UACM en ruta de extinción gracias a paristas y el PRD

Edmar Ariel Lezama

Hoy en México y en casi cualquier parte del mundo, es políticamente incorrecto ser un ideólogo de derecha, conservador; lo que no resulta erróneo es comportarse y tener prácticas de alguien cercano a la derecha o la forma conservadora de actuar en la élite de gobierno.

Los recortes económicos a sectores de vital importancia como salud y educación son realizados por políticos de partidos de izquierda y derecha. En América Latina, hemos caído en el error de explicar todo ese desastre educativo o sanitario por las malas recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), pues él como instituto, siempre busca la austeridad. No negaré que varios males que nos aquejan como mexicanos, llegaron por administraciones de corte neoliberal y recetarios del FMI, pero también resulta cierto, que otras tragedias nacieron a partir de la demagogia reinante de partidos que mal representan a la corriente progresista del pensamiento.

Para comenzar a poner nombres y apellidos, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) está tomado mayoritariamente por el grupo de Marcelo Ebrard y Manuel Camacho. Ambos hoy agitan ante la población una bandera de grupo de izquierda, a pesar de que su formación en El Colegio de México fue liberal, la cual se deformó en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en un extraño liberalismo que cuando conviene permite la "individualidad" como eje fundamental de la vida social y económica, mientras que otras veces, interviene argumentando la ejecución de un Estado de Derecho, pero sólo para favorecer a la camarilla en el poder.


Dado lo anterior, Marcelo Ebrard como aún alcalde de la ciudad de México, nunca hará pública una decisión sobre recortar recursos a la sanidad, educación o seguridad, a pesar de que ése sea su deseo real, ya sea para transferir dichos recursos a otras áreas o comenzar a acumular un fondo monetario para su campaña Presidencial 2018. Gobernadores del PRI lo han hecho (Enrique Peña), gobernadores del Partido Acción Nacional (PAN) lo han hecho (Vicente Fox) y gobernadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) lo han hecho también (Andrés López).

Nuestras posturas políticas y apasionamientos, no deben ser una barrera que nos impida ver que la anterior es una práctica común de los tres grandes partidos; la derrota electoral lopezobradorista en 2012 favorecida en buena medida por un juego turbio por parte de la televisión mexicana y un gran número de prensa escrita y radiofónica, limpia en automático las malas prácticas del tabasqueño previo a 2006 y 2012. Andrés López jugó el mismo rol de Enrique Peña en el Estado de México y de Vicente Fox en Guanajuato, con la única diferencia que para él, el acumular fondos económicos no fue suficiente, ya que había todo un enramado institucional que no pudo vencer.

El apasionamiento político que mencionaba líneas atrás, parece ser el que hoy se vive por varios miembros paristas de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), los cuales no distinguen con claridad la realidad política a la que se enfrentan. Si ellos desagregaran todos los eventos ocurridos desde los días previos a la toma de planteles, muy probablemente sabrían que tan sólo están siendo utilizados por la administración perredista de la ciudad de México.

Ellos, como muchos de nosotros, creen que la televisión fue determinante en la derrota del PRD en las pasadas elecciones Presidenciales, lo cual no convierte en mártires de forma inmediata a todos los miembros y ex miembros de ese partido político, ni mucho menos les quitará los deseos de recortar fondos a la UACM, pensando en una posible campaña Presidencial en el ya mencionado 2018.

Marcelo se dice de izquierda, aunque él sabe que su actuar no es el de un progresista, por lo que no saldrá a cuadro a tomar una postura clara sobre la UACM, ni mucho menos sugerirá un recorte al presupuesto a dicho centro educativo, pues en su lugar, dejará que el conflicto avance y termine por liquidar a esa Casa de Estudios.

El problema da inicio por no respetar una elección a consejeros universitarios en palabras de los paristas, aunque ellos tampoco respetaran que buena parte de la población académica votará contra la huelga. En ese punto, la solución aún parecía fácil y cercana, hasta que en asambleas y reuniones aparecían grupos ajenos a la vida estudiantil, como la que hizo una asociación de taxistas en el campus Cuatepec, desencadenando el enojo de la ciudad por la incapacidad de llegar a acuerdos de apertura de planteles. Cada vez que se aseguraba que la solución estaba próxima, algo pasaba y la normalización de la vida estudiantil de nueva cuenta se alejaba en el tiempo. Resulta en extraña coincidencia que la forma en cómo entes extraños a la UACM aparecían para enturbiar el ambiente, sea la misma que utiliza el PRD en asambleas vecinales o de comercio ambulante en la ciudad de México.

Marcelo Ebrard sabe que una UACM abierta, resulta en un gasto fuerte que no puede cancelar debido a lo impopular de la decisión, a diferencia de si dicha Universidad permanece cerrada, pues en ese caso, los motivos para reducir o cancelar la asignación de presupuesto no serían mal vistos por la mayoría de los habitantes de la capital del país. Al final del día lo que está en juego es el dinero que se puede destinar a educación o a fortalecer una campaña política.

Lo anterior toma sentido justo en este momento, debido a que el Congreso Federal comienza a darle forma al presupuesto y transferencias a los estados para 2013, a la par que la Asamblea Legislativa hace lo mismo. Una UACM cerrada servirá sólo para reducir su presupuesto proveniente del Gobierno local.

Algo más que corre contra la Autónoma de la Ciudad de México es la composición social de sus estudiantes, ya que la mayor parte son alumnos rechazados de las demás escuelas públicas y de bajos recursos, por lo que la realidad familiar los obligará a buscar un empleo en vez de permanecer parados en caso de que el conflicto siga estancado en cuanto a posibles soluciones. Lo anterior lo sabe Marcelo Ebrard, por lo que una posible apertura, difícilmente sería con el mismo número de alumnos en aulas debido a lo mencionado, por lo que una bajada de presupuesto motivada por la escasa convocatoria estudiantil sería tema a discusión en la asignación presupuestal.

Hoy la UACM está en ruta de extinción por que Marcelo Ebrard ha hecho un perfecto plan para liquidarla sin terminar como un neoliberal que está contra la educación pública. Los paristas picaron el anzuelo, pues cada vez que se vislumbra una salida, las aguas se mueven para volver a estancar las negociaciones. Los paristas no han entendido la dinámica política del PRD dentro de su Universidad, ya que para ellos no existen matices intermedios en su espectro político, a tal grado de creer que por el hecho de hacerse llamar de izquierda, su actuar no será cuestionable y contra intereses de la sociedad.

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