El meteoro arribó con vientos de 150 kilómetros por hora
La tormenta Sandy convierte a Nueva York en una ciudad desierta
Quedan sin energía eléctrica más de tres millones de personas en tres estados
David Brooks / Corresponsal La Jornada
La llamada Frankenstormenta (Frankenstorm) llegó un poco antes de Halloween para asustar a más de 60 millones de residentes en la zona noreste de Estados Unidos, pero aquí en Nueva York no encontró a nadie en las calles: la famosa ciudad que nunca duerme, abierta las 24 horas, hoy estaba cerrada.
La zona sureña de Manhattan se quedó sin luz, mientras el nivel de agua en el puerto llegaba a alturas peligrosas y se reportó que había automóviles flotando en Wall Street. Otras zonas de la ciudad que no habían visto inundaciones en la memoria reciente estaban lavadas por una marea que llegó a más de tres metros de altura. Hasta la famosa antorcha de la Estatua de la Libertad se apagó.
Desde anoche todas las arterias y venas vitales de la ciudad fueron suspendidas. El Metro dejó de funcionar apenas por segunda vez en la historia (la primera fue hace 14 meses, con otra tormenta severa) y sus 468 estaciones cerraron; los autobuses públicos también suspendieron servicio.
Las escuelas públicas permanecen cerradas este lunes y el martes, dejando a 1.1 millón de alumnos en casa. Los teatros de Broadway se quedaron a oscuras desde el domingo; casi todos los puentes, túneles y caminos están cerrados en esta ciudad. Los parques, incluyendo Central Park, también fueron cerrados, y los tres aeropuertos de esta zona metropolitana cancelaron miles de vuelos.
La escena fue parecida por toda la costa del noreste, desde Virginia hasta Massachusetts, donde aun antes de entrar en tierra el huracán Sandy, con sus enormes dimensiones, ya había inundado varias comunidades costeñas, causando graves daños materiales y asustando a millones. Todo el servicio ferroviario del corredor noreste fue suspendido. Más de 13 mil vuelos han sido cancelados.
La tormenta es peligrosa no por lluvia, sino por el viento y las mareas altas. Vientos con fuerza de huracán radiaron a 280 kilómetros del centro de la tormenta, mientras vientos de fuerza de tormenta tropical llegaban a afectar zonas a 780 kilómetros del centro del huracán. Especialistas afirman que los vientos de nivel de tormenta tropical de este fenómeno podrían llegar hasta Canadá, al norte, y los Grandes Lagos, al oeste.
Esta mañana una réplica del Bounty, el velero que fue usado en las películas de Piratas del Caribe, se hundió frente a las costas de Carolina del Norte por efectos de la tormenta. El Servicio de Guardacostas rescató a 15 tripulantes, y dos más siguen desaparecidos.
Esta tarde aquí, en la calle 57 y la Séptima Avenida, una enorme grúa de construcción de una torre residencial de lujo fue doblada por el viento, lo que obligó al desalojo de varios edificios cercanos, entre ellos un hotel de lujo, ante el peligro de que la estructura metálica se colapsara y una parte cayera decenas de pisos a una de las calles céntricas de la ciudad.
A eso de las 20 horas, Sandy, como huracán categoría uno con vientos sostenidos de unos 150 kilómetros, ingresó a las costas de Nueva Jersey, cerca de Atlantic City, y rápidamente se convirtió en ciclón postropical, según el Centro Nacional de Huracanes. Desde ahí, sus vientos sostenidos de 129 kilómetros por hora continuaron azotando toda esta región y afectaron a decenas de millones de personas.
La tormenta Sandy provocó inundaciones históricas, por arriba de tres metros en algunas zonasFoto Ap
La gran tempestad, que combina el huracán Sandy, un sistema de tormenta que está llegando desde el oeste y un frente polar desde el norte, creó una tormenta híbrida cuyos efectos se continuarán sintiendo a lo largo del martes en una zona de miles de kilómetros cuadrados al norte y oeste de aquí.
“Si absolutamente no necesitan salir, quédense en casa… Mañana ya podrán festejar que pasaron por la tormenta del siglo”, advirtió el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Gobernadores de Virginia, Maryland, Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y otros ya habían declarado estado de emergencia desde el domingo. Hoy, en Connecticut, el gobernador clausuró todos los caminos y carreteras estatales.
En las primeras horas de esta tormenta ya se reportaba que más de 3 millones personas estaban sin electricidad por toda la zona triestatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, 600 mil de ellas en la ciudad de Nueva York. Se pronosticó que este número se multiplicará varias veces más.
La empresa de luz y fuerza Con Edison suspendió sus redes de electricidad en toda la zona del sector financiero de Nueva York. A la vez, y no a propósito, se sufrió un apagón en zonas de Chelsea, Greenwich Village y otras al sur, desde la Calle 39 hasta la punta sur de la isla.
Uno de los principales hospitales, el de la Universidad de Nueva York, tuvo que ser evacuado esta noche después de fallar todos sus sistemas de electricidad, incluso los de emergencia.
En la ciudad se reportaron por lo menos cinco muertes por la tormenta.
También se informó que las crecientes aguas en Toms River, Nueva Jersey –un par de metros más de lo normal– ponen en riesgo la operación de una planta nuclear ahí.
Esta noche en esta ciudad no dejaba de soplar el viento, y no había manera de esconderse de sus silbidos y los sonidos de artículos arrastrados por las calles, las ráfagas que a veces doblaban árboles y hasta tumbaban algunos por completo. Durante horas las ventanas temblaban ante el asalto, que ofrecía algunos intermedios breves de calma, sólo para enfurecerse una vez más.
La espera de lo peor fue nutrida hora tras hora por los medios de comunicación, que gozaban en pronosticar cuán terrible podría ser todo. Las escenas de televisión que se repiten en cada ocasión ante estos fenómenos de nuevo ofrecían un poco de escape cómico (aunque ellos lo hacen muy en serio) en las tomas en vivo de sus pobres reporteros frente a una playa o calles inundadas, describiendo que el viento sopla muy fuerte y que la lluvia cae, y que el mar ruge.
La noche promete ser larga, con los vientos atormentando esta ciudad hasta la madrugada, y después de ahí continuarán afectando esta zona durante gran parte del martes.
Ante el meteoro, las campañas presidenciales suspendieron actos hoy, y algunos evalúan si la tormenta tendrá algún impacto sobre las elecciones nacionales que se celebrarán el próximo martes 6 de noviembre. Pero eso sería sólo por asuntos logísticos, no por consideraciones sobre el cambio climático, tema ausente del debate político aun en medio de otra tormenta del siglo más.
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