J. Jesús Esquivel / Apro
La tormenta Sandy ha dejado al menos 12 muertos en el noreste de Estados Unidos y uno en Canadá, de acuerdo con reportes de las autoridades de Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania, Virginia y Carolina del Norte.
Cinco de las muertes están relacionadas con la caída de árboles, se indicó.
Más de 2 mil 800 millones de clientes están sin electricidad en 11 estados y en el Distrito de Columbia, según empresas públicas que prestan el servicio.
La empresa de energía Con Edison informó esta noche que al menos en Nueva York, más de 670 mil personas permanecen sin electricidad.
Las tormentas y los vientos con una fuerza de hasta 144 kilómetros por hora con los que Sandy anunció su entrada a media docena de estados de la costa este de Estados Unidos, paralizaron y “secuestraron” a la población de esa región, y a su vez congelaron la contienda presidencial del país.
El azote de Sandy, que comenzó su paso en tierra por las costas de Nueva York y Nueva Jersey, tiene básicamente acuarteladas y amenazadas a varias decenas de millones de personas en dichas entidades, además de Delaware, Maryland, Virginia, Virginia del Oeste, Massachusetts y Connecticut.
En toda esta región donde hay cientos de miles de evacuados, el fenómeno meteorológico provocó que el gobierno federal declarara estado de emergencia y ordenara prácticamente la cancelación de todo tipo de actividades.
“El mensaje más importante que tengo en este momento para la población, es que escuchen lo que estén diciendo los funcionarios públicos de sus estados y de sus comunidades. Cuando les digan que es momento de evacuar, háganlo, no lo atrasen, no hagan pausas, no pongan en duda las instrucciones que les han dado porque se trata de una tormenta muy seria que potencialmente puede tener consecuencias fatales si la gente no actúa con celeridad”, advirtió Obama a la población de su país.
Desde que tocó tierra, Sandy dejó a su paso un enorme caos con inundaciones y destrucción de infraestructura.
Frente a la amenaza y tomando en cuenta la experiencia mortal vivida con Katrina en 2005, no sólo el gobierno federal y el de los estados afectados, sino que la población de la región se refugió en los albergues oficiales, o en los sótanos de sus casas; haciendo con ello que las grandes ciudades como Nueva York y la capital de Estados Unidos tomaran un aspecto fantasmagórico, de total desolación.
En Washington D.C., Maryland, Virginia, Nueva York y Nueva Jersey se ordenó el cierre de las escuelas, de las oficinas gubernamentales a todo nivel. En la capital estadunidense, incluso, se cancelaron las actividades hasta este martes de todo tipo de transporte público, incluido el servicio del metro.
El temor a los accidentes por la potencia de los vientos, obligó al gobierno federal a cancelar sus actividades lunes y martes, y a reanudarse hasta nuevo aviso; dependiendo del tipo de estragos que deje Sandy a su paso por la región.
Obama, quien monitoreará todo el curso del fenómeno desde la Casa Blanca, dio la orden para que la Agencia Federal del Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), la Guardia Nacional y todo el Departamento de Seguridad Interior, se mantengan pendientes para asistir a las poblaciones más afectadas en el menor tiempo posible.
Electoralmente hasta Sandy podría tener consecuencias importantes para el resultado de las elecciones. Si aun con el monitoreo personal de Obama el fenómeno se sale de las manos del control del gobierno federal, esto daría oportunidad a que Mitt Romney, el candidato presidencial republicano, critique al presidente por incompetencia o hasta negligencia. Y si salen bien las cosas, Obama podría verse beneficiado por haber actuado como le corresponde a un jefe de Estado responsable.
Romney también se vio obligado por Sandy a poner una pausa temporal a su campaña presidencial.
“Tengo confianza en que estamos preparados, pero creo que el público necesita prepararse para el hecho de que tomará buen tiempo en reparar los daños. La buena noticia, lo haremos y saldremos de esto”, anotó Obama en su mensaje a la nación.
Al ser cuestionado sobre el impacto de Sandy en la campaña presidencial, Obama dijo que no tener ninguna preocupación al respecto.
“Lo que me preocupa es el impacto en las familias… en la economía y en los transportes”, contestó el presidente.
Una de las consecuencias más peligrosas de Sandy, es que con la fuerza de sus vientos destruya todo cuanto se encuentre a su paso: casas, árboles, edificios pequeños, postes de luz; causando con ello muerte, desolación, inundaciones, incendios y dejando sin electricidad muy esencial a decenas de millones de personas.
En las montañas de Virginia del Oeste, Virginia y Maryland, Sandy forzó una baja inusitada en la temperatura; y la condensación de aire frío dio como resultado varias tormentas de nieve, extrañas en esta época del año en la región.
Este lunes, Michael Bloomberg, el alcalde de Nueva York, ordenó la evacuación de por, lo menos, 370 mil personas. En el estado de Nueva Jersey, desde el domingo pasado ya unas 400 mil personas se encontraban resguardadas en los albergues.
En la zona metropolitana de Washington, las tiendas de alimentos estaban abarrotadas y al filo del mediodía de este lunes decenas de supermercados anunciaron que se habían agotado los alimentos no perecederos, el agua potable embotellada, las baterías para lámparas de luz y la leche.
Como era de esperarse, se cancelaron casi todos los vuelos en los aeropuertos de la región de la costa este, con lo cual el transporte público aéreo de todo el país sufrió serias consecuencias.
El gobierno federal no ha dicho cuánto tiempo se mantendrá el estado de emergencia en los estados que serán más seriamente afectados por Sandy.
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