Salvador García Soto
Seis años le llevó a Marcelo Ebrard romper sus ataduras políticas. Ayer que apareció junto al presidente Felipe Calderón inaugurando la línea 12 del Metro de la Ciudad de México, el jefe de Gobierno logró deshacerse de los atavismos que en el inicio del sexenio, cuando él y Calderón comenzaban juntos sus administraciones, le impedían siquiera acudir a un evento donde estaba el Presidente y mucho menos saludarle en público.
La lealtad política hacia Andrés Manuel López Obrador le impidió a Marcelo una relación más abierta con el Presidente y le valió presiones federales que complicaron su gestión. Pero eso cambió en julio de 2011, durante el Consejo Nacional de Seguridad, cuando Ebrard le dio la mano por primera vez a Calderón. Después, en septiembre de aquel año, un segundo saludo durante el quinto informe de gobierno de Calderón hicieron evidente el acercamiento. Poco después se pactó el apoyo federal a la Línea 12 del Metro, con dos mil millones de recursos federales, que ayudaron a terminar la obra cuando ya el DF agotaba sus recursos y créditos.
Así se llegó al primer acto conjunto de ayer entre el Presidente de la República y el jefe de Gobierno del DF, que en seis años que compartieron mandatos en una misma ciudad, solamente una vez compartieron el templete en un evento que fue de encuentro y despedida.
Cada uno emprende ahora un camino diferente. El Presidente busca volver a la vida normal y muy probablemente tenga que hacerlo en el extranjero por razones de seguridad para él y su familia. Y el gobernante capitalino iniciando un camino por el desierto con miras a llegar a 2018 como el candidato de las izquierdas a la Presidencia. Los dos tendrán que vivir el difícil e incómodo “séptimo año”, donde verán disminuir los amigos y aumentar los enemigos.
Ayer los dos políticos, de cuyas gestiones comienza el balance, se dedicaron elogios mutuos y reconocimientos por primera vez y públicamente en seis años. El hombre que los separó ya no estaba presente, para uno era ya un vago recuerdo, para el otro una pesadilla presente que volverá a enfrentar en 2018.
NOTAS INDISCRETAS… Humberto Moreira prepara para los próximos días revelaciones que lo pondrán de nuevo en los titulares mediáticos. El ex dirigente priista hablará de la millonaria deuda de Coahuila y de la investigación de la PGR. Se espera que presente documentos y de detalles sobre lo que ha llamado “una campaña de linchamiento en mi contra”. Y uno de los documentos que presentará Moreira es una “carta de exoneración” que le hizo llegar la PGR, donde la dependencia dice no haber encontrado nada en su contra tras sus investigaciones. De hecho, esa carta le llegó un par de días antes de que asesinaran a su hijo José Eduardo y en la comida que tenían planeada con la familia el sábado de aquella semana, Moreira pensaba darles la noticia a sus hijos. Habrá que ver qué mas tiene el coahuilense… La Procuraduría de Justicia del DF prepara para los próximos días un informe final sobre el caso de los mexicanos detenidos en Nicaragua y su presunta vinculación con Televisa. La dependencia investigó los registros de las camionetas apócrifas, la corrupción con la que se hicieron y si había o no un vínculo con la televisora… A propósito de Televisa y de la carta enviada por una persona de nombre Berenice Girón Cárdenas, que firma como “Directora de Comunicación Corporativa” de esa empresa, resulta improductivo entrar en detalles de su carta descalificatoria y sin ningún tipo de argumento. Baste decir que las fuentes que proporcionaron la información no son de Televisa por lo que no sorprende que lo nieguen. Se pregunta la señorita Berenice -de quien por cierto no hay una sola referencia en Google- si mi columna obedece “a alguna encomienda o interés corporativo”. No, yo a diferencia de usted no hago “comunicación corporativa” sino periodismo y procuro hacerlo siempre alejado de los intereses de cualquier tipo. Sobre su pretendidamente insidioso comentario de que dejé recientemente espacios “por privilegiar intereses económicos”, sólo le digo, utilizando sus mismas palabras, “que usted alude a supuestos hechos y situaciones que nunca sucedieron”, por lo que Berenice, su dicho “carece de prueba o sustento alguno”. Simplemente, “toda la información que usted menciona es falsa”… Los dados repiten. Escalera y seguimos.
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