Leopoldo Ramos y Gustavo Castillo / Corresponsal y reportero La Jornada
La confirmación de la muerte de Heriberto Lazcano, El Lazca, sólo podrá establecerse a partir de las pruebas que recabaron las autoridades estatales que se hicieron cargo de levantar y asegurar el cadáver. Cualquier falla en la identificación del líder de Los Zetas en el ámbito federal será atribuible a los errores cometidos por quienes se hicieron cargo del procedimiento, señalaron funcionarios del gabinete de seguridad nacional consultados por La Jornada.
Aclararon que si las muestras sanguíneas no dan positivo en un examen genético, el gobierno federal ya no tiene ninguna posibilidad de confirmar el deceso del presunto narcotraficante.
Las fuentes entrevistadas –incluidos peritos de la procuraduría coahuilense– revelaron que el cadáver de Heriberto Lazcano Lazcano y el de su escolta, identificado como Alberto Rodríguez Rodríguez, quedaron encerrados y sin custodia minutos después de la medianoche del domingo en la Funeraria García, del municipio de Sabinas, la cual fue habilitada como Servicio Médico Forense (Semefo) a través de un convenio con el gobierno local.
Tras la práctica de las necropsias los peritos cerraron el local y se retiraron. Nadie quedó resguardando el sitio, ni tampoco hicieron la confrontación con la base de datos de Plataforma México, indicaron peritos.
El resultado de consulta fue que la identidad correspondía a la de uno de los líderes de Los Zetas; entonces, la PGJC emitió una alerta al gobierno federal porque había identificado que presuntamente se trataba de El Lazca o El Verdugo.
El aviso generó una movilización de policías locales y marinos que participan en labores de vigilancia, pero cuando llegaron a la funeraria vieron que las puertas habían sido forzadas y los cuerpos ya no estaban.
El procurador de Justicia estatal, Homero Ramos Gloria, fue interrogado en torno a la información obtenida de fuentes federales, y reconoció que sus peritos dejaron la funeraria después de la medianoche, pero dijo que se trasladaron a las instalaciones de la delegación regional de la dependencia para trabajar sobre las pruebas recogidas al cadáver, y que la identificación a través de Plataforma México terminó a las 3 de la tarde del lunes.
Ramos Gloria también habló de algunos detalles de la versión inicial del robo de los cuerpos, que señalaba que el propietario de la funeraria fue obligado a subir los restos a una carroza y conducir hasta los límites del municipio de Sabinas.
Ayer dijo que el propietario de la agencia de inhumaciones, identificado como Héctor García, declaró ante el Ministerio Público que el atraco ocurrió durante la madrugada del lunes y que sujetos armados, con el rostro cubierto con pasamontañas, irrumpieron en el local de donde se lo llevan (al dueño) y unas cuadras adelante lo dejan ir y posteriormente se localiza la carroza en otro lugar.
No sabíamos quién era
Según la PGJC, los municipios de Progreso y Sabinas son la única zona de Coahuila donde no existen instalaciones periciales y por ello se han habilitado funerarias para la práctica de servicios forenses.
El procurador Ramos Gloria informó también que ya entregó formalmente el expediente de la muerte de Heriberto Lazcano a la Procuraduría General de la República (PGR).
Para el funcionario estatal, no había motivos para que la funeraria quedara bajo resguardo: En ese momento no sabíamos que fuera Heriberto Lazcano, y la Armada de México, tampoco.
Finalmente desmintió lo declarado por el vocero de la Secretaría de Marina, el vicealmirante José Luis Vergara, de que hubiera escapado una de las personas que acompañaban al presunto líder de Los Zetas.
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