Detienen en Texas a empresario mexicano acusado de fraude


Se trata de Arnold Rojas Rivas, fundador de la que fuera la quinta mayor fabricante de papel de baño y servilletas en México.

Notimex

El mexicano Arnold Rojas Rivas, fundador de la que fuera la quinta mayor fabricante de papel de baño y servilletas en México, fue detenido por agentes federales en San Antonio, Texas, acusado de fraude, informaron hoy fuentes oficiales.

La Oficina del Procurador Federal para el Oeste de Texas señaló que Rojas, de 44 años de edad, está acusado de defraudar ocho millones de dólares a una institución financiera del gobierno estadunidense y que fue detenido en su apartamento en San Antonio este jueves.

Precisó que los cargos son fraude en transferencia monetaria y conspiración para cometer fraude en transferencia monetaria.

La fuente indicó que la aprehensión se desprende de una orden de arresto emitida por un gran jurado de la Corte Federal del Distrito de Columbia, donde fiscales federales presentaron las acusaciones en su contra.

Rojas era el propietario de 60 por ciento de la compañía Corporativo Papelero y de Suministros Básicos (COPASBA), que tenía su sede en el estado mexicano de Puebla.

Las autoridades lo acusan, junto con su socio poseedor del 40 por ciento, de aprovecharse de los mecanismos crediticios de la “Overseas Private Investment Corp.” (OPIC), agencia del gobierno estadunidense orientada a promover inversiones en mercados emergentes en el extranjero.

La acusación, ante la Corte Federal en Washington, precisó que Rojas fundó COPASBA y produjo papel higiénico y servilletas para el mercado mexicano hasta convertirse en solo 10 años en la quinta mayor productora de papel higiénico y servilletas en México.

Sin embargo, por razones no aclaradas, la compañía dejó de operar en julio de 2008.

La acusación señaló que entre 2005 y 2008, Rojas y su socio, identificado como “Persona A”, lograron convencer a una compañía financiera no identificada que les proporcionara un crédito de hasta 10 millones de dólares para una supuesta expansión de sus negocios.

Rojas y su socio justificaron la necesidad del crédito al argumentar que construirían un nuevo almacén y equipos de conversión de papel. También señalaron que el crédito proporcionaría capital de trabajo permanente para financiar el crecimiento de ventas previsto.

La entidad financiera les dio acceso a una línea de crédito máximo de 10 millones de dólares y la compañía de Rojas ejerció financiamientos por unos ocho millones.

La OPIC acordó garantizar a la institución que emitió la línea de crédito el 97.5 por ciento de los préstamos ejercidos por COPASBA.

La acusación sostiene que Rojas y su presunto cómplice desviaron gran parte del dinero para pagar deudas personales, comprar casas en San Antonio o para invertir en el mercado de valores en operaciones de alto riesgo con las que registraron pérdidas.

La empresa no cumplió con el calendario de pagos y el préstamo entró en cuenta vencida, por lo que la OPIC tuvo que responder y pagar 7.8 millones de dólares a la entidad financiera que había emitido la línea de crédito, la cual a su vez perdió 200 mil dolores.

Tras su detención, Rojas compareció ante la juez federal Pamela Mathy en San Antonio, quien le concedió la libertad bajo fianza sin garantía a fin de que pudiera viajar a Washington para responder a los cargos.

Sin embargo, agentes del Alguacil de Estados Unidos, lo retuvieron y lo pusieron bajo custodia del Departamento del Sheriff del Condado de Bexar, en San Antonio, porque existe una acusación en su contra relacionada aparentemente con una disputa doméstica.

Rojas enfrenta hasta 20 años en prisión si es declarado culpable en el caso federal. Las autoridades no han informado si su socio ha sido acusado o detenido o si está cooperando en la investigación.

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