Santiago Igartúa / Apro
Repartidas entre los partidos políticos las comisiones que conforman la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados y del Senado, el movimiento #YoSoy132 denunció la consumación de una nueva “telebancada” en favor de los intereses de Televisa y Televisión Azteca y que, según los estudiantes,, confirmaría la ruta a seguir por el “duopolio” televisivo para “evitar a toda costa” la democratización de los medios de comunicación y mantener la “inequidad que tiene secuestrado al sistema de telecomunicaciones” en México.
En conferencia de prensa, el colectivo que, según sus propias palabras, surgió en el marco de un proceso electoral viciado, sin contenido y de mensajes vacíos que privilegió el mercado sobre la política y el dinero sobre las ideas, volvió a centrar su discurso en la democratización de los medios, protesta que le dio vida.
Para los jóvenes, es la “impúdica” concentración de medios de comunicación en pocas manos y sus abusos un problema sistemático que, durante décadas, ha obstaculizado como pocos factores el desarrollo democrático de la nación.
Prueba de ello, dijeron desde el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, sería el “intercambio de favores y privilegios” con el que las televisoras construyeron “al menos” 21 candidaturas en el el Poder Legislativo, señalando como cómplices a PRI, PVEM y Movimiento Ciudadano (MC), logrando la “imposición” de al menos 16 legisladores.
En particular, protestaron: “En los procesos de conformación de las comisiones parlamentarias en el Congreso de la Unión, la ‘telebancada’, sumando la fuerza de las distintas bancadas de los partidos políticos que la respaldan, logró posicionar a Federico González Luna Bueno, señalado como redactor de la Ley Televisa, en la presidencia de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía de la Cámara de Diputados, y a Fernando Castro Trenti en la Comisión de Telecomunicaciones”, dijeron indignados, y repudiaron otras designaciones de representantes “que sólo defienden intereses particulares”.
Hablaron de casos como los de Juan Gerardo Flores, “que estuvo en el área de análisis de regulación de Televisa”; Antonio Cuéllar, “también exempleado de Televisa”, y de Ninfa Salinas Sada, hija del dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, y prometieron difundir en los días siguientes información sobre cada uno de los que, según sus datos, componen la “telebancada”.
Luego de dar a conocer un posicionamiento, integrantes de 10 asambleas locales, públicas y privadas del movimiento estudiantil emplazaron a los coordinadores de las distintas bancadas en el Congreso para que este mismo miércoles, desde el Senado de la República, convoquen a una conferencia abierta para transparentar las designaciones en dichas comisiones, y den las justificaciones para posicionar a personajes vinculados con las televisoras y exfuncionarios de Cofetel para dirigirlas.
Su reto, dijeron los estudiantes, sigue siendo “concientizar” a la ciudadanía, entrampada entre una “gran muralla” de desinformación y el silencio doloso.
“Señalamos al duopolio televisivo como un actor fundamental de la tragedia nacional. Gritamos Televisa, gritamos TV Azteca y su silencio nos ha intentado desaparecer de la misma forma que han intentado desaparecer a todo aquel que se contrapone a sus intereses”, se leyó de un documento.
Repudiaron que las instituciones “que se dicen ser del pueblo mexicano” estén alineadas a los intereses de las empresas de hombres poderosos como Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego, quienes “se han encargado de asegurar su futuro infiltrando a sus personeros, disfrazados de representantes de los mexicanos”.
“El duopolio televisivo y los partidos políticos hoy cuentan con un peligroso margen de acción desde las curules tomadas, donde se construye el derecho positivo. Nos preocupa profundamente la poca atención que se le ha prestado a este fenómeno pero no nos sorprende, pues los secuestradores de la verdad son los mismos que desinforman desde sus espacios en radio, televisión y prensa escrita a la mayoría de los mexicanos a los que se les ha negado la oportunidad de buscar y encontrar voces distintas a la de los ‘líderes de opinión’ serviles a los intereses de sus jefes”, concluyeron los estudiantes.
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