El presidente de EEUU se mostró a la ofensiva y ridiculizó a su rival, que buscó llevar la discusión al terreno económico
Infobae
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, atacó repetidamente al candidato republicano Mitt Romney sobre política exterior el lunes, en su tercer y último debate, en un esfuerzo por mitigar el repunte de su rival en las urnas a dos semanas de las elecciones.
Ninguno de los contendientes propinó un golpe de nocaut o cometió una notable metedura de pata en el encuentro de 90 minutos en la Universidad Lynn en Boca Raton, pese a que Obama consiguió suficientes puntos en el debate para ser declarado ganador en las primeras encuestas.
Un sondeo de CBS News declaró que el 53 por ciento de los consultados cree que Obama ganó, frente al 23 por ciento que apoyaba a Romney y un 24 por ciento que vio un empate. En tanto, una encuesta de CNN mostró al presidente como triunfador con un 48 por ciento frente al 40 por ciento de su rival. Los analistas de ambas cadenas se expresaron en igual sentido.
Sin embargo, con la política exterior como una baja prioridad en una campaña centrada principalmente en la economía, no está claro qué impacto tendrá el debate sobre la carrera, que entra en el frenesí final con ambos candidatos empatados en las encuestas antes de las elecciones del 6 de noviembre.
En este sentido, el debate generó 6,5 millones de mensajes en Twitter, según informó el USA Today, lejos de los 10 millones de tweets que se escribieron durante el primer suelo, que a la vez marcó un récord para la red social.
En sintonía con las encuestas, la mayoría de los diarios se inclinó por la victoria de Obama. Mientras The New York Times fue muy duro con el republicano al hablar de un “Romney incoherente”, The Huffington Post resaltó en un sugerente título de apertura de su portal que Obama es el “Comandante en jefe”.
Político sostuvo que Obama “marcó el tono del principio al fin”, una conclusión similar a la de The Washington Post, que consideró al mandatario como el gran ganador ya que “controló” el duelo. The Wall Street Journal, en cambio, opinó que el demócrata falló en su intento de mostrar a Romney como “incorrecto e imprudente”.
Obama, a la ofensiva
Obama fue a todas luces el más agresivo en el foro de 90 minutos, en los que fustigó a Romney por su expediente de inversiones personales, la honestidad de sus dichos y la recaudación de fondos en el extranjero. También criticó sus propuestas sobre Oriente Medio, burlándose de su solicitud por más buques para las Fuerza Armadas, diciendo que el republicano quiere llevar a los Estados Unidos de regreso a una postura de la Guerra Fría que fue abandonada hace largo tiempo.
Romney no perdió la compostura ante las chanzas de Obama, pero se mostró notablemente más cauto que en los temas económicos y sociales de los dos debates anteriores. "Lo felicito por haber eliminado a Osama bin Laden y perseguir a los líderes de Al-Qaeda, pero no saldremos de este caos sólo matando", advirtió.
Aunque Romney carece de experiencia en política exterior, sus ayudantes dijeron que creen que el rendimiento de su candidato le permitió pasar la prueba de "comandante en jefe" para demostrar a los estadounidenses que es conocedor de asuntos exteriores, lo que les permitiría imaginarlo en la Oficina Oval.
El republicano, cuyo tema central de campaña ha sido la promesa de reconstruir la débil economía de los Estados Unidos, reiteradamente llevó la discusión a temas económicos, diciendo que la seguridad nacional del país depende de una sólida economía. "El presidente no ha equilibrado un presupuesto todavía. Espero tener la oportunidad de hacerlo yo mismo", terminó.
¿Alcanza?
La pregunta que nadie se atrevía a responder con contundencia es si la victoria del demócrata será suficiente para recuperar el ritmo en las dos semanas que restan hasta la cita ante las urnas y asegurarse un segundo mandato demócrata. Y es que, coinciden los analistas, aunque Obama también se hizo con la victoria en el segundo debate, celebrado una semana atrás, su desastrosa actuación en el primer cara a cara con Romney, a comienzos de mes, ha tenido un efecto tan devastador que no está claro si podrá recuperar la -ya de por sí débil- ventaja perdida en lo que queda de carrera electoral.
"Victoria técnica para Obama, pero ganó poco", resumía el debate el columnista de The Washington Post Carter Eskew. Y eso que el periodista se reconoció como favorable al candidato demócrata. La revista National Journal llegaba a una conclusión muy similar: "Obama gana el tercer debate pero Romney gana la temporada de debates", tituló su balance final de los tres encuentros televisados de los aspirantes a la Casa Blanca. "Mediante sus firmes actuaciones y el espectacular fracaso en el primer debate (de Obama), Romney se ha deshecho de un obstáculo importante: un número casi decisivo de estadounidenses creen ahora que es una alternativa viable a Obama", justificaba la publicación su análisis.
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