Martha Anaya
La ruptura total entre Dante Delgado y Andrés Manuel López Obrador está a la vista. El fundador de Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), lo dejó ver ayer claramente al buscar el cobijo del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
El distanciamiento entre el veracruzano y el tabasqueño era notorio desde hace meses. Tanto, que aquel domingo 9 de septiembre pasado en que López Obrador anunció en pleno Zócalo capitalino su separación, “sin ruptura” y en los mejores términos de los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Movimiento Ciudadano, Dante ni siquiera estuvo presente (a diferencia del líder petista Alberto Anaya).
Delgado había apostado originalmente a obtener una posición importante en el nuevo partido que está construyendo AMLO con Morena, pero el ex candidato presidencial del Frente Progresista no le abrió la puerta.
Más aún, lo dicho por López Obrador en el Congreso estatal de Zacatecas hace unos días -que Morena será un partido “nuevo, sin vicios, sin influyentismo y sin las lacras de la política”-, fue tomado por Delgado y sus cercanos como una respuesta a sus pretensiones.
Así, Dante echó a andar su plan B: acudir al manto protector -de prestigio y de influencia- de Cárdenas, el fundador del PRD, cuya presencia en el sol azteca vuelve a tomar importancia ante la salida de López Obrador. Y se inventó así la Fundación Lázaro Cárdenas del Río, que ayer presentaron en Casa Lamm.
NI SU NOMBRE PRONUNCIÓ.- En la mesa principal se encontraban Cuauhtémoc Cárdenas, Dante Delgado, Alejandro Chanona, Julio Serna (en representación de Miguel Ángel Mancera) y Eduardo Bárzana, secretario general de la UNAM.
Ante ellos y un centenar de invitados, Dante Delgado -quien sabe leer y escribir entre líneas- no sólo omitió por completo el nombre de Andrés Manuel, sino que hizo patente la superioridad de Cárdenas sobre el tabasqueño. Lean tan sólo este párrafo:
“El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas es la figura central de la transición democrática de México. Su liderazgo y fuerza moral se reconocen en el ámbito nacional e internacional; lo acreditan como el máximo impulsor de la alternancia real y del liderazgo político y social que resquebraja al sistema político mexicano. Al mismo tiempo, lo consignan como el jefe de Gobierno de la Ciudad de México que abre el camino a las sucesivas administraciones progresistas del Distrito Federal, así como a la necesaria participación de nuevos y más amplios segmentos de la sociedad en el ejercicio del poder”.
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SABINES TIENE QUIÉN LO DEFIENDA.- Aunque no lo crean, los senadores Zoé Robledo (PRD) y Roberto Albores (PRI) salieron en defensa del gobernador chiapaneco Juan Sabines para que éste pueda recibir una condecoración que le otorga la Cámara de Comercio de Guatemala “por su política a favor de los migrantes”.
A pesar de las críticas que surgieron del lado de PAN y PRD, el permiso fue avalado por el Senado en votación dividida: 66 a favor, 37 en contra y cinco abstenciones.
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GEMAS: Regalito de Ernesto Cordero a propósito de la presencia de los senadores del PAN en la votación de la reforma laboral: “Vamos a estar todos ahí, muy controladitos de esfínteres”.
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