#YoSoy132 despide a Calderón


Eduardo Ibarra Aguirre 

Una amplia sonrisa, de oreja a oreja como se dice coloquialmente, regaló a los televidentes e invitados especiales la señora Margarita Zavala los últimos 40 minutos del 15 de septiembre en Palacio Nacional.

Estaba muy contenta, pues desfiló con su vestido nuevo encargado para la ocasión a un modisto, supongo que renombrado -el presupuesto da para eso y mucho, muchísimo más-, y recibió feliz los aplausos de los invitados de su marido Felipe Calderón, quien arengó en el momento estelar a los asistentes que no llenaron la plaza del Zócalo pese a cantantes y bailarines que fueron usados como gancho, con las siguientes frases:

“Mexicanos: ¡Vivan los héroes que nos dieron patria! ¡Viva Hidalgo! ¡Viva Morelos! ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez! ¡Viva Allende! ¡Vivan Galeana y los Bravo! ¡Vivan Aldama y Matamoros! ¡Viva la Independencia (con mayúscula en el original) nacional! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!”

Mientras Calderón Hinojosa hizo notables esfuerzos para subir los decibeles e impostar la voz, la sonrisa de Zavala Gómez del Campo permaneció fija hacia el rostro del titular del Ejecutivo, merced a lo que él mismo denominó “Haiga sido como haiga sido”. Y la verdad ya no entendí nada, repasé todos los canales de la televisión abierta “encadenados” en la imagen y en una disputa verbal para someter a prueba la capacidad del respetable para oír lugares más que comunes y de un patrioterismo vulgar, pedestre. El “patriotismo” de los canales estrellas del duopolio permaneció hasta que el gran negocio de una función boxística lo desplazó.

Ahora queda claro que la sonrisa de Zavala en el balcón presidencial no era de alegría sino de nerviosismo, pues en la medida que la arenga fue pronunciada, 3 mil jóvenes -según estima el yucateco Pedro Echeverría- exhibían mantas con mensajes de protesta y gritaban con toda la fuerza de sus potentes pulmones: “¡Asesino/asesino!”. También “¡Fraude/fraude, fuera-Peña/ fuera-Peña!”. Así como “¡México, sin PRI!”. El presunto invitado especial que declinó la invitación gracias a sus buenos previsores.

Además, durante su estancia en el balcón central, en medio de la arenga independentista, el general de cinco estrellas recibió en el rostro las luces verdes hasta de cinco rayos láser que provenían de la plancha del Zócalo.

Los jóvenes de #YoSoy132 le quedaban a Felipe del Sagrado Corazón de Jesús abajo a su izquierda; difícil no verlos ni oírlos. En esa parte, las consignas se oían con mayor fuerza -registran reporteros de la Agencia Proceso, La Jornada y redes sociales, respaldadas con videos-, al sonido de los vivas y el eco que hacían de ellos los miles de personas que se dieron cita en una plaza pasada por agua.

Llama la atención que los 25 mil elementos del Estado Mayor Presidencial, el Ejército, la Marina y la Policía Federal, además de los arcos detectores de metales por los que pasaron los convocados de a pie y hasta los invitados especiales (el miedo no hace distingos), fueron insuficientes para detectar todo el material que usaron los aguerridos jóvenes para protestar.

El malestar presidencial fue tan notorio que algunos medios de información alternativos estiman en 80 el número de detenidos. Rafael Moreno Valle, aliado de Elba Esther Gordillo, no se quedó atrás con 70 arrestados y dos golpeados en la capital poblana.

Diversas fueron las ciudades del país y del extranjero -Vancouver y Berlín, por ejemplo- en las que el movimiento de los jóvenes mostró su músculo movilizador, a la vez contestatario que propositivo, y el 22 y 23 deliberarán en Oaxaca para afinar su ruta.

Y lo que le falta ver y padecer los próximo 72 días a Calderón. Cosecha lo que sembró en seis años, apuntalado por las fuerzas armadas e impuesto por la plutocracia.

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