Edmar Ariel Lezama
El día de hoy será la tercera vez en forma consecutiva que hable sobre el tema, pero la última vez que lo haga en un largo tiempo, ya que espero que con la exposición de hoy queden mis posturas e ideas mucho más claras.
Algunas personas me han dicho que mis datos son falsos, por lo que comenzaré por citar a Guillermo Sheridan, quien en Letras Libres ha publicado una reflexión sobre esa Universidad bajo el título "Ni ni modo", en el cual da la cifra de 28 estudiantes titulados en los primeros diez años de vida. El nivel de deserción ronda el 60% de acuerdo a datos de la misma Rectoría. El número de alumnos inscritos en Posgrados de Calidad de la UNAM, IPN, COLMEX y CIDE es cero. En mi anterior escrito nunca mencioné FLACSO, por eso sigue siendo la cifra cero. La Maestría en "Estudios Latinoamericanos" de la UNAM perdió el registro ante el Consejo de Ciencia y Tecnología (CONACyT) y hasta hoy sigue sin recuperarlo, por lo que el estudiante que mencionan no se encuentra registrado ante tal instancia que califica los Programas y otorga becas. Espero lo concerniente a los datos esté claro ya que todo es verificable.
El segundo asunto a tratar es respecto a mi postura sobre el tema. Mi formación académica me impide pensar en debilitar a la escuela pública, razón por la cual estoy contra el cierre de la misma.
Si la UACM nace para vincular a sectores desfavorecidos hacía una oferta educativa, los paristas cometen dos errores; el primero, negar acceso a clases, a sabiendas que un cierre prolongado perjudica a los hijos de obreros. La nueva dinámica social ha demostrado que jóvenes fuera de un aula por largo tiempo, dificilmente regresan a estudiar, ya que las necesidades más básicas como alimento y vestido se cubren en la vida laboral y no en la inactividad. En segundo lugar, esos paristas en vez de estar encerrados en un plantel de la UACM, podrían acceder a la periferia de la ciudad y proporcionar educación de calidad a esos jóvenes que ni siquiera están inscritos en la UACM. No sabemos si el 60% que deserta sea por lagunas educativas que arrastran a lo largo de su vida. Espero la segunda parte esté aclarada.
En lo concerniente a la Rectoria, algunos a través de correos electrónicos me han dicho que Ester Orozco posee un Título y cédula falsos. La anterior información me resulta poco creible, ya que hasta ahora nadie en la UACM se ha atrevido a denunciar ante las autoridades competentes; de ser ciertos esos dichos, su movimiento ganaría simpatías. En este asunto no pueden alegar intervencionismo de la ciudad de México, ya que se puede llevar a una instancia Federal, pues quien valida esos documentos es la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En el tema de los paristas, sigo creyendo que ellos se han equivocado y caido en la trampa que el Gobierno de la Ciudad de México les ha puesto, ya que al ser autónoma la Universidad, ninguna autoridad local puede sugerir su desaparición. No puede obligarlos a nada, pero si puede introducir personajes cercanos al gobierno capitalino y provocar desestabilización. Nos cuesta aceptarlo, pero incluso en la UNAM existen grupos de partidos políticos como el PRI, PRD o PAN dentro de algunas Facultades e Institutos. ¿Por qué la UACM estaría fuera de esa dinámica?
Los paristas deben entender que una huelga es útil en la vida productiva, pues rompe con el ciclo de producción y desvaloriza a las mercancías; en el ámbito educativo eso no ocurre, ya que sería el equivalente a pensar que un estudiante también es una mercancía, cuando esto no es así.
Los paristan cayeron en la trampa, pues cada vez la sociedad de forma justa y racional podría preguntarse el por qué no hacer un reajuste a la distribución. El eterno problema de la humanidad no resuelto tiene que ver con la escases. Dar todo lo recaudado a la seguridad social en la ciudad de México o compartirlo con la UACM es una pregunta que más de uno se hará en estos días. Los paristas no lo han comprendido y el gobierno perredista en la capital de México sabe que con esas acciones, es cuestión de tiempo para que la UACM cierre, pues quien decida entrar a ella, no tendrá la certeza de un futuro de oportunidades educativas, ya que la población en su conjunto no ve con buenos ojos la acción de lucha, a la vez de que nadie toma la iniciativa de información a la ciudadanía y en su lugar prefieren el atrincheramiento.
Para el gobierno de Marcelo Ebrard la UACM siempre fue un lastre en asuntos de gasto público y no la considera como una alternativa real de educación, o de que otra forma pueden explicar que a sus egresados no se les vincule en la esfera de la política capitalina y toma de decisiones, y en su lugar se contrate a egresados del COLMEX, CIDE, ITAM y en menor medida UNAM. La UACM debe formar cuadros que den soluciones a la ciudad de México y eso hasta hoy no ocurre.
Lo realmente grave es la situación de los jóvenes que están a un paso de la Titulación o de quienes ya cuentan con el certificado. ¿El mercado laboral o alguna otra Universidad los aceptará para que se desarrollen profesionalmente?
En este punto más de uno me dirá que mi postura respecto a la educación es mercantil, pero los paristas han preguntado a toda la comunidad sobre el estilo de vida que desean tener en el futuro sus alumnos. Sacamos de la UACM a alguno de sus estudiantes en ingeniería si afirman que desean laborar para FEMSA, CEMEX, GRUMA o alguna empresa extranjera. Les quitamos la matrícula a quien afirme dentro del área de la salud si desea especializarse en cirugía plástica. Le negamos el acceso a un politólogo que desee ingresar a Grupo Reforma en vez de hacerlo en La Jornada.
Las cosas no pasan por extremos, sino por puntos intermedios. Una escuela cerrada agrava el conflicto y desvaloriza el trabajo que hagan, sumado a las cifras de la primera parte. Hoy la dinámica social es de exigencia educativa, por lo que el cierre perjudica.
Falta de información a la ciudadanía, comenzar por reducir la deserción y aumentarla calidad educativa son los caminos para hacer más fuerte a una escuela. El cierre los lleva a un camino contrario. Entiendan ustedes van a acabar con la UACM.
El día de hoy será la tercera vez en forma consecutiva que hable sobre el tema, pero la última vez que lo haga en un largo tiempo, ya que espero que con la exposición de hoy queden mis posturas e ideas mucho más claras.
Algunas personas me han dicho que mis datos son falsos, por lo que comenzaré por citar a Guillermo Sheridan, quien en Letras Libres ha publicado una reflexión sobre esa Universidad bajo el título "Ni ni modo", en el cual da la cifra de 28 estudiantes titulados en los primeros diez años de vida. El nivel de deserción ronda el 60% de acuerdo a datos de la misma Rectoría. El número de alumnos inscritos en Posgrados de Calidad de la UNAM, IPN, COLMEX y CIDE es cero. En mi anterior escrito nunca mencioné FLACSO, por eso sigue siendo la cifra cero. La Maestría en "Estudios Latinoamericanos" de la UNAM perdió el registro ante el Consejo de Ciencia y Tecnología (CONACyT) y hasta hoy sigue sin recuperarlo, por lo que el estudiante que mencionan no se encuentra registrado ante tal instancia que califica los Programas y otorga becas. Espero lo concerniente a los datos esté claro ya que todo es verificable.
El segundo asunto a tratar es respecto a mi postura sobre el tema. Mi formación académica me impide pensar en debilitar a la escuela pública, razón por la cual estoy contra el cierre de la misma.
Si la UACM nace para vincular a sectores desfavorecidos hacía una oferta educativa, los paristas cometen dos errores; el primero, negar acceso a clases, a sabiendas que un cierre prolongado perjudica a los hijos de obreros. La nueva dinámica social ha demostrado que jóvenes fuera de un aula por largo tiempo, dificilmente regresan a estudiar, ya que las necesidades más básicas como alimento y vestido se cubren en la vida laboral y no en la inactividad. En segundo lugar, esos paristas en vez de estar encerrados en un plantel de la UACM, podrían acceder a la periferia de la ciudad y proporcionar educación de calidad a esos jóvenes que ni siquiera están inscritos en la UACM. No sabemos si el 60% que deserta sea por lagunas educativas que arrastran a lo largo de su vida. Espero la segunda parte esté aclarada.
En lo concerniente a la Rectoria, algunos a través de correos electrónicos me han dicho que Ester Orozco posee un Título y cédula falsos. La anterior información me resulta poco creible, ya que hasta ahora nadie en la UACM se ha atrevido a denunciar ante las autoridades competentes; de ser ciertos esos dichos, su movimiento ganaría simpatías. En este asunto no pueden alegar intervencionismo de la ciudad de México, ya que se puede llevar a una instancia Federal, pues quien valida esos documentos es la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En el tema de los paristas, sigo creyendo que ellos se han equivocado y caido en la trampa que el Gobierno de la Ciudad de México les ha puesto, ya que al ser autónoma la Universidad, ninguna autoridad local puede sugerir su desaparición. No puede obligarlos a nada, pero si puede introducir personajes cercanos al gobierno capitalino y provocar desestabilización. Nos cuesta aceptarlo, pero incluso en la UNAM existen grupos de partidos políticos como el PRI, PRD o PAN dentro de algunas Facultades e Institutos. ¿Por qué la UACM estaría fuera de esa dinámica?
Los paristas deben entender que una huelga es útil en la vida productiva, pues rompe con el ciclo de producción y desvaloriza a las mercancías; en el ámbito educativo eso no ocurre, ya que sería el equivalente a pensar que un estudiante también es una mercancía, cuando esto no es así.
Los paristan cayeron en la trampa, pues cada vez la sociedad de forma justa y racional podría preguntarse el por qué no hacer un reajuste a la distribución. El eterno problema de la humanidad no resuelto tiene que ver con la escases. Dar todo lo recaudado a la seguridad social en la ciudad de México o compartirlo con la UACM es una pregunta que más de uno se hará en estos días. Los paristas no lo han comprendido y el gobierno perredista en la capital de México sabe que con esas acciones, es cuestión de tiempo para que la UACM cierre, pues quien decida entrar a ella, no tendrá la certeza de un futuro de oportunidades educativas, ya que la población en su conjunto no ve con buenos ojos la acción de lucha, a la vez de que nadie toma la iniciativa de información a la ciudadanía y en su lugar prefieren el atrincheramiento.
Para el gobierno de Marcelo Ebrard la UACM siempre fue un lastre en asuntos de gasto público y no la considera como una alternativa real de educación, o de que otra forma pueden explicar que a sus egresados no se les vincule en la esfera de la política capitalina y toma de decisiones, y en su lugar se contrate a egresados del COLMEX, CIDE, ITAM y en menor medida UNAM. La UACM debe formar cuadros que den soluciones a la ciudad de México y eso hasta hoy no ocurre.
Lo realmente grave es la situación de los jóvenes que están a un paso de la Titulación o de quienes ya cuentan con el certificado. ¿El mercado laboral o alguna otra Universidad los aceptará para que se desarrollen profesionalmente?
En este punto más de uno me dirá que mi postura respecto a la educación es mercantil, pero los paristas han preguntado a toda la comunidad sobre el estilo de vida que desean tener en el futuro sus alumnos. Sacamos de la UACM a alguno de sus estudiantes en ingeniería si afirman que desean laborar para FEMSA, CEMEX, GRUMA o alguna empresa extranjera. Les quitamos la matrícula a quien afirme dentro del área de la salud si desea especializarse en cirugía plástica. Le negamos el acceso a un politólogo que desee ingresar a Grupo Reforma en vez de hacerlo en La Jornada.
Las cosas no pasan por extremos, sino por puntos intermedios. Una escuela cerrada agrava el conflicto y desvaloriza el trabajo que hagan, sumado a las cifras de la primera parte. Hoy la dinámica social es de exigencia educativa, por lo que el cierre perjudica.
Falta de información a la ciudadanía, comenzar por reducir la deserción y aumentarla calidad educativa son los caminos para hacer más fuerte a una escuela. El cierre los lleva a un camino contrario. Entiendan ustedes van a acabar con la UACM.
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