Rosalía Vergara / Apro
El dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, aceptó que tienen nuevos retos después de la separación de Andrés Manuel López Obrador del Movimiento Progresista.
Entrevistado al término de la reunión que sostuvo con los 14 dirigentes estatales del PRD que tendrán elecciones el próximo año, dijo que entre otros puntos deben conservar “el caudal” de votos logrados este año, que los reposicionó como segunda fuerza electoral.
Sobre todo, indicó, porque en varios lugares donde la izquierda no tenía presencia, ahora se alcanzó un notable crecimiento, principalmente en el norte del país.
Para ello, en este encuentro destinado a definir su estrategia electoral 2013, Zambrano planteó buscar alianzas con el Partido Acción Nacional (PAN) para ganar elecciones.
“¿Vamos o no a ir en una alianza con el PAN en todas ellas o en algunas o en ninguna? Es algo que tenemos que discutir aquí, que debemos… que debe resultar del intercambio de opiniones, de informaciones, de reflexiones y, desde luego, de propuestas para que podamos tener en todo lo posible al máximo consensuadas nuestra definición y nuestra estrategia”.
Además, propuso acercarse “con sectores amplios de la sociedad” que no definió.
“Los retos que tenemos como partido nacional son muy grandes. Estamos ante una sociedad que reclama la presencia de una izquierda cada vez más fuerte, estamos ante la presencia de una sociedad que ha madurado para grandes cambios, para grandes saltos hacia adelante, en un México en el que se agotó el modelo de desarrollo integral, económico, político, social y cultural”, dijo.
Y estableció que su lucha principal será en el Congreso de la Unión por la pretensión de aprobar la reforma laboral planteada por Felipe Calderón, la cual es regresiva, pero que será contrastada con la presentada el miércoles por el grupo parlamentario del PRD, mediante el coordinador Silvano Aureoles.
“Sigamos trabajando por hacer del PRD el principal partido de la izquierda mexicana y que, por lo tanto también, lleguemos como resultado del 2013 con nuevos triunfos al 2015” y la presidencial en 2018.
Por eso, pidió lanzar las reformas legales para evitar una elección como la pasada donde prevaleció la compra y coacción del voto, así como el evidente rebase de topes de campaña que no vio el Instituto Federal Electoral ni el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pese a que en la impugnación de la elección presidencial fue documentada por la coalición Movimiento Progresista.
“Habrá que hacer también, las reformas legales correspondientes que, justamente, eviten que se repita una elección como la del pasado 1 de julio para que, quien viole los topes de gastos de campaña, para que quien meta –partido o candidato– dinero de procedencia ilícita a las campañas electorales, tengan como una de sus consecuencias indiscutibles e indubitables, la cancelación de sus propios registros, y no que sea como hoy: el haiga sido como haiga sido, te gané con trampa pero te gané, y el tribunal simplemente convalida el resultado de un proceso tramposo.
El dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, aceptó que tienen nuevos retos después de la separación de Andrés Manuel López Obrador del Movimiento Progresista.
Entrevistado al término de la reunión que sostuvo con los 14 dirigentes estatales del PRD que tendrán elecciones el próximo año, dijo que entre otros puntos deben conservar “el caudal” de votos logrados este año, que los reposicionó como segunda fuerza electoral.
Sobre todo, indicó, porque en varios lugares donde la izquierda no tenía presencia, ahora se alcanzó un notable crecimiento, principalmente en el norte del país.
Para ello, en este encuentro destinado a definir su estrategia electoral 2013, Zambrano planteó buscar alianzas con el Partido Acción Nacional (PAN) para ganar elecciones.
“¿Vamos o no a ir en una alianza con el PAN en todas ellas o en algunas o en ninguna? Es algo que tenemos que discutir aquí, que debemos… que debe resultar del intercambio de opiniones, de informaciones, de reflexiones y, desde luego, de propuestas para que podamos tener en todo lo posible al máximo consensuadas nuestra definición y nuestra estrategia”.
Además, propuso acercarse “con sectores amplios de la sociedad” que no definió.
“Los retos que tenemos como partido nacional son muy grandes. Estamos ante una sociedad que reclama la presencia de una izquierda cada vez más fuerte, estamos ante la presencia de una sociedad que ha madurado para grandes cambios, para grandes saltos hacia adelante, en un México en el que se agotó el modelo de desarrollo integral, económico, político, social y cultural”, dijo.
Y estableció que su lucha principal será en el Congreso de la Unión por la pretensión de aprobar la reforma laboral planteada por Felipe Calderón, la cual es regresiva, pero que será contrastada con la presentada el miércoles por el grupo parlamentario del PRD, mediante el coordinador Silvano Aureoles.
“Sigamos trabajando por hacer del PRD el principal partido de la izquierda mexicana y que, por lo tanto también, lleguemos como resultado del 2013 con nuevos triunfos al 2015” y la presidencial en 2018.
Por eso, pidió lanzar las reformas legales para evitar una elección como la pasada donde prevaleció la compra y coacción del voto, así como el evidente rebase de topes de campaña que no vio el Instituto Federal Electoral ni el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pese a que en la impugnación de la elección presidencial fue documentada por la coalición Movimiento Progresista.
“Habrá que hacer también, las reformas legales correspondientes que, justamente, eviten que se repita una elección como la del pasado 1 de julio para que, quien viole los topes de gastos de campaña, para que quien meta –partido o candidato– dinero de procedencia ilícita a las campañas electorales, tengan como una de sus consecuencias indiscutibles e indubitables, la cancelación de sus propios registros, y no que sea como hoy: el haiga sido como haiga sido, te gané con trampa pero te gané, y el tribunal simplemente convalida el resultado de un proceso tramposo.
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