Se despide Marcelo

Martha Anaya

Al final de cuentas, Marcelo Ebrard terminó con el reconocimiento de los partidos, inclusive el de Acción Nacional: “Sin agravios, sin rencores, reconocemos sus logros…”, diría el panista Federico Doring, uno de sus principales críticos.

Sexto y último informe del Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Abrazos y aplausos rubrican el momento en la Asamblea Legislativa. Los invitados se ponen de pie. Manuel Camacho Solís y Ángel Aguirre Rivero, sus amigos, le miran con orgullo; Luis Castro, presidente del Panal, le lleva un guiño de la maestra Elba Esther Gordillo; Alberto Anaya, líder del PT, muestra su agradecimiento con su presencia. El líder del PRD, Jesús Zambrano, anda de gira por España.

Miguel Ángel Mancera, en una ausencia acordada, cedería por completo la plaza a Ebrard para la despedida del primero de los mandatarios capitalinos que concluye sus seis años de gestión (Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador emigraron al quinto año para buscar la presidencia de la República). Ya vendrá su tiempo.

Ebrard se ve relajado, a gusto, confiado ante la “institucionalidad” con que se comportan los opositores. Sube a la tribuna y afirma de entrada: “Hemos cumplido, la ciudad y su gobierno”.

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¡LO LOGRAMOS!- Uno de los pasajes que Ebrard resaltó durante su último mensaje, y se entusiasmó incluso, fue cuando habló de la Línea 12 del Metro. Esa obra difícil y costosa que parecía nunca llegaría a terminarse.

Con un abierto “¡lo logramos!”, anunció que la línea dorada será inaugurada el próximo 30 de octubre. Y de ello dio especial agradecimiento al ahí presente secretario de Comunicaciones, Dionisio Pérez Jácome, quien –dijo- intervino personalmente para que el gobierno federal apoyara con 2 mil millones de pesos para concluir la obra.

Más emotivo aún, el adiós; su agradecimiento a la ciudadanía –a su apoyo, a sus críticas, a su paciencia-, y a su equipo de trabajo. Su mayor satisfacción: “La ciudad dejó de ser el patito feo en la comunidad internacional”. Y el colofón: “La izquierda ha construido en estos 15 años la ciudad más avanzada del país…,¡y el próximo gobierno también será progresista!”

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POR FAVOR, SIN DESFIGUROS.- Le quedan unas cuantas semanas al frente del GDF. Si algo quiere Ebrard para los días que restan de su gobierno, en términos partidistas, es no verse –ni ver a sus compañeros del PRD- haciendo los mismos “desfiguros” de los gobernadores panistas (en funciones y electos) con Enrique Peña Nieto: ir corriendo a rendirle, sonreírle, aplaudirle…, cuando aún ni siquiera ha cruzado la banda presidencial a su pecho.

Se lo dijo a Pascal Beltrán del Río en una espléndida entrevista en Excélsior, lo subrayaban ayer sus colaboradores: Habría que esperar a que Peña rinda su protesta de ley y entre en funciones, porque si no todo queda en un mero aval político y una foto. “¿Y qué gana la izquierda con eso? Nada”, subraya Ebrard.

En esa misma línea de pensamiento están Arturo Núñez, gobernador electo de Tabasco y Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno del DF; incluso el mandatario guerrerense Ángel Aguirre Rivero. No así Graco Ramírez, gobernador electo de Morelos, que al clásico estilo de los “Chuchos” sigue comiendo ansias por aparecer al lado de Peña, cuyo equipo presiona por la prontitud del encuentro.

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GEMAS: Obsequio del presidente electo, Enrique Peña Nieto, tras reunirse con el mandatario guatemalteco Otto Pérez Molina: “Compartía también con el Presidente de Guatemala que me parece que no es casual que de acuerdo a la mitología maya, este año concluye una era en el 2012 y para fortuna los dos gobiernos inician justamente en el 2012”.

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