Apro
Cerca de 200 trabajadores de la educación suspendieron labores en una veintena de planteles de nivel básico, ubicados en la zona conurbada de Acapulco, debido a los niveles de inseguridad y violencia que prevalecen en ese destino turístico y en el resto de la entidad.
Los inconformes argumentaron que la estrategia de seguridad anunciada por el gobernador Ángel Aguirre Rivero no ha inhibido la delincuencia y persisten los secuestros y extorsiones en contra del sector magisterial.
Para los paristas, el operativo Guerrero Seguro no ha funcionado y el ambiente de impunidad y violencia “es peor que el año pasado”, indicó el profesor Bonifacio Sandoval García.
Desde la mañana, decenas de docentes y trabajadores administrativos de la Zona Escolar 36, decidieron suspender labores en cerca de 20 escuelas primarias y secundarias que se encuentran en las colonias Emiliano Zapata y Ciudad Renacimiento, zona controlada por las pandillas porteñas que disputan a sangre y fuego esta importante plaza del Pacífico que se encuentra colapsada por la narcoviolencia.
Los inconformes se congregaron en la sede de la Subcoordinación de Servicios Educativos de la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG), en Acapulco, en demanda de una reunión con autoridades del sector.
En septiembre de 2011, el magisterio porteño emprendió una de las protestas más significativas que se han registrado en la entidad frente a la indolencia y omisión de las autoridades frente a la narcoviolencia.
En ese tiempo, docentes y administrativos que laboran en Acapulco y Coyuca de Benítez cerraron al menos 80 planteles escolares de nivel básico, en protesta por la ola de secuestros, asesinatos y extorsiones en contra del sector magisterial.
Este paro masivo fue la respuesta de los profesores a la actitud mostrada por autoridades estatales, quienes minimizaron una serie de amenazas dirigidas al sector magisterial, donde a través de panfletos los delincuentes exigían 50% del salario percibido por los docentes.
La reacción de las autoridades estatales se enfocó en prometer erradicar la inseguridad en este puerto, así como vigilar y realizar patrullajes constantes en las inmediaciones de las escuelas ubicadas en zonas consideradas bajo el dominio de pandillas al servicio de dos grupos delincuenciales que pelean la plaza.
Estos grupos son el cártel Independiente de Acapulco (Cida), que encabeza el supuesto primo del gobernador, Víctor Aguirre Garzón, y La Barredora, apéndice del cártel de Sinaloa que dirige José Francisco Sosa Vázquez, un exmilitar identificado como El Capi Sosa, y Eder Jair Sosa Carvajal, El Cremas.
No obstante, los profesores que decidieron parar labores este martes 18 argumentaron que la inseguridad y violencia contra el sector magisterial aún persiste, y por ello decidieron abandonar las aulas nuevamente, anunciando que la suspensión de actividades será por tiempo indefinido.
Cerca de 200 trabajadores de la educación suspendieron labores en una veintena de planteles de nivel básico, ubicados en la zona conurbada de Acapulco, debido a los niveles de inseguridad y violencia que prevalecen en ese destino turístico y en el resto de la entidad.
Los inconformes argumentaron que la estrategia de seguridad anunciada por el gobernador Ángel Aguirre Rivero no ha inhibido la delincuencia y persisten los secuestros y extorsiones en contra del sector magisterial.
Para los paristas, el operativo Guerrero Seguro no ha funcionado y el ambiente de impunidad y violencia “es peor que el año pasado”, indicó el profesor Bonifacio Sandoval García.
Desde la mañana, decenas de docentes y trabajadores administrativos de la Zona Escolar 36, decidieron suspender labores en cerca de 20 escuelas primarias y secundarias que se encuentran en las colonias Emiliano Zapata y Ciudad Renacimiento, zona controlada por las pandillas porteñas que disputan a sangre y fuego esta importante plaza del Pacífico que se encuentra colapsada por la narcoviolencia.
Los inconformes se congregaron en la sede de la Subcoordinación de Servicios Educativos de la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG), en Acapulco, en demanda de una reunión con autoridades del sector.
En septiembre de 2011, el magisterio porteño emprendió una de las protestas más significativas que se han registrado en la entidad frente a la indolencia y omisión de las autoridades frente a la narcoviolencia.
En ese tiempo, docentes y administrativos que laboran en Acapulco y Coyuca de Benítez cerraron al menos 80 planteles escolares de nivel básico, en protesta por la ola de secuestros, asesinatos y extorsiones en contra del sector magisterial.
Este paro masivo fue la respuesta de los profesores a la actitud mostrada por autoridades estatales, quienes minimizaron una serie de amenazas dirigidas al sector magisterial, donde a través de panfletos los delincuentes exigían 50% del salario percibido por los docentes.
La reacción de las autoridades estatales se enfocó en prometer erradicar la inseguridad en este puerto, así como vigilar y realizar patrullajes constantes en las inmediaciones de las escuelas ubicadas en zonas consideradas bajo el dominio de pandillas al servicio de dos grupos delincuenciales que pelean la plaza.
Estos grupos son el cártel Independiente de Acapulco (Cida), que encabeza el supuesto primo del gobernador, Víctor Aguirre Garzón, y La Barredora, apéndice del cártel de Sinaloa que dirige José Francisco Sosa Vázquez, un exmilitar identificado como El Capi Sosa, y Eder Jair Sosa Carvajal, El Cremas.
No obstante, los profesores que decidieron parar labores este martes 18 argumentaron que la inseguridad y violencia contra el sector magisterial aún persiste, y por ello decidieron abandonar las aulas nuevamente, anunciando que la suspensión de actividades será por tiempo indefinido.
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