El expresidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, aseguró aquí que pese al crecimiento económico de América Latina, aún persisten problemas graves como la violación de los derechos humanos y la existencia del narcotráfico.
“El crimen organizado ha alcanzado niveles dramáticos en determinadas áreas, amenazando la soberanía territorial del Estado, y la violación de los derechos humanos todavía persiste. El crecimiento económico es condición necesaria, pero no suficiente para que América Latina conquiste su propio desarrollo”, señaló durante una conferencia que ofreció a estudiantes.
En el Auditorio Nacional, el exmandatario brasileño precisó que no basta con crecer, sino que es necesario distribuir la riqueza entre la población más pobre, y para ello es necesario que la clase política tome a ésta como la prioridad principal.
“No basta con crecer, hay que distribuir los frutos del crecimiento, y esto exige políticas específicas. Crecer distribuyendo es la mejor y más consistente forma de crecer”, planteó.
Señaló que cuando estuvo al frente del gobierno “escuchaba a todos los sectores de la sociedad y actuaba. Un día por la mañana –agregó– recibí en mi oficina al señor Carlos Slim y por la tarde a colectores de basura… La prioridad eran los más desprotegidos”.
Añadió:
“Pero ni Slim, ni los grandes empresarios, ni los banqueros necesitan del gobierno, como lo necesitan los pobres… Cuando los pobres reciben dinero, se hacen consumidores. La tiendecita puede vender y contrata más productos de la fábrica, ésta genera empleos y los empleos generan salarios”.
Sin embargo, aclaró, las cosas se complicaron a partir de la crisis económica de 2009, cuando muchos países desarrollados tuvieron elevadas deudas, y eso aún no se ha resuelto “por la falta de liderazgo”.
Subrayó:
“La crisis genera desempleo. Vivimos una crisis grave por falta de liderazgo, porque no es posible que el mundo rico, principalmente Europa, haya dejado que la crisis avanzara. Lo de Grecia se pudo haber resuelto desde 2009, sin embargo, pasó a Portugal, Francia, España, porque no hay instituciones multilaterales que tomen decisiones”.
De acuerdo con Lula Da Silva, los políticos no piensan en los otros países. “Todo el mundo piensa en las próximas elecciones, en las encuestas y popularidad, y a final de cuentas quien paga los platos rotos son los pobres por una crisis causada por los banqueros de Estados Unidos y Europa”, sentenció.
Del tema económico el expresidente brasileño pasó al ámbito social y defendió la participación de los jóvenes en la vida política de los países latinoamericanos.
Aseguró que los gobiernos actuales deben de escuchar la voz de los jóvenes en los procesos políticos, ya que “son parte de la solución de los problemas sociales”.
En medio de los aplausos, lanzó: “Los políticos odian cuando los jóvenes los abuchean porque ni siquiera tienen la inteligencia de analizar que quienes los están abucheando eran los mismos que aplaudían ayer”.
Eso sí, la solución no está en esperar todo de la clase política, sino de descubrir las capacidades que cada uno tiene para salir adelante, dijo. La fórmula es sencilla: estudio y trabajo, añadió.
Según Lula, la plática con los estudiantes mexicanos, en la que estuvo presente el empresario Carlos Slim, fue su primer ponencia tras haber superado un cáncer en la garganta.
Y antes de concluir su ponencia el exmandatario de Brasil se dijo esperanzado por la integración de América Latina.
“En América Latina no hay guerras ni odios religiosos, la democracia se ha convertido en patrimonio común de nuestros pueblos. Existe hoy una nueva América Latina, un continente que ha levantado la cabeza, que se liberó de tutelas internacionales y rescató su soberanía, aprendió a hacerse cada vez más prospero y justo”, subrayó.
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