Los amigos de Calderón

Martha Anaya

Ayer nos amanecimos en Facebook con un texto del senador Javier Corral a propósito de “La carta” -supuestamente personal-, que le envió a Felipe Calderón el pasado 1 de septiembre en respuesta a la acusación de “cobarde” que le asestó el Presidente de la República durante una cena con legisladores del blanquiazul a la que el chihuahuense no asistió.

El texto se titula “La carta; el presidente intocado”. Y comienza elucubrando sobre la posible razón de la filtración de su misiva a Calderón. Según Corral, la idea principal de la filtración era “atajar, o por lo menos distraer” la declaración de Calderón en Vladivostok acerca de que “algunos compañeros” del partido lo presionaron para que apoyara, mucho más allá de los límites legales, a Josefina Vázquez Mota. Tema que levantó ámpula entre los josefinistas.

Siguiendo su razonamiento, ¿quién fue el “amigo” o “amiga” que filtró la carta de Corral para crear la cortina de humo? La respuesta la desliza el senador del PAN en este párrafo: “Conozco perfectamente la forma de operar de Los Pinos para revertir críticas y de la sangre fría que se ha desarrollado en su área de comunicación social para falsear, intrigar y calumniar, incluso, a los propios compañeros de partido”. En pocas palabras, apunta hacia Alejandra Sota.

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DEL EMBATE DE CORDERO.- Al comentar las reacciones a su carta dentro del PAN, Corral menciona con nombre y apellido a quien tomó la delantera en el embate del calderonismo: Ernesto Cordero, su actual coordinador en el Senado.

A Cordero lo describe y le responde así en su texto: “Poco diestro en el uso del lenguaje y ayuno de algunos recursos intelectuales en lo político, substituyó de inmediato el argumento con el improperio; todo se debía a que soy un político frustrado, fue su explicación.

“En su visión -añade Corral-, el presidente Calderón no puede, ni debe recibir una crítica como la que le enderecé en mi carta, el Presidente de la República es intocable, sólo él tiene dignidad humana que debe ser respetada; si el Presidente de la República le llama a uno de sus senadores ‘cobarde’, no tiene la menor importancia. La síntesis de la incondicionalidad, por encima de la razón, y por debajo de la dignidad”.

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SIMPLEMENTE ES MISERABLE.- Juan Ignacio Zavala también le entró al tema de “la carta” desde su espacio en Milenio. En su opinión, ante el “vacío” generado por la dirigencia actual, éste ha comenzado a llenarse, y el paso adelante lo dio precisamente Javier Corral, “rey de las plurinominales, hombre de escasas filias y múltiples fobias, dueño de un amplio vocabulario, de un alma envenenada y de una crisis de personalidad que lo hace suspirar por aparecer en la portada de cualquier medio”.

Este chihuahuense, sostiene Zavala, “ha decidido lanzarse por la presidencia del partido a partir de una maniobra: filtrar una carta llena de insultos dirigida al presidente Calderón. A partir de eso Corral construirá y buscará el liderazgo del anticalderonismo. De eso trata su misiva”.

Pródigo en adjetivos y descripciones a lo largo del artículo, Juan Ignacio concluye su escrito con estas frases: “Así inicia su campaña Javier Corral: designando un grupo adversario y dispuesto a construir desde la envidia y el rencor y, por lo mismo, tendrá seguidores. Dice Corral que entre sus características no está la de cobarde. Puede ser. Simplemente es miserable”.

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GEMAS: Amoroso regalito de Andrés Manuel López Obrador: “Nosotros no nos peleamos con nadie, si acaso hacemos el cuestionamiento a los de arriba, a los que mandan en el país y a sus empleados, Peña Nieto y otros, y también algunos medios de comunicación que están al servicio del régimen; pero por lo general no nos peleamos…”.

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