La Jornada
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivera, confirmó que los 16 cuerpos hallados en el interior de una camioneta en el municipio de Coyuca de Catalán, en la región de Tierra Caliente, corresponden a personas originarias de Michoacán, que murieron luego de un enfrentamiento en esa región.
“Tengo la información preliminar que se trata de un enfrentamiento que se dio entre dos grupos y que éstos eran de Michoacán”, expresó el mandatario estatal.
En entrevista, para el Universal, dijo que en la reunión que tendrá el día de mañana con el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, solicitará reforzar más el “Operativo Guerrero Seguro” en la región de Tierra Caliente, porque el sentir de la población es que no ha funcionado.
“Esto, desde luego, nos lleva a la necesidad de reforzar más el ‘Operativo Guerrero Seguro’ en la zona de Tierra Caliente, porque lo debo de decir sin cortapisas, la verdad es que en Tierra Caliente no se ha percibido lo necesario del operativo; es una demanda y una expresión que predomina entre muchos miembros de la sociedad, de reforzar el operativo y lo platicaremos mañana con el secretario de Gobernación”, manifestó Aguirre Rivera.
El subprocurador de justica del estado de Guerrero, Fernando Monreal Leyva, confirmó que hoy alrededor de las 9 de la mañana fueron hallados los cuerpos sin vida de 16 personas en la región de Tierra Caliente.
El funcionario manifestó que se recibió una llamada telefónica anónima, en donde se informaba que en las afueras de la cabezara municipal de Coyuca de Catalán se encontraban 16 cuerpos en una camioneta de redilas abandonada.
El vehículo se encontró a las 7 horas sobre la carretera federal que comunica Coyuca de Catalán con el municipio de Ajuchitlán del Progreso.
En el sitio había un mensaje con la supuesta firma del grupo delictivo La Familia, dirigido contra Los Caballeros Templarios, a los que se advierte de un recrudecimiento de la violencia en esta zona por la disputa de la plaza, que colinda con Michoacán y el Estado de México.
Hasta el momento se desconoce la identidad de los ejecutados y apenas se iniciaron las investigaciones respectivas.
Los cadáveres estaban unos sobre otros, atados de pies y manos, con los ojos vendados, presentaban huellas de tortura y múltiples disparos, que hace suponer que fueron acribillados.
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivera, confirmó que los 16 cuerpos hallados en el interior de una camioneta en el municipio de Coyuca de Catalán, en la región de Tierra Caliente, corresponden a personas originarias de Michoacán, que murieron luego de un enfrentamiento en esa región.
“Tengo la información preliminar que se trata de un enfrentamiento que se dio entre dos grupos y que éstos eran de Michoacán”, expresó el mandatario estatal.
En entrevista, para el Universal, dijo que en la reunión que tendrá el día de mañana con el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, solicitará reforzar más el “Operativo Guerrero Seguro” en la región de Tierra Caliente, porque el sentir de la población es que no ha funcionado.
“Esto, desde luego, nos lleva a la necesidad de reforzar más el ‘Operativo Guerrero Seguro’ en la zona de Tierra Caliente, porque lo debo de decir sin cortapisas, la verdad es que en Tierra Caliente no se ha percibido lo necesario del operativo; es una demanda y una expresión que predomina entre muchos miembros de la sociedad, de reforzar el operativo y lo platicaremos mañana con el secretario de Gobernación”, manifestó Aguirre Rivera.
El subprocurador de justica del estado de Guerrero, Fernando Monreal Leyva, confirmó que hoy alrededor de las 9 de la mañana fueron hallados los cuerpos sin vida de 16 personas en la región de Tierra Caliente.
El funcionario manifestó que se recibió una llamada telefónica anónima, en donde se informaba que en las afueras de la cabezara municipal de Coyuca de Catalán se encontraban 16 cuerpos en una camioneta de redilas abandonada.
El vehículo se encontró a las 7 horas sobre la carretera federal que comunica Coyuca de Catalán con el municipio de Ajuchitlán del Progreso.
En el sitio había un mensaje con la supuesta firma del grupo delictivo La Familia, dirigido contra Los Caballeros Templarios, a los que se advierte de un recrudecimiento de la violencia en esta zona por la disputa de la plaza, que colinda con Michoacán y el Estado de México.
Hasta el momento se desconoce la identidad de los ejecutados y apenas se iniciaron las investigaciones respectivas.
Los cadáveres estaban unos sobre otros, atados de pies y manos, con los ojos vendados, presentaban huellas de tortura y múltiples disparos, que hace suponer que fueron acribillados.
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