Roberto Garduño y Enrique Méndez / La Jornada
Luego de ser instalada la 62 Legislatura, las labores en la Cámara de Diputados se encuentran retrasadas –como cada tres años– debido a la negociación y el reparto de comisiones ordinarias, las cuales representan para los partidos políticos el control de temas sustantivos y coyunturales, porque ahí incluyen sus agendas e intereses particulares.
Tal realidad se manifiesta en toda su complejidad en la Comisión de Radio y Televisión, convertida en jugoso botín de la telebancada, que tiene su génesis en el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Sus integrantes, en buena parte, son enviados de los monopolios del sector, Televisa y Televisión Azteca, cuyos intereses defienden, al abrigo de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT).
La negociación y el reparto se complican porque la recomposición de la Cámara de Diputados exige cambios y enroques en las presidencias de las 44 comisiones ordinarias, en las cuales se elaboran las iniciativas de ley que son enviadas al pleno para su aprobación final.
La disputa es tan cerrada, que ahora se pretende –por iniciativa del PRI– agregar 11 nuevas comisiones ordinarias para llegar a un total de 55, y de esa forma satisfacer las demandas de todos los partidos por encabezar grupos de trabajo con capacidad de dictaminar.
Se espera que el acuerdo de reparto concluya al final de septiembre, porque la confrontación por esos espacios se enmarca en las presiones que cada bancada imprime para sacar ventaja, argumentando, sobre todo, que el número de representantes por partido determinará el rumbo de la negociación: a mayor número, más comisiones de relevancia.
De esa forma, las resistencias se manifiestan en el interés que despiertan entre las bancadas de PRI, PAN y PRD las presidencias de las comisiones de Presupuesto, Agricultura, Trabajo y Previsión Social, Educación, Gobernación, Puntos Constitucionales, Recursos Hidráulicos y Relaciones Exteriores.
La perla de la disputa es la de Presupuesto, que por usos y costumbres ha encabezado el PRI en las últimas cuatro legislaturas. Este grupo de trabajo es el encargado de definir los montos de recursos públicos para los proyectos y programas de las dependencias del gobierno federal.
Con el inminente cambio de régimen panista a priísta, el tricolor se enfila por la ruta de conservar la presidencia de esa comisión. No obstante, el PRD considera que por el número de legisladores que tiene, le toca encabezar dicho grupo de trabajo, y ha sugerido al PRI que ahora se encargue de la Comisión de Hacienda (por años en manos del PAN) y que el blanquiazul presida la Comisión de Vigilancia.
En San Lázaro, las tres principales comisiones ordinarias son, precisamente, por orden de importancia, la de Presupuesto, la de Hacienda y la de Vigilancia.
Las presiones también se develan en torno a la Comisión de Puntos Constitucionales, que el sol azteca encabezó en la pasada legislatura y ahora el PRI pretende presidir junto a la de Gobernación, que formó parte del paquete que el blanquiazul tuvo en los pasados tres años.
También existe conflicto por la Comisión de Radio y Televisión. El PVEM trata de seguir controlándola, pero el PRD argumenta que tiene casi cuatro veces más diputados que la bancada pevemista, y ahora tienen en Purificación Carpinteyro (ex subsecretaria de Comunicaciones) a una especialista con el perfil necesario para presidirla.
El PRI insiste –en las negociaciones que han encabezado Francisco Arroyo Vieyra y Marco Antonio Bernal– en quedarse con la Comisión de Gobernación, que forma parte de las cartas que ha puesto el panismo sobre la mesa como prioridad. Los priístas tratan de dejar la de Radio y Televisión en manos del PVEM.
Además desean presidir las comisiones de Agricultura y de Trabajo. Insisten en el tema por su estrecha vinculación con los sectores del sindicalismo corporativo y las organizaciones campesinas.
En la negociación con el sol azteca, el PRI trata de quedarse con la Comisión de Puntos Constitucionales, aduciendo que en la pasada legislatura el ministro en retiro Juventino Castro y Castro sí tenía las cualidades y los conocimientos necesarios para encabezarla, y ahora el PRD carece de un personaje con esas características.
La respuesta del sol azteca es que en su bancada se encuentran abogados jóvenes con maestría capaces de encabezar tan importante grupo de trabajo.
Hasta ahora el PAN no ha descartado que le interese mantener la Comisión de Hacienda. Los panistas además pelean contra el tricolor por conservar la Comisión de Gobernación, y ambos se disputan las del Trabajo, de Comunicaciones y de Educación.
Batalla en el Senado
Andrea Becerril
Los grupos parlamentarios en el Senado están inmersos en la pelea por el reparto de las comisiones de trabajo –como cada seis años al inicio de legislatura–, y aunque el coordinador de los priístas, Emilio Gamboa Patrón, aseguró que no se van a avorazar, disputan al Partido Acción Nacional (PAN), segunda bancada más numerosa, las más importantes, entre ellas las de Hacienda, Puntos Constitucionales, Gobernación, Justicia y Relaciones Exteriores.
La batalla es fuerte porque presidir una comisión no sólo implica participar directamente en el dictamen de iniciativas y trato directo con secretarios de Estado y otros funcionarios, sino recursos económicos extras, cuyo monto se mantiene en la opacidad.
Una de las que están en disputa es la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, toda vez que el PAN y los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) se oponen a que la presidencia de la misma se asigne al Verde Ecologista de México (PVEM), donde se ubican la mayoría de los senadores de la llamada telebancada, ligados a las televisoras, como Ninfa Salinas, hija del dueño de Tv Azteca, y Juan Gerardo Flores.
En la primera sesión de la legislatura, el pasado 6 de septiembre, el coordinador petista Manuel Bartlett demandó que haya equidad en el reparto de las 59 comisiones y en los recursos asignados a los grupos parlamentarios, pero el criterio que se impondrá, según han dejado claro tanto Gamboa como el panista Ernesto Cordero, es que será con base en la fuerza que representen.
El tricolor cuenta con 52 senadores, y el cálculo que ha hecho Gamboa es que le corresponde presidir 24 comisiones, sobre todo aquellas que le permitan impulsar las iniciativas de Enrique Peña Nieto. El blanquiazul, con 38 legisladores, tendría la presidencia de 19 o 20; el sol azteca de 11; el PVEM de tres, y el PT de dos.
Aunque no hay aún negociación formal, se ha introducido en la discusión la posibilidad de disminuir el exagerado número de grupos de trabajo, ya que atomizan la labor legislativa y encarecen el costo del Senado.
En realidad son 30 las comisiones ordinarias que existen por ley y que se refieren a la esencia del trabajo legislativo en sí, pero a partir de 2000, por acuerdo parlamentario, se crearon otras 29.
Duplicidad de funciones
El ex senador Ricardo Monreal comentó que en 2006 se aumentó el número de comisiones para que los coordinadores de PRI, Manlio Fabio Beltrones; PAN, Santiago Creel, y PRD, Carlos Navarrete, pudieran repartir más posiciones políticas entre sus compañeros de bancada.
Fue el caso de la Comisión de Desarrollo Rural, creada ex profeso para que la presidiera el priísta Heladio Ramírez, ya que el PAN no quería soltar la de Agricultura y Ganadería, que se le había destinado a Alberto Cárdenas, quien poco después la dejó para irse como titular precisamente de la Sagarpa.
Hay duplicidad de funciones, toda vez que a las comisiones de Agricultura y de Desarrollo Rural se suman la de Recursos Hidráulicos y Reforma Agraria.
Pese a lo anterior, en la sesión del pasado 6 de septiembre, el panista Ernesto Ruffo demandó crear la comisión de pesca y acuacultura sustentable, desagregándola de la actual Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca.
Hay ocho comisiones de Relaciones Exteriores. Tres de ellas, la de África, la de Organismos Internacionales y la de Organizaciones no Gubernamentales, apenas contaron con tres y cuatro senadores, lo que contrasta con los 15 de la de Puntos Constitucionales. El caso extremo fue la de Límites de las Entidades Federativas, con sólo dos integrantes.
El PAN tendrá que dejar la Comisión de Hacienda, que presidió en la pasada legislatura, cuando contaba con 50 senadores. Ahora sólo tiene 38, y la bancada del PRD, que tiene 22, uno menos que en 2006, peleará por mantener la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía y la de Desarrollo Social, además de lograr la de Derechos Humanos, según comentó el coordinador Luis Miguel Barbosa.
Luego de ser instalada la 62 Legislatura, las labores en la Cámara de Diputados se encuentran retrasadas –como cada tres años– debido a la negociación y el reparto de comisiones ordinarias, las cuales representan para los partidos políticos el control de temas sustantivos y coyunturales, porque ahí incluyen sus agendas e intereses particulares.
Tal realidad se manifiesta en toda su complejidad en la Comisión de Radio y Televisión, convertida en jugoso botín de la telebancada, que tiene su génesis en el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Sus integrantes, en buena parte, son enviados de los monopolios del sector, Televisa y Televisión Azteca, cuyos intereses defienden, al abrigo de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT).
La negociación y el reparto se complican porque la recomposición de la Cámara de Diputados exige cambios y enroques en las presidencias de las 44 comisiones ordinarias, en las cuales se elaboran las iniciativas de ley que son enviadas al pleno para su aprobación final.
La disputa es tan cerrada, que ahora se pretende –por iniciativa del PRI– agregar 11 nuevas comisiones ordinarias para llegar a un total de 55, y de esa forma satisfacer las demandas de todos los partidos por encabezar grupos de trabajo con capacidad de dictaminar.
Se espera que el acuerdo de reparto concluya al final de septiembre, porque la confrontación por esos espacios se enmarca en las presiones que cada bancada imprime para sacar ventaja, argumentando, sobre todo, que el número de representantes por partido determinará el rumbo de la negociación: a mayor número, más comisiones de relevancia.
De esa forma, las resistencias se manifiestan en el interés que despiertan entre las bancadas de PRI, PAN y PRD las presidencias de las comisiones de Presupuesto, Agricultura, Trabajo y Previsión Social, Educación, Gobernación, Puntos Constitucionales, Recursos Hidráulicos y Relaciones Exteriores.
La perla de la disputa es la de Presupuesto, que por usos y costumbres ha encabezado el PRI en las últimas cuatro legislaturas. Este grupo de trabajo es el encargado de definir los montos de recursos públicos para los proyectos y programas de las dependencias del gobierno federal.
Con el inminente cambio de régimen panista a priísta, el tricolor se enfila por la ruta de conservar la presidencia de esa comisión. No obstante, el PRD considera que por el número de legisladores que tiene, le toca encabezar dicho grupo de trabajo, y ha sugerido al PRI que ahora se encargue de la Comisión de Hacienda (por años en manos del PAN) y que el blanquiazul presida la Comisión de Vigilancia.
En San Lázaro, las tres principales comisiones ordinarias son, precisamente, por orden de importancia, la de Presupuesto, la de Hacienda y la de Vigilancia.
Las presiones también se develan en torno a la Comisión de Puntos Constitucionales, que el sol azteca encabezó en la pasada legislatura y ahora el PRI pretende presidir junto a la de Gobernación, que formó parte del paquete que el blanquiazul tuvo en los pasados tres años.
También existe conflicto por la Comisión de Radio y Televisión. El PVEM trata de seguir controlándola, pero el PRD argumenta que tiene casi cuatro veces más diputados que la bancada pevemista, y ahora tienen en Purificación Carpinteyro (ex subsecretaria de Comunicaciones) a una especialista con el perfil necesario para presidirla.
El PRI insiste –en las negociaciones que han encabezado Francisco Arroyo Vieyra y Marco Antonio Bernal– en quedarse con la Comisión de Gobernación, que forma parte de las cartas que ha puesto el panismo sobre la mesa como prioridad. Los priístas tratan de dejar la de Radio y Televisión en manos del PVEM.
Además desean presidir las comisiones de Agricultura y de Trabajo. Insisten en el tema por su estrecha vinculación con los sectores del sindicalismo corporativo y las organizaciones campesinas.
En la negociación con el sol azteca, el PRI trata de quedarse con la Comisión de Puntos Constitucionales, aduciendo que en la pasada legislatura el ministro en retiro Juventino Castro y Castro sí tenía las cualidades y los conocimientos necesarios para encabezarla, y ahora el PRD carece de un personaje con esas características.
La respuesta del sol azteca es que en su bancada se encuentran abogados jóvenes con maestría capaces de encabezar tan importante grupo de trabajo.
Hasta ahora el PAN no ha descartado que le interese mantener la Comisión de Hacienda. Los panistas además pelean contra el tricolor por conservar la Comisión de Gobernación, y ambos se disputan las del Trabajo, de Comunicaciones y de Educación.
Batalla en el Senado
Andrea Becerril
Los grupos parlamentarios en el Senado están inmersos en la pelea por el reparto de las comisiones de trabajo –como cada seis años al inicio de legislatura–, y aunque el coordinador de los priístas, Emilio Gamboa Patrón, aseguró que no se van a avorazar, disputan al Partido Acción Nacional (PAN), segunda bancada más numerosa, las más importantes, entre ellas las de Hacienda, Puntos Constitucionales, Gobernación, Justicia y Relaciones Exteriores.
La batalla es fuerte porque presidir una comisión no sólo implica participar directamente en el dictamen de iniciativas y trato directo con secretarios de Estado y otros funcionarios, sino recursos económicos extras, cuyo monto se mantiene en la opacidad.
Una de las que están en disputa es la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, toda vez que el PAN y los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) se oponen a que la presidencia de la misma se asigne al Verde Ecologista de México (PVEM), donde se ubican la mayoría de los senadores de la llamada telebancada, ligados a las televisoras, como Ninfa Salinas, hija del dueño de Tv Azteca, y Juan Gerardo Flores.
En la primera sesión de la legislatura, el pasado 6 de septiembre, el coordinador petista Manuel Bartlett demandó que haya equidad en el reparto de las 59 comisiones y en los recursos asignados a los grupos parlamentarios, pero el criterio que se impondrá, según han dejado claro tanto Gamboa como el panista Ernesto Cordero, es que será con base en la fuerza que representen.
El tricolor cuenta con 52 senadores, y el cálculo que ha hecho Gamboa es que le corresponde presidir 24 comisiones, sobre todo aquellas que le permitan impulsar las iniciativas de Enrique Peña Nieto. El blanquiazul, con 38 legisladores, tendría la presidencia de 19 o 20; el sol azteca de 11; el PVEM de tres, y el PT de dos.
Aunque no hay aún negociación formal, se ha introducido en la discusión la posibilidad de disminuir el exagerado número de grupos de trabajo, ya que atomizan la labor legislativa y encarecen el costo del Senado.
En realidad son 30 las comisiones ordinarias que existen por ley y que se refieren a la esencia del trabajo legislativo en sí, pero a partir de 2000, por acuerdo parlamentario, se crearon otras 29.
Duplicidad de funciones
El ex senador Ricardo Monreal comentó que en 2006 se aumentó el número de comisiones para que los coordinadores de PRI, Manlio Fabio Beltrones; PAN, Santiago Creel, y PRD, Carlos Navarrete, pudieran repartir más posiciones políticas entre sus compañeros de bancada.
Fue el caso de la Comisión de Desarrollo Rural, creada ex profeso para que la presidiera el priísta Heladio Ramírez, ya que el PAN no quería soltar la de Agricultura y Ganadería, que se le había destinado a Alberto Cárdenas, quien poco después la dejó para irse como titular precisamente de la Sagarpa.
Hay duplicidad de funciones, toda vez que a las comisiones de Agricultura y de Desarrollo Rural se suman la de Recursos Hidráulicos y Reforma Agraria.
Pese a lo anterior, en la sesión del pasado 6 de septiembre, el panista Ernesto Ruffo demandó crear la comisión de pesca y acuacultura sustentable, desagregándola de la actual Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca.
Hay ocho comisiones de Relaciones Exteriores. Tres de ellas, la de África, la de Organismos Internacionales y la de Organizaciones no Gubernamentales, apenas contaron con tres y cuatro senadores, lo que contrasta con los 15 de la de Puntos Constitucionales. El caso extremo fue la de Límites de las Entidades Federativas, con sólo dos integrantes.
El PAN tendrá que dejar la Comisión de Hacienda, que presidió en la pasada legislatura, cuando contaba con 50 senadores. Ahora sólo tiene 38, y la bancada del PRD, que tiene 22, uno menos que en 2006, peleará por mantener la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía y la de Desarrollo Social, además de lograr la de Derechos Humanos, según comentó el coordinador Luis Miguel Barbosa.
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