Arturo Ángel / 24 Horas
Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, líder del Cártel del Golfo, ordenó en 2010 el homicidio del entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, ya que supuestamente se negó a proteger las inversiones que permitían lavar las ganancias del tráfico de drogas.
Autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) revelaron a 24 HORAS que las investigaciones, apoyadas en el intercambio de información con la DEA, así como en declaraciones recientes de un ex empresario tamaulipeco y testigo colaborador, apuntan a que fue la cúpula de Cártel del Golfo, ya bajo el control de El Coss, la que ordenó la ejecución del político.
El crimen fue perpetrado por sicarios pertenecientes directamente al grupo de seguridad de Costilla Sánchez, quienes portando uniformes similares a los de la Marina, emboscaron el convoy del candidato priista cuando se dirigía al Aeropuerto de Ciudad Victoria, el 28 de junio de 2010.
En su presentación ante medios de comunicación, tras ser detenido la semana pasada, El Coss apareció junto con varios de sus sicarios, algunos de ellos vistiendo uniformes parecidos a los de la infantería de Marina.
La línea de investigación indica que Costilla Sánchez ordenó por iniciativa propia el crimen del candidato, ya que supuestamente representaba una “amenaza” a la red de negocios e inversiones sobretodo en el área de bienes raíces y de la construcción, a través de la cual se lavaban millones de dólares provenientes del trasiego de la droga.
Se trata de negocios que se consolidaron gracias al apoyo del ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, y que continuaron con su sucesor, Eugenio Hernández.
Desde 2009, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) indaga esta red en la que supuestamente están involucradas más de 25 personas, pero cuyo operador principal es el empresario Fernando Cano Martínez, quien actualmente cuenta con una orden de localización girada por el Ministerio Público.
Las inversiones para lavar los recursos incluían la creación de empresas de bienes raíces en los Estados Unidos, principalmente en Texas, en donde se adquirieron diversas propiedades. Un terreno en Houston y un condominio en Isla del Padre fueron incautados por el Departamento de Justicia en mayo.
Las advertencias
El testigo colaborador, quien en realidad es un empresario mexicano bajo protección federal en los EU, señaló en sus declaraciones que gente cercana al ex gobernador Yarrington advirtió a los narcotraficantes que Torre Cantú no tenía la intención de dar continuidad a los “negocios”, sobre todo de bienes raíces.
En los primeros meses del 2010, según los testimonios, El Coss fue alertado de que Los Zetas intentaban acercarse al candidato y que a través de unos intermediarios, identificados como Antonio y Alfonso Peña Arguelles, le habían enviado una dádiva cercana a los cinco millones de dólares.
En junio de ese mismo año, unas semanas antes de las elecciones, Rodolfo Torre Cantú fue asesinado por sicarios disfrazados de efectivos de la Marina, cuando se desplazaba junto con su equipo al Aeropuerto de Ciudad Victoria, para acudir a un evento de campaña en el municipio de Matamoros.
En la PGR indicaron que en los próximos días el fiscal de la SIEDO interrogará por este caso a Costilla Sánchez, quien se encuentra cumpliendo con una orden de arraigo girada por un juez federal. Por el homicidio del candidato se encuentran abiertas las averiguaciones PGR/DGCAP/ZC/-IV/093/2010 y la relacionada PGR/SIEDO/UEIDCS/510/2011.
De igual forma serán interrogados los diez sicarios que fueron arraigados junto con el capo, ya que no se descarta que alguno hubiera participado directamente en el homicidio.
La otra versión del crimen
Por el caso del homicidio de Rodolfo Torre Cantú, las autoridades federales tienen abierta otra línea de investigación que apunta a que fueron Los Zetas quienes habían asesinado al candidato al gobierno de Tamaulipas, luego de que supuestamente pretendía favorecer a sus antagonistas del Cártel del Golfo.
El crimen habría sido ordenado por Miguel Treviño Morales, El L-40, luego de enterarse que Torre Cantú se negó a sostener un encuentro con ellos, pese al soborno de cinco millones de dólares que le envió con los hermanos Peña Arguelles. Otra versión señala que en realidad los intermediarios se quedaron con el dinero.
Sin embargo, en noviembre del año pasado fue abandonado en Nuevo Laredo el cuerpo de Alfonso Peña Arguelles, junto con una manta supuestamente firmada por Los Zetas y en la que se acusaba a su hermano Antonio Peña, a Tomás Yarrington y al Cártel del Golfo, del asesinato de Torre Cantú.
LA EJECUCIÓN PROFESIONAL
Rodolfo Torre Cantú, candidato al gobierno de Tamaulipas, fue asesinado el 28 de junio de 2010 junto con sus acompañantes Enrique Blackmore Smer, Luis Gerardo Soltero Zubiate, Rubén López Zúñiga y Francisco David López Catache, cuando se dirigía al aeropuerto de Ciudad Victoria por la carretera Soto la Marina.
El crimen lo cometieron al menos 14 sujetos fuertemente armados, vestidos como elementos de la Marina, quienes le cerraron el paso a su convoy utilizando un tractocamión. En la zona del crimen los sicarios utilizaron bloqueadores de señal, que impidieron que los escoltas del candidato pidieran apoyo vía radio.
Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, líder del Cártel del Golfo, ordenó en 2010 el homicidio del entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, ya que supuestamente se negó a proteger las inversiones que permitían lavar las ganancias del tráfico de drogas.
Autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) revelaron a 24 HORAS que las investigaciones, apoyadas en el intercambio de información con la DEA, así como en declaraciones recientes de un ex empresario tamaulipeco y testigo colaborador, apuntan a que fue la cúpula de Cártel del Golfo, ya bajo el control de El Coss, la que ordenó la ejecución del político.
El crimen fue perpetrado por sicarios pertenecientes directamente al grupo de seguridad de Costilla Sánchez, quienes portando uniformes similares a los de la Marina, emboscaron el convoy del candidato priista cuando se dirigía al Aeropuerto de Ciudad Victoria, el 28 de junio de 2010.
En su presentación ante medios de comunicación, tras ser detenido la semana pasada, El Coss apareció junto con varios de sus sicarios, algunos de ellos vistiendo uniformes parecidos a los de la infantería de Marina.
La línea de investigación indica que Costilla Sánchez ordenó por iniciativa propia el crimen del candidato, ya que supuestamente representaba una “amenaza” a la red de negocios e inversiones sobretodo en el área de bienes raíces y de la construcción, a través de la cual se lavaban millones de dólares provenientes del trasiego de la droga.
Se trata de negocios que se consolidaron gracias al apoyo del ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, y que continuaron con su sucesor, Eugenio Hernández.
Desde 2009, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) indaga esta red en la que supuestamente están involucradas más de 25 personas, pero cuyo operador principal es el empresario Fernando Cano Martínez, quien actualmente cuenta con una orden de localización girada por el Ministerio Público.
Las inversiones para lavar los recursos incluían la creación de empresas de bienes raíces en los Estados Unidos, principalmente en Texas, en donde se adquirieron diversas propiedades. Un terreno en Houston y un condominio en Isla del Padre fueron incautados por el Departamento de Justicia en mayo.
Las advertencias
El testigo colaborador, quien en realidad es un empresario mexicano bajo protección federal en los EU, señaló en sus declaraciones que gente cercana al ex gobernador Yarrington advirtió a los narcotraficantes que Torre Cantú no tenía la intención de dar continuidad a los “negocios”, sobre todo de bienes raíces.
En los primeros meses del 2010, según los testimonios, El Coss fue alertado de que Los Zetas intentaban acercarse al candidato y que a través de unos intermediarios, identificados como Antonio y Alfonso Peña Arguelles, le habían enviado una dádiva cercana a los cinco millones de dólares.
En junio de ese mismo año, unas semanas antes de las elecciones, Rodolfo Torre Cantú fue asesinado por sicarios disfrazados de efectivos de la Marina, cuando se desplazaba junto con su equipo al Aeropuerto de Ciudad Victoria, para acudir a un evento de campaña en el municipio de Matamoros.
En la PGR indicaron que en los próximos días el fiscal de la SIEDO interrogará por este caso a Costilla Sánchez, quien se encuentra cumpliendo con una orden de arraigo girada por un juez federal. Por el homicidio del candidato se encuentran abiertas las averiguaciones PGR/DGCAP/ZC/-IV/093/2010 y la relacionada PGR/SIEDO/UEIDCS/510/2011.
De igual forma serán interrogados los diez sicarios que fueron arraigados junto con el capo, ya que no se descarta que alguno hubiera participado directamente en el homicidio.
La otra versión del crimen
Por el caso del homicidio de Rodolfo Torre Cantú, las autoridades federales tienen abierta otra línea de investigación que apunta a que fueron Los Zetas quienes habían asesinado al candidato al gobierno de Tamaulipas, luego de que supuestamente pretendía favorecer a sus antagonistas del Cártel del Golfo.
El crimen habría sido ordenado por Miguel Treviño Morales, El L-40, luego de enterarse que Torre Cantú se negó a sostener un encuentro con ellos, pese al soborno de cinco millones de dólares que le envió con los hermanos Peña Arguelles. Otra versión señala que en realidad los intermediarios se quedaron con el dinero.
Sin embargo, en noviembre del año pasado fue abandonado en Nuevo Laredo el cuerpo de Alfonso Peña Arguelles, junto con una manta supuestamente firmada por Los Zetas y en la que se acusaba a su hermano Antonio Peña, a Tomás Yarrington y al Cártel del Golfo, del asesinato de Torre Cantú.
LA EJECUCIÓN PROFESIONAL
Rodolfo Torre Cantú, candidato al gobierno de Tamaulipas, fue asesinado el 28 de junio de 2010 junto con sus acompañantes Enrique Blackmore Smer, Luis Gerardo Soltero Zubiate, Rubén López Zúñiga y Francisco David López Catache, cuando se dirigía al aeropuerto de Ciudad Victoria por la carretera Soto la Marina.
El crimen lo cometieron al menos 14 sujetos fuertemente armados, vestidos como elementos de la Marina, quienes le cerraron el paso a su convoy utilizando un tractocamión. En la zona del crimen los sicarios utilizaron bloqueadores de señal, que impidieron que los escoltas del candidato pidieran apoyo vía radio.
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