Salvador García Soto
Los nexos históricos y culturales, pero sobre todo los actuales vínculos económicos, hacen que la situación de convulsión social, crisis y amenazas de separatismos que hoy vive España no nos resulten del todo ajenas. Las imágenes de lo ocurrido el martes en Madrid, donde una ola de protestas sociales callejeras contra las medidas de austeridad económica del gobierno de Rajoy terminó en enfrentamientos con la policía, aunado al anuncio hecho el mismo día desde Cataluña para adelantar elecciones con miras a impulsar un referéndum sobre la secesión de esa región española, hacen ver desde afuera a una España convulsa y en problemas.
Hace tres semanas, cuando se reavivó el movimiento separatista de Cataluña con una marcha multitudinaria en Barcelona, muchos creyeron imposible pensar un escenario de división y separación en España. Hoy, lo que parecía imposible empieza a cobrar forma en medio de la peor crisis económica de la España moderna y de la incapacidad y la falta de voluntad de Mariano Rajoy y el presidente de Cataluña, Arturo Mas, para llegar a acuerdos que frenaran una posible separación que, en el actual contexto, podría ser letal para la nación y la economía española.
Cataluña, con sus 7.5 millones de habitantes, y su desarrollada economía, la más fuerte del noreste de España, aporta 18% del PIB español, pero al mismo tiempo es la autonomía más endeudada con 44 millones de euros que debe la región. Las medidas de austeridad y los recortes impuestos a los catalanes desde Madrid, de 1.5 % del PIB, hicieron que el presidente de la Generalitat, Arturo Mas, solicitara un régimen especial de apoyo para las tributaciones como el que tienen otras regiones como el País Vasco o Navarra. La negativa de otorgarles ese régimen especial fue lo que reavivó un movimiento separatista que ha crecido en los últimos años.
Ninguna otra región o autonomía española tiene la fuerza económica que tiene Cataluña, de ahí el desafío que representa un movimiento secesionista que, a diferencia de los que hay en otras regiones, tiene en estos momentos el apoyo de la sociedad, de la clase empresarial catalana y, claramente, del gobierno y la clase política de Cataluña. Eso es lo que lo vuelve una amenaza real para la supervivencia de España tal y como la conocemos.
Si a eso se suma la inconformidad social que han desatado movimientos como “los indignados”, cuya fuerza crece en Madrid y en otras ciudades españolas, el escenario para la nación ibérica se ve seriamente complicado. Al seguir los dictados de la llamada “Troika” europea, Mariano Rajoy ha ganado terreno en la Comunidad Europea, pero ha perdido fuerza y popularidad ante los españoles que rechazan de manera cada vez más abierta los planes y medidas de austeridad del presidente del gobierno.
El costo de una España desmembrada y debilitada golpearía a toda la economía mundial, que hace apenas unos años usaba como modelo a la entonces boyante economía ibérica; Latinoamérica y México en particular, también resentirían los efectos de una crisis social y política mayor, por las importantes inversiones españolas en la economía mexicana, especialmente en sectores estratégicos como el bancario. Es extraño y complicado ver como se cimbra a un país que históricamente, ya fuera por la explotación colonialista de tres siglos o por el actual neocolonialismo empresarial, ha sido modelo y referencia para los mexicanos.
NOTAS INDISCRETAS… Ya quedó definido el reparto de comisiones en el Senado. El PRI se queda con 25 comisiones de trabajo, tres especiales y tres bicamarales, entre ellas la de Gobernación y la de Estudios Legislativos; el PAN tendrá 18 comisiones de trabajo, entre ellas Defensa y Turismo, además de tres especiales; mientras que el PRD se queda con 13 de trabajo, como Desarrollo Social, Derechos Humanos y Agricultura y Desarrollo Rural, además de tres comisiones especiales y dos bicamarales. Ese es el acuerdo al que llegaron los coordinadores parlamentarios en una negociación que, dicen, dejó contentos a todos. Ahora esperemos que de verdad trabajen las comisiones… Se guardan los dados. Escalera y cierran semana.
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