Ebrard, que en diciembre próximo terminará su mandato como titular del Gobierno del Distrito Federal, disputó con López Obrador la candidatura presidencial de la izquierda para los comicios del 1 de julio, que recayó en el segundo de acuerdo con los resultados de dos encuestas.
EFE
El jefe de Gobierno de la capital mexicana, Marcelo Ebrard, el más firme candidato a tomar el relevo en el liderazgo de la izquierda que mantiene Andrés Manuel López Obrador, planea trabajar desde enero próximo para preparar su carrera hacia la Presidencia de México.
Así lo dijo Ebrard en una entrevista con la agencia EFE, en la que analizó también el papel de la izquierda ante los comicios del 2018 y las consecuencias de la reciente decisión de López Obrador de abandonar el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el grupo más importante de la izquierda mexicana.
"Me queda claro que para el siguiente proceso electoral yo tendré que empezar a construir lo que será la posibilidad de una candidatura a partir de enero", dijo el político mexicano, de 52 años.
"Son larguísimos los procesos, porque enfrente tienes un aparato muy grande, y tienes a un PRI que gobierna en 23 estados", agregó, refiriéndose al Partido Revolucionario Institucional, que el 1 de julio pasado ganó las elecciones presidenciales presentando como candidato a Enrique Peña Nieto.
Ebrard, que en diciembre próximo terminará su mandato como titular del Gobierno del Distrito Federal, disputó con López Obrador la candidatura presidencial de la izquierda para los comicios del 1 de julio, que recayó en el segundo de acuerdo con los resultados de dos encuestas.
López Obrador está ahora fuera del PRD, ha perdido dos elecciones presidenciales (la última y la del 2006), y su imagen quedó marcada por la tozudez que demostró en ambas ocasiones al negarse rotundamente a reconocer su derrota en las urnas.
Ebrard, en cambio, es visto por los analistas como una figura más acorde con los nuevos tiempos de México y su gestión al frente de la administración de la capital le ha permitido a la izquierda ganar abrumadoramente en las últimas elecciones locales.
Consultado sobre los motivos que pudieron estar detrás de la salida de López Obrador del PRD, en el que militó por más de dos décadas, Ebrard hizo notar las "desavenencias muy serias" que tenía desde hace tiempo con la dirección del partido.
López Obrador "estaba orgánica o funcionalmente fuera (del PRD) desde hace un buen rato", dijo, y recordó la decisión del excandidato presidencial de formar en enero del 2011 una asociación, el Movimiento de Renovación Nacional (Morena), que quiere convertir ahora en partido político.
Ebrard sugirió la posibilidad de que el veterano político, que se sirvió del PRD durante dos décadas para sus aspiraciones políticas, ya no se sintiera "seguro ni representado en sus puntos de vista" dentro del partido.
"En la medida en que quienes coinciden con su punto de vista dentro del PRD no están en posición mayoritaria, ha llegado a la conclusión de que es mucho mejor para su causa, para que lo quiere hacer, hacer un nuevo partido", agregó Ebrard, que ofreció la entrevista en un pequeño despacho de un edificio alterno a la sede del Gobierno de la capital.
La salida de López Obrador ha coincidido con la intención del PRD de buscar una transformación interna e insistir con otras fuerzas de izquierda para formar un frente no sólo en el Congreso, sino como plataforma electoral única. "En las próximas elecciones, si no realizamos un frente amplio, estamos en problemas", dijo Ebrard.
"Razonablemente cabría pensar que la alternancia sería hacia la izquierda en el 2018", agregó, aludiendo a las siete décadas que estuvo el PRI en el poder, los 12 años de Gobierno del conservador Partido Acción Nacional (PAN), y el mandato de seis años que comienza en diciembre otra vez el PRI.
El "peor escenario", advirtió, sería que la izquierda se presentara a las urnas en el 2018 con dos candidatos presidenciales, uno elegido por el PRD y otro, previsiblemente López Obrador, designado por su propio partido y posiblemente otras fuerzas políticas aliadas.
El titular del Gobierno de Ciudad de México enfatizó la necesidad de renovación en las filas de la izquierda y que amplíe su poder de influencia a regiones del norte y del occidente del país en las que no tiene gran presencia.
También dijo que la izquierda debe liberarse de lastres como las "ambigüedades respecto al sistema legal" y "tener cuidado con algunas ideas muy radicales, muy antisector privado".
"Me parece que (esas posiciones) no son lo mejor o lo más inteligente, porque ¿cómo le vamos a hacer para aumentar el ingreso de la mayoría?", puntualizó.
EFE
El jefe de Gobierno de la capital mexicana, Marcelo Ebrard, el más firme candidato a tomar el relevo en el liderazgo de la izquierda que mantiene Andrés Manuel López Obrador, planea trabajar desde enero próximo para preparar su carrera hacia la Presidencia de México.
Así lo dijo Ebrard en una entrevista con la agencia EFE, en la que analizó también el papel de la izquierda ante los comicios del 2018 y las consecuencias de la reciente decisión de López Obrador de abandonar el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el grupo más importante de la izquierda mexicana.
"Me queda claro que para el siguiente proceso electoral yo tendré que empezar a construir lo que será la posibilidad de una candidatura a partir de enero", dijo el político mexicano, de 52 años.
"Son larguísimos los procesos, porque enfrente tienes un aparato muy grande, y tienes a un PRI que gobierna en 23 estados", agregó, refiriéndose al Partido Revolucionario Institucional, que el 1 de julio pasado ganó las elecciones presidenciales presentando como candidato a Enrique Peña Nieto.
Ebrard, que en diciembre próximo terminará su mandato como titular del Gobierno del Distrito Federal, disputó con López Obrador la candidatura presidencial de la izquierda para los comicios del 1 de julio, que recayó en el segundo de acuerdo con los resultados de dos encuestas.
López Obrador está ahora fuera del PRD, ha perdido dos elecciones presidenciales (la última y la del 2006), y su imagen quedó marcada por la tozudez que demostró en ambas ocasiones al negarse rotundamente a reconocer su derrota en las urnas.
Ebrard, en cambio, es visto por los analistas como una figura más acorde con los nuevos tiempos de México y su gestión al frente de la administración de la capital le ha permitido a la izquierda ganar abrumadoramente en las últimas elecciones locales.
Consultado sobre los motivos que pudieron estar detrás de la salida de López Obrador del PRD, en el que militó por más de dos décadas, Ebrard hizo notar las "desavenencias muy serias" que tenía desde hace tiempo con la dirección del partido.
López Obrador "estaba orgánica o funcionalmente fuera (del PRD) desde hace un buen rato", dijo, y recordó la decisión del excandidato presidencial de formar en enero del 2011 una asociación, el Movimiento de Renovación Nacional (Morena), que quiere convertir ahora en partido político.
Ebrard sugirió la posibilidad de que el veterano político, que se sirvió del PRD durante dos décadas para sus aspiraciones políticas, ya no se sintiera "seguro ni representado en sus puntos de vista" dentro del partido.
"En la medida en que quienes coinciden con su punto de vista dentro del PRD no están en posición mayoritaria, ha llegado a la conclusión de que es mucho mejor para su causa, para que lo quiere hacer, hacer un nuevo partido", agregó Ebrard, que ofreció la entrevista en un pequeño despacho de un edificio alterno a la sede del Gobierno de la capital.
La salida de López Obrador ha coincidido con la intención del PRD de buscar una transformación interna e insistir con otras fuerzas de izquierda para formar un frente no sólo en el Congreso, sino como plataforma electoral única. "En las próximas elecciones, si no realizamos un frente amplio, estamos en problemas", dijo Ebrard.
"Razonablemente cabría pensar que la alternancia sería hacia la izquierda en el 2018", agregó, aludiendo a las siete décadas que estuvo el PRI en el poder, los 12 años de Gobierno del conservador Partido Acción Nacional (PAN), y el mandato de seis años que comienza en diciembre otra vez el PRI.
El "peor escenario", advirtió, sería que la izquierda se presentara a las urnas en el 2018 con dos candidatos presidenciales, uno elegido por el PRD y otro, previsiblemente López Obrador, designado por su propio partido y posiblemente otras fuerzas políticas aliadas.
El titular del Gobierno de Ciudad de México enfatizó la necesidad de renovación en las filas de la izquierda y que amplíe su poder de influencia a regiones del norte y del occidente del país en las que no tiene gran presencia.
También dijo que la izquierda debe liberarse de lastres como las "ambigüedades respecto al sistema legal" y "tener cuidado con algunas ideas muy radicales, muy antisector privado".
"Me parece que (esas posiciones) no son lo mejor o lo más inteligente, porque ¿cómo le vamos a hacer para aumentar el ingreso de la mayoría?", puntualizó.
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