Rodrigo Vera / Apro
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se sumó a las críticas que diversos sectores hacen al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que preside de manera vitalicia Elba Esther Gordillo, debido a que a está propiciando la “corrupción”, así como prácticas “corporativistas y clientelares”, lo que está deteriorando la calidad de la educación en México.
En su carta pastoral Educar para una nueva sociedad, que fue dada a conocer hoy, la CEM señala que “los privilegios derivados de la centralización y de prácticas corporativistas y clientelares de los sindicatos, generaron una estructura de dominación y de control que ha vulnerado la autonomía del proceso educativo y ha despojado de capacidad de decisión a la escuela y al maestro y ha contaminado gravemente la noble tarea de educar”.
Y agrega:
“La corrupción propiciada por este sistema sindical consume enormes cantidades de recursos públicos que no llegan a derramar sus beneficios en los centros escolares”.
También señala que es “deber de todos colaborar para que los sindicatos no sean cooptados por liderazgos sempiternos o ideologías con intenciones ajenas a la labor educativa”.
Esta carta pastoral fue presentada hoy por el obispo Alfonso Cortés Contreras, presidente de la Dimensión de Pastoral Educativa del Episcopado, quien señaló que la Iglesia “debe reaccionar con sentido de urgencia” ante este deterioro de la educación en México, propiciado por estas prácticas sindicales.
En conferencia de prensa, y renuente a mencionar directamente al SNTE y a Gordillo, monseñor Cortés Contreras recalcó que la Iglesia no se quedará de brazos cruzados ante esta “emergencia educativa” que exige una pronta solución.
–¿Elba Esther Gordillo le está haciendo bien a la educación? ¿O no le está haciendo bien? –preguntaron los reporteros.
–¡No! ¡Doy un rotundo no a todo lo que vulnera la naturaleza de la educación! —reviró el también obispo de Cuernavaca.
Y agregó que la carta pastoral se envió también al presidente Felipe Calderón y al secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos, para que tengan conocimiento sobre esta postura de la Iglesia.
En la rueda de prensa, realizada en el Centro Universitario Cultural, también participaron María Luisa Aspe Armella, presidenta del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc), y Rodrigo Guerra, director del Centro de Investigación Social Avanzada (Cisav).
Aspe Armella criticó a los dirigentes que ha tenido el SNTE:
“Desde su fundación, en los años cuarenta, durante la presidencia de Manuel Ávila Camacho, ese sindicato sólo ha tenido tres dirigentes. Esos líderes se quieren eternizar en sus cargos. Y al sindicato no le preocupa la educación, porque sus intereses son meramente políticos e ideológicos”, acusó.
Rodrigo Guerra, por su parte, habló sobre el derecho que tienen los padres de familia para pedir que, en las escuelas públicas, se les dé instrucción religiosa a sus hijos.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se sumó a las críticas que diversos sectores hacen al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que preside de manera vitalicia Elba Esther Gordillo, debido a que a está propiciando la “corrupción”, así como prácticas “corporativistas y clientelares”, lo que está deteriorando la calidad de la educación en México.
En su carta pastoral Educar para una nueva sociedad, que fue dada a conocer hoy, la CEM señala que “los privilegios derivados de la centralización y de prácticas corporativistas y clientelares de los sindicatos, generaron una estructura de dominación y de control que ha vulnerado la autonomía del proceso educativo y ha despojado de capacidad de decisión a la escuela y al maestro y ha contaminado gravemente la noble tarea de educar”.
Y agrega:
“La corrupción propiciada por este sistema sindical consume enormes cantidades de recursos públicos que no llegan a derramar sus beneficios en los centros escolares”.
También señala que es “deber de todos colaborar para que los sindicatos no sean cooptados por liderazgos sempiternos o ideologías con intenciones ajenas a la labor educativa”.
Esta carta pastoral fue presentada hoy por el obispo Alfonso Cortés Contreras, presidente de la Dimensión de Pastoral Educativa del Episcopado, quien señaló que la Iglesia “debe reaccionar con sentido de urgencia” ante este deterioro de la educación en México, propiciado por estas prácticas sindicales.
En conferencia de prensa, y renuente a mencionar directamente al SNTE y a Gordillo, monseñor Cortés Contreras recalcó que la Iglesia no se quedará de brazos cruzados ante esta “emergencia educativa” que exige una pronta solución.
–¿Elba Esther Gordillo le está haciendo bien a la educación? ¿O no le está haciendo bien? –preguntaron los reporteros.
–¡No! ¡Doy un rotundo no a todo lo que vulnera la naturaleza de la educación! —reviró el también obispo de Cuernavaca.
Y agregó que la carta pastoral se envió también al presidente Felipe Calderón y al secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos, para que tengan conocimiento sobre esta postura de la Iglesia.
En la rueda de prensa, realizada en el Centro Universitario Cultural, también participaron María Luisa Aspe Armella, presidenta del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc), y Rodrigo Guerra, director del Centro de Investigación Social Avanzada (Cisav).
Aspe Armella criticó a los dirigentes que ha tenido el SNTE:
“Desde su fundación, en los años cuarenta, durante la presidencia de Manuel Ávila Camacho, ese sindicato sólo ha tenido tres dirigentes. Esos líderes se quieren eternizar en sus cargos. Y al sindicato no le preocupa la educación, porque sus intereses son meramente políticos e ideológicos”, acusó.
Rodrigo Guerra, por su parte, habló sobre el derecho que tienen los padres de familia para pedir que, en las escuelas públicas, se les dé instrucción religiosa a sus hijos.
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