Calderón reparte arengas motivacionales; habla del corazón, de la felicidad, de los mayas…


Arturo Rodríguez García / Apro

El presidente Felipe Calderón retomó su tono motivacional, ahora ante empresarios de medios de comunicación, a quienes les dijo que el éxito depende de la actitud, y auguró un “buena época” para México.

Con ello, el mandatario deseó éxito a las autoridades que vienen, es decir, a Enrique Peña Nieto y su equipo.

“Pienso que en la política o en el futbol, o en la economía, o en una empresa, o en la familia, en la felicidad de una familia, una buena parte, no digo que todo, quizá ni medularmente, pero una buena parte, depende de la actitud con la que uno enfrente los problemas que ha de abordar”, dijo.

Esta tarde, al inaugurar la Cumbre de la Comunicación, Calderón presumió que durante su gobierno hasta la Selección Mexicana de futbol ganó los Juegos Olímpicos; y destacó el papel de otros medallistas.

Con esos ejemplos dijo, muchas derrotas y victorias se determinan por el corazón y el pensamiento personal, lo cual hizo extensivo a los ejércitos, pues aquellos mejor armados, sostuvo, son derrotados cuando tienen baja moral.

La motivación de Calderón tuvo lugar ante poderosos empresarios como Valentín Diez Morodo; los radiodifusores Francisco Aguirre, Clemente Cámara, Tristán Canales y el presidente del evento, José Manuel Aguirre Gómez, quienes designaron el tema de la cumbre: “Actitud positiva para México”.

Entre los asistentes se encontraba la exdiputada panista Rosa María de la Garza (quien se hace llamar Rosi Orozco y es dirigente fundadora de la secta Casa sobre la Roca), quien fue una de las formadoras en el aspecto motivacional y religioso de Felipe Calderón, cuando éste pretendía ser candidato, como se documentó en la edición 1812 de la revista Proceso.

La presencia de De la Garza en el acto fue precisamente para promover el tema que la ocupa y por el cual, su familia y socios, reciben millonarios beneficios del gobierno.

Los comunicadores le entregaron un premio a Calderón por su gobierno. Como ocurrió en años pasados con este y otros organismos empresariales, sus miembros lanzan loas y discursos acríticos sobre el sexenio y el desempeño presidencial.

Calderón, entusiasmado, dijo que los esfuerzos de muchos servidores públicos pocas veces son reconocidos, por lo que aceptó la presea a nombre de todos ellos.

Calderón siguió con su arenga motivacional: que hay que vivir con alegría en el corazón, que se debe tener actitud positiva, que hay que reclamar lo mejor de cada quien… luego, soltó, satisfecho de sí mismo:

“La Cumbre de la Comunicación es un gran aprendizaje para todos, y me incluyo, porque, a final de cuentas, entre los terribles días del año, o los difíciles, o los duros días del año que le toca vivir a un presidente de México, sí son de los días más valiosos los que uno recuerda o aprende o reaprende, precisamente, cosas que tienen que ver con el sentido de la vida. Y el sentido de la vida tiene que ver con la felicidad, y la verdadera felicidad, como decía Aristóteles desde hace mucho, además, estriba en hacer el bien.”

A partir de eso, Calderón hizo un recuento de acciones de su gobierno, con lo que pudo hacer el bien a los mexicanos.

Durante su mensaje, el presidente hasta habló de los mayas y de la incertidumbre de que podamos desaparecer; luego se declaró ignorante del tema, pero dibujó el futuro del país por el que seguirá trabajando:

“Yo, francamente, sin incurrir, insisto, en fantasías fuera de realidad, yo sí estoy cierto de que de los mexicanos depende, y está cerca, que venga una época nueva para México, una época que sin demérito de los problemas que México seguirá enfrentando, será una época de aventura, será una época, sí, en que la economía seguirá creciendo, que generará empleos.

“Será una época en que maduren como árboles que se siembran con amor y con paciencia, un día maduran y dan fruto, madurarán, también, nuestras instituciones de seguridad y justicia que, quebrantadas, vulnerables, frágiles, y todavía hay ejemplos extraordinarios que vemos hoy en día.”

Siguió con un México limpio, próspero, humano y, entonces deseó éxito al gobierno que viene, a Miguel Ángel Mancera, el jefe electo de Gobierno del Distrito Federal, ahí presente también, a todo México y a los asistentes a la Cumbre de la Comunicación.

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