miércoles, septiembre 05, 2012

Benefician acciones ambientales al poniente de la ciudad

La operación de viveros en “La Loma” y “Tarango” fortalece el valor del diseño de obra del Sistema de Autopista Urbana en su tramo poniente

Noticias MVS


La Autopista Urbana Poniente (AUP) incluye alrededor de la realización de la obra, acciones de índole ambiental como la operación de viveros en dos zonas de alto valor ecológico, ubicadas en el entorno de donde se construye este importante proyecto de infraestructura vial.

Una vez concluida la obra, ambos viveros, ubicados en “La Loma” y “Tarango”, formarán parte del patrimonio de la Secretaría del Medio Ambiente (SMA) del Distrito Federal.

En estos sitios se desarrollan labores como levantamiento de inventarios y reportes de las especies, monitoreo de la humedad en contenedores, preparación de sustratos, control de plagas, promoción del desarrollo radicular, desarrollo de la biomasa (hojas), crecimiento primario y secundario (tallo), fertilización y control de malezas.

Las actividades dentro de los viveros están enfocadas para realizar el control y manejo de los individuos (especies de plantas y árboles) localizados dentro del área de obra del proyecto de infraestructura vial.

Además de resguardar y mantener la planta comprada destinada para los programas de reforestación y rehabilitación de áreas verdes urbanas y forestales. Este trabajo se realiza con la finalidad de mantener en el mejor estado posible las plantas ingresadas.

Los cuidados específicos que se realizan cuando ingresa una planta comienzan con su agrupación para facilitar su conteo y revisión de etiqueta de rescate; posteriormente son hidratadas y se levanta un inventario en una bitácora física que después es digitalizada.

Con ello, se especifican los datos particulares del individuo (número, especie, nombre común, sitio de procedencia, fecha de ingreso, altura, diámetro, estado y foto). Además, se realiza una revisión del buen estado de los contenedores o el amarado correcto de los cepellones (raíces). También se revisa la calidad del sustrato con el que ingresan y de ser necesario se sustituye por otro más adecuado.

El nivel de humedad se vigila diariamente con la finalidad de evitar el exceso o falta de agua para prevenir infecciones o deshidratación de las plantas respectivamente. El riego se puede implementar de forma manual o automática con la ayuda del sistema de aspersión.

Durante la permanecía de las plantas en los viveros se aplican fitohormonas para inducir el desarrollo de las raíces que perdió durante su extracción. El tipo de enraizador y cantidad a utilizar, depende de la calidad de ingreso o el nivel de estrés que presenten los individuos.

El monitoreo de plagas y enfermedades se realiza periódicamente y particularmente cuando hay existencia de alguna plaga o infección. Una vez identificado el agente patógeno se aplica un tratamiento específico, ya sea a base de químicos (insecticidas, acaricidas y fungicidas) o de la extracción manual de las partes infectadas o dañadas, hasta que la planta refleje signos de recuperación.

En los viveros se emplean dos tipos de fertilizantes, los inorgánicos y los orgánicos (humus de lombriz y estiércol de borrego). En lo que se refiere a descarte de plantas, antes de realizar cualquier baja errónea, se deja pasar un periodo de 30 días o más esperando que la planta muestre signos de sobrevivencia (tallo verde, raíces nuevas o rebrotes).

Así pues, operan los viveros “La Loma” y “Tarango” sumando a las acciones ambientales que se realizan al poniente de la Ciudad de México como es el Programa Regional de Reforestación de la AUP, fortaleciendo ambas el valor del diseño de obra del Sistema de Autopista Urbana en este tramo.

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