Pedro Matías / Proceso
La Segunda Convención Nacional contra la Imposición acordó realizar una movilización masiva en la Ciudad de México, en el marco de la toma de posesión del priista Enrique Peña Nieto como presidente de la República.
Antes, el 25 de septiembre, realizarán un plantón en el Congreso federal contra la reforma laboral, el 27 efectuarán una marcha del Monumento a la Revolución a San Lázaro y el 30 de septiembre, una marcha de mujeres del Monumento a la Madre a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Y para 1 de octubre, tomarán el Zócalo de la Ciudad de México; posteriormente, el 2 de octubre, se tiene contemplado realizar paros estudiantiles y laborales, y del 2 al 21 de octubre ejecutar una ocupación del Festival Cervantino.
Posteriormente, el 23 y 24 de octubre, realizarán el bloqueo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y el 6 y 7 de noviembre realizarán esa misma acción pero en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
De igual forma, determinaron realizar acciones en contra de los medios de comunicación y para ello diseñaron un programa que comprende, el 3 de octubre, bloqueos a las televisoras; luego, el 9 y 10 de octubre, a los periódicos, y finalmente, el 20 de noviembre, a las radiodifusoras.
La convención en la que participó el movimiento juvenil #YoSoy132, el Sindicato Mexicano de Electricistas y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, determinó declarar el 2 de noviembre “Día por los muertos de la guerra contra el narcotráfico”.
Finalmente, convocó a una tercera Convención Nacional contra la Imposición para el 2 y 3 de diciembre.
El participante de la Convención, Camilo Valenzuela, calificó estas convenciones como el nacimiento de un “movimiento de liberación nacional” con la articulación de fuerzas que desde la campaña electoral pero a partir del 1 de julio, empezaron a desplegar acciones autónomas.
Considera que estas articulaciones han tenido la capacidad de configurar un nuevo actor político social que había desaparecido y ahora emerge para contener la imposición y la agresión en el terreno laboral, así como evitar se prolonguen esos 30 años en que a “este pueblo se ha pasado a cuchillo”.
El expresidente del Consejo Político Nacional del PRD adelantó que en caso de que no impidan que Enrique Peña Nieto tome posesión como presidente de México, “vamos a seguir luchando por tratar de que la movilización bajo la forma de desobediencia civil pacífica llegue a ser ingobernable este país y obligar a la renuncia de Peña Nieto para generar un gobierno que nos permita iniciar la reconstrucción del país”.
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