Jenaro Villamil
Primero fue un subcomité del Senado de Estados Unidos que alertó el 16 de julio sobre operaciones sospechosas de la filial de HSBC en México. Los legisladores informaron que este banco abrió más de 50 mil cuentas de “alto riesgo” en paraísos fiscales como Islas Caimán, y que a través de éstas se transfirieron 7 mil millones de dólares entre 2002 y 2009, como producto del presunto lavado de dinero proveniente del crimen organizado en México.
Ahora, dos legisladores demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos alertaron sobre operaciones del gigante de tiendas de autoservicio Wal Mart México, por presuntas operaciones de lavado de dinero en esta cadena, la cual registró un crecimiento espectacular de 15% en el segundo trimestre de 2012 y una utilidad neta de 9% en nuestro país, alcanzando ingresos totales por 98 mil 506 millones de pesos en este periodo.
No es el primer aviso sobre las operaciones irregulares de Wal Mart en México. En abril de este año, una serie de reportajes del periódico The New York Times revelaron que ejecutivos de la cadena habían sepultado una investigación sobre sobornos realizado por despachos de abogados y contables desde 2005.
De acuerdo con las pesquisas del rotativo estadunidense, a través de despachos de abogados cercanos, Wal Mart entregó sobornos a presidentes municipales, planificadores urbanos o funcionarios responsables de expedir los permisos de construcción de sus tiendas en todo el país.
Gracias a estos sobornos, en menos de diez años esta cadena construyó más de 2 mil sucursales en toda la República y generó empleos precarios a cerca de 200 mil personas. No le importaron las protestas de vecinos ni de trabajadores que denunciaron la ambición depredadora de Wal-Mart.
Los representantes demócratas Elijah Cummings y Herny Waxman, quienes investigan desde hace meses el presunto pago de sobornos de Wal-Mart, revelaron este 14 de agosto los detalles de su investigación.
“Hemos obtenido documentos internos de la compañía, incluidos reportes de auditorías internas, y de otras fuentes sugiriendo que Wal Mart podría haber tenido problemas… no sólo de sobornos, sino también de ‘conducta financiera cuestionable’, incluyendo evasión fiscal y lavado de dinero”.
Más claro ni el agua.
Apenas el 22 de julio pasado, Scot Rank, director general y presidente ejecutivo de la firma que controla las tiendas Bodega Aurrerá, Suburbia, Superama y las bodegas Wal Mart, presumió que los gastos de administración del grupo se redujeron en México de 12.7 a 12.5%, al tiempo que logró una utilidad de operación y un margen EBITDA de 15% mayor en los dos primeros trimestres de este año.
En plena crisis económica del país, Wal Mart informó que tenía 239 mil 837 asociados y que tan sólo entre abril y junio de 2012 abrió un total de 51 tiendas en México, 42 de las cuales fueron bajo el formato de Aurrerá. La utilidad neta del grupo durante este periodo ascendió a 4 mil 936 millones de pesos, 9% superior a la reportada en el mismo trimestre de 2011.
Los legisladores estadunidenses ahora revelan que este crecimiento podría estar relacionado no con grandes logros empresariales, sino con el lavado de dinero.
Precedente HSBC
Algo muy similar ocurrió con HSBC, una institución que en menos de diez años abrió una enorme cantidad de sucursales por toda la República Mexicana, desde que en 2002 compró la franquicia del banco Bital.
Las advertencias sobre irregularidades en HSBC no fueron menores. En 2007, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) llevó a cabo una nueva inspección para detectar las fallas en los controles del banco.
A pesar de esta serie de investigaciones y presumiendo una gran cantidad de sobornos a las autoridades financieras, en 2009 el presidente de HSBC México, Luis Peña Kegel (cuyo apellido tiene resonancias presidenciales), ordenó congelar la apertura de nuevas cuentas en las Islas Caimán.
Sin embargo, el subcomité de investigaciones del Senado de Estados Unidos detectó que más de 7 mil millones de dólares, tan sólo en México, fueron “lavados” a través de cerca de 50 mil cuentas de HSBC.
Con la agilidad que la caracteriza, la CNBV tardó una semana para pronunciarse oficialmente y confirmar una multa por 369 millones de pesos, es decir, menos de 35 millones de dólares para una institución que ganó 70 veces más en “lavado de dinero”.
La multa fue mucho menor a los 700 millones de dólares que el presidente global de HSBC, Stuart Gulliver, anunció que ya tenían “apartados” para pagar las sanciones por estas operaciones multimillonarias que lo dejaron “muy apenado”.
Sombra en litigio poselectoral
Inevitablemente, el nuevo escándalo de Wal Mart tendrá resonancias en el litigio poselectoral mexicano. Cada vez más se presume que las elecciones “contundentes y legítimas” y la campaña “más vigilada” en la historia del país se convirtieron en un pretexto para lavar millones de recursos públicos y privados.
¿Acaso no es esto lo que está detrás del escándalo y los fondos millonarios en torno a Monex, a sospechosas triangulaciones con empresas “fantasmas” –típicas del lavado de dinero– y millonarias asignaciones directas a tiendas como Soriana desde gobiernos estatales del PRI para que sirvieran a la red de tarjetas de presuntos votantes del tricolor?
El PRI ha negado insistentemente que el lavado de dinero estuviera presente en la campaña electoral. El IFE ha descartado los indicios que se han ventilado en algunos medios de comunicación (nunca en la televisión abierta dominada por Televisa y TV Azteca) desde días antes de los comicios del 1 de julio.
Incluso, los ejecutivos de Soriana y de Monex han publicado sendos desplegados en medios impresos acusando a la coalición Movimiento Progresista, de Andrés Manuel López Obrador, por “mentir” y levantar falsedades.
Sólo falta que tengamos que esperar a que una comisión legislativa del Congreso estadunidense nos venga a confirmar lo que una Rayuela del periódico La Jornada sintetizó con amarga ironía:
“Fueron elecciones tan limpias que hasta lavaron el dinero”.
Primero fue un subcomité del Senado de Estados Unidos que alertó el 16 de julio sobre operaciones sospechosas de la filial de HSBC en México. Los legisladores informaron que este banco abrió más de 50 mil cuentas de “alto riesgo” en paraísos fiscales como Islas Caimán, y que a través de éstas se transfirieron 7 mil millones de dólares entre 2002 y 2009, como producto del presunto lavado de dinero proveniente del crimen organizado en México.
Ahora, dos legisladores demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos alertaron sobre operaciones del gigante de tiendas de autoservicio Wal Mart México, por presuntas operaciones de lavado de dinero en esta cadena, la cual registró un crecimiento espectacular de 15% en el segundo trimestre de 2012 y una utilidad neta de 9% en nuestro país, alcanzando ingresos totales por 98 mil 506 millones de pesos en este periodo.
No es el primer aviso sobre las operaciones irregulares de Wal Mart en México. En abril de este año, una serie de reportajes del periódico The New York Times revelaron que ejecutivos de la cadena habían sepultado una investigación sobre sobornos realizado por despachos de abogados y contables desde 2005.
De acuerdo con las pesquisas del rotativo estadunidense, a través de despachos de abogados cercanos, Wal Mart entregó sobornos a presidentes municipales, planificadores urbanos o funcionarios responsables de expedir los permisos de construcción de sus tiendas en todo el país.
Gracias a estos sobornos, en menos de diez años esta cadena construyó más de 2 mil sucursales en toda la República y generó empleos precarios a cerca de 200 mil personas. No le importaron las protestas de vecinos ni de trabajadores que denunciaron la ambición depredadora de Wal-Mart.
Los representantes demócratas Elijah Cummings y Herny Waxman, quienes investigan desde hace meses el presunto pago de sobornos de Wal-Mart, revelaron este 14 de agosto los detalles de su investigación.
“Hemos obtenido documentos internos de la compañía, incluidos reportes de auditorías internas, y de otras fuentes sugiriendo que Wal Mart podría haber tenido problemas… no sólo de sobornos, sino también de ‘conducta financiera cuestionable’, incluyendo evasión fiscal y lavado de dinero”.
Más claro ni el agua.
Apenas el 22 de julio pasado, Scot Rank, director general y presidente ejecutivo de la firma que controla las tiendas Bodega Aurrerá, Suburbia, Superama y las bodegas Wal Mart, presumió que los gastos de administración del grupo se redujeron en México de 12.7 a 12.5%, al tiempo que logró una utilidad de operación y un margen EBITDA de 15% mayor en los dos primeros trimestres de este año.
En plena crisis económica del país, Wal Mart informó que tenía 239 mil 837 asociados y que tan sólo entre abril y junio de 2012 abrió un total de 51 tiendas en México, 42 de las cuales fueron bajo el formato de Aurrerá. La utilidad neta del grupo durante este periodo ascendió a 4 mil 936 millones de pesos, 9% superior a la reportada en el mismo trimestre de 2011.
Los legisladores estadunidenses ahora revelan que este crecimiento podría estar relacionado no con grandes logros empresariales, sino con el lavado de dinero.
Precedente HSBC
Algo muy similar ocurrió con HSBC, una institución que en menos de diez años abrió una enorme cantidad de sucursales por toda la República Mexicana, desde que en 2002 compró la franquicia del banco Bital.
Las advertencias sobre irregularidades en HSBC no fueron menores. En 2007, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) llevó a cabo una nueva inspección para detectar las fallas en los controles del banco.
A pesar de esta serie de investigaciones y presumiendo una gran cantidad de sobornos a las autoridades financieras, en 2009 el presidente de HSBC México, Luis Peña Kegel (cuyo apellido tiene resonancias presidenciales), ordenó congelar la apertura de nuevas cuentas en las Islas Caimán.
Sin embargo, el subcomité de investigaciones del Senado de Estados Unidos detectó que más de 7 mil millones de dólares, tan sólo en México, fueron “lavados” a través de cerca de 50 mil cuentas de HSBC.
Con la agilidad que la caracteriza, la CNBV tardó una semana para pronunciarse oficialmente y confirmar una multa por 369 millones de pesos, es decir, menos de 35 millones de dólares para una institución que ganó 70 veces más en “lavado de dinero”.
La multa fue mucho menor a los 700 millones de dólares que el presidente global de HSBC, Stuart Gulliver, anunció que ya tenían “apartados” para pagar las sanciones por estas operaciones multimillonarias que lo dejaron “muy apenado”.
Sombra en litigio poselectoral
Inevitablemente, el nuevo escándalo de Wal Mart tendrá resonancias en el litigio poselectoral mexicano. Cada vez más se presume que las elecciones “contundentes y legítimas” y la campaña “más vigilada” en la historia del país se convirtieron en un pretexto para lavar millones de recursos públicos y privados.
¿Acaso no es esto lo que está detrás del escándalo y los fondos millonarios en torno a Monex, a sospechosas triangulaciones con empresas “fantasmas” –típicas del lavado de dinero– y millonarias asignaciones directas a tiendas como Soriana desde gobiernos estatales del PRI para que sirvieran a la red de tarjetas de presuntos votantes del tricolor?
El PRI ha negado insistentemente que el lavado de dinero estuviera presente en la campaña electoral. El IFE ha descartado los indicios que se han ventilado en algunos medios de comunicación (nunca en la televisión abierta dominada por Televisa y TV Azteca) desde días antes de los comicios del 1 de julio.
Incluso, los ejecutivos de Soriana y de Monex han publicado sendos desplegados en medios impresos acusando a la coalición Movimiento Progresista, de Andrés Manuel López Obrador, por “mentir” y levantar falsedades.
Sólo falta que tengamos que esperar a que una comisión legislativa del Congreso estadunidense nos venga a confirmar lo que una Rayuela del periódico La Jornada sintetizó con amarga ironía:
“Fueron elecciones tan limpias que hasta lavaron el dinero”.
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