Rosalía Vergara / Apro
Mientras espera el desenlace de la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador se entretiene en las redes sociales y este viernes escribió en su cuenta de Twitter: “valerse de la pobreza y comprar votos es un pecado social”.
El tabasqueño, quien impugnó el resultado de la elección y demandó su invalidez por la millonaria compra de votos a favor del priista Enrique Peña Nieto, completó el mensaje:
“Valerse de la pobreza y comprar votos es un pecado social, una inmoralidad. Pero a los defensores de la corrupción les parece algo normal”.
El pasado martes 7, López Obrador pidió impedir que “los señores del PRI compren la Presidencia de México” porque sostuvo que si lo hacen nunca habrá democracia plena en el país.
Leyó una carta que entregó a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en el que enumera en 10 puntos las pruebas recabadas por el Movimiento Progresista, para demostrar cómo los priistas echaron a andar la maquinaria para comprar millones de votos a favor de su candidato Enrique Peña Nieto el pasado 1 de julio.
En conferencia de prensa, acompañado de los dirigentes del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, Jesús Zambrano, Alberto Anaya y Luis Walton, el tabasqueño destacó que los magistrados del TEPJF encargados de calificar la elección presidencial deberán elegir entre “el dinero o el sufragio efectivo”.
El candidato presidencial consideró que hay tiempo para revisar el cúmulo de pruebas recabadas por la izquierda, pues la elección tiene como plazo hasta el 6 de septiembre para ser calificada por el tribunal.
Aunque, destacó que “hay algunos muy desesperados. Últimamente andan muy gruñones. La verdad es que quieren comprar la presidencia y en una democracia efectiva todos debemos valer igual”.
Asimismo, lamentó que los consejeros del IFE se hayan convertido en defensores oficiosos del candidato del PRI, al punto de que en el informe circunstanciado descalifican el valor de sus pruebas y recurren a tácticas dilatorias para no entregar a tiempo la información sobre las múltiples irregularidades en que incurrieron sus adversarios, en particular, las operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Mientras espera el desenlace de la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador se entretiene en las redes sociales y este viernes escribió en su cuenta de Twitter: “valerse de la pobreza y comprar votos es un pecado social”.
El tabasqueño, quien impugnó el resultado de la elección y demandó su invalidez por la millonaria compra de votos a favor del priista Enrique Peña Nieto, completó el mensaje:
“Valerse de la pobreza y comprar votos es un pecado social, una inmoralidad. Pero a los defensores de la corrupción les parece algo normal”.
El pasado martes 7, López Obrador pidió impedir que “los señores del PRI compren la Presidencia de México” porque sostuvo que si lo hacen nunca habrá democracia plena en el país.
Leyó una carta que entregó a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en el que enumera en 10 puntos las pruebas recabadas por el Movimiento Progresista, para demostrar cómo los priistas echaron a andar la maquinaria para comprar millones de votos a favor de su candidato Enrique Peña Nieto el pasado 1 de julio.
En conferencia de prensa, acompañado de los dirigentes del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, Jesús Zambrano, Alberto Anaya y Luis Walton, el tabasqueño destacó que los magistrados del TEPJF encargados de calificar la elección presidencial deberán elegir entre “el dinero o el sufragio efectivo”.
El candidato presidencial consideró que hay tiempo para revisar el cúmulo de pruebas recabadas por la izquierda, pues la elección tiene como plazo hasta el 6 de septiembre para ser calificada por el tribunal.
Aunque, destacó que “hay algunos muy desesperados. Últimamente andan muy gruñones. La verdad es que quieren comprar la presidencia y en una democracia efectiva todos debemos valer igual”.
Asimismo, lamentó que los consejeros del IFE se hayan convertido en defensores oficiosos del candidato del PRI, al punto de que en el informe circunstanciado descalifican el valor de sus pruebas y recurren a tácticas dilatorias para no entregar a tiempo la información sobre las múltiples irregularidades en que incurrieron sus adversarios, en particular, las operaciones con recursos de procedencia ilícita.
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