Jenaro Villamil
A falta de información oficial verídica y verificable, dos episodios vinculados con el crimen organizado han generado una cantidad de versiones encontradas y rumores en los medios masivos y en las redes sociales.
Por un lado, el enfrentamiento el viernes 24 en un paraje de Tres Marías, en la carretera federal Ciudad de México-Cuernavaca, entre dos funcionarios estadunidenses y presuntos policías federales.
Por el otro lado, la detención de 18 supuestos periodistas en la aduana “Las Manos” de Nicaragua, quienes se camuflaron como trabajadores de Televisa, con seis unidades móviles que decían pertenecer a la empresa y portando 9 millones de dólares en efectivo.
En el primer caso, la versión oficial conjunta de la Secretaría de Marina y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, el viernes pasado, intentó generar la percepción de que se trató de un enfrentamiento provocado por la “confusión” entre presuntos policías federales y la camioneta blindada en el que viajaban tres pasajeros, dos estadunidense y un oficial de la Marina.
La versión estadunidense desmintió la postura del gobierno mexicano, al señalar que se trató de una “emboscada”.
Los hechos en Tres Marías despiertan más suspicacias que certezas. Hasta el momento se desconoce la identidad real de los dos estadunidense heridos y el objetivo de su visita a unas instalaciones de la Secretaría de Marina.
La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) se apresuró el mismo viernes a desmentir que se tratara de su personal.
Este martes, La Jornada y columnas periodísticas dieron por válida la versión de que los extranjeros atacados son agentes de la CIA, el organismo de espionaje estadunidense. Estas versiones surgieron de fuentes extraoficiales de la Procuraduría General de la República (PGR).
Esas mismas fuentes han difundido información sobre la verdadera “lluvia de balas” que cayó sobre la camioneta Toyota. No fueron más de 30 proyectiles, sino más de 135 disparos que provinieron no de tres vehículos sino, mínimo, de cuatro.
Hasta el momento, se encuentran arraigados 12 policías federales por delitos de abuso de autoridad, tentativa de homicidio y lesiones.
En la presente edición de Proceso, el reportero Jorge Carrasco citó otra versión: “El confuso ataque fue una acción de elementos de la Policía Federal contra dos agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) que hacían labores de inteligencia para ubicar a Héctor Beltrán Leyva, El H”.
Al parecer, había un cuarto pasajero en la camioneta Toyota que era un informante del cártel de los Beltrán Leyva.
El periódico Reforma, citando a pobladores de Huitzilac, Morelos, publicó este martes 28 que desde hace, por lo menos, una semana, los ciudadanos estadunidenses acudían frecuentemente al campo de entrenamiento del Capulín, en la zona de Tres Marías.
El presidente Felipe Calderón, acompañado del embajador Anthony Wayne, no validó ninguna de las versiones. Simplemente mencionó:
“Sea por negligencia, sea por falta de capacitación, sea por falta de confiabilidad, sea por complicidad, no pueden admitirse estos hechos”.
En el evento no estuvo presente Genaro García Luna, el titular de la SSP federal y señalado como uno de los posibles responsables de este ataque “confuso”, protagonizado por elementos de la “policía científica” creada por el mismo funcionario durante este sexenio.
La sospecha en Televisa
Otro episodio, ocurrido la semana pasada, también ha adquirido una importancia mayúscula por las versiones confusas. Luego de la detención de 18 mexicanos en una aduana de Nicaragua, el medio El Cronista Digital del país centroamericano generó un escándalo al afirmar que, por lo menos, tres de estos detenidos sí son trabajadores de Televisa.
Mencionó el caso de Raquel Alatorre Correa, al parecer, prima del conductor estelar de TV Azteca, Javier Alatorre, y que sí ha trabajado para el “Canal de las Estrellas”.
La versión de El Cronista y de otros medios nicaragüenses generó una ola de reacciones en redes sociales, al grado de que en Twitter uno de los Trending Topics fue #NarcoTelevisa y #NarcoTelenovelasTelevisa.
Televisa emitió un boletín oficial que en su parte medular niega cualquier relación laboral con los detenidos y con las unidades móviles:
“Ninguno de los detenidos ha trabajado en Grupo Televisa y los vehículos confiscados no han formado parte de nuestro parque vehicular. Por su parte, Noticieros Televisa no cuenta con corresponsal alguno en este país”.
La empresa dirigida por Azcárraga Jean advierte que presentará un deslinde formal ante la PGR.
Aún no se sabe para qué organización criminal trabajan los mexicanos detenidos en Nicaragua. Versiones extraoficiales indican que, posiblemente, se trate de las ramificaciones de los Beltrán Leyva en Centroamérica.
De ser cierto, los episodios de Tres Marías y Nicaragua no estarían tan distantes uno del otro.
A falta de información oficial verídica y verificable, dos episodios vinculados con el crimen organizado han generado una cantidad de versiones encontradas y rumores en los medios masivos y en las redes sociales.
Por un lado, el enfrentamiento el viernes 24 en un paraje de Tres Marías, en la carretera federal Ciudad de México-Cuernavaca, entre dos funcionarios estadunidenses y presuntos policías federales.
Por el otro lado, la detención de 18 supuestos periodistas en la aduana “Las Manos” de Nicaragua, quienes se camuflaron como trabajadores de Televisa, con seis unidades móviles que decían pertenecer a la empresa y portando 9 millones de dólares en efectivo.
En el primer caso, la versión oficial conjunta de la Secretaría de Marina y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, el viernes pasado, intentó generar la percepción de que se trató de un enfrentamiento provocado por la “confusión” entre presuntos policías federales y la camioneta blindada en el que viajaban tres pasajeros, dos estadunidense y un oficial de la Marina.
La versión estadunidense desmintió la postura del gobierno mexicano, al señalar que se trató de una “emboscada”.
Los hechos en Tres Marías despiertan más suspicacias que certezas. Hasta el momento se desconoce la identidad real de los dos estadunidense heridos y el objetivo de su visita a unas instalaciones de la Secretaría de Marina.
La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) se apresuró el mismo viernes a desmentir que se tratara de su personal.
Este martes, La Jornada y columnas periodísticas dieron por válida la versión de que los extranjeros atacados son agentes de la CIA, el organismo de espionaje estadunidense. Estas versiones surgieron de fuentes extraoficiales de la Procuraduría General de la República (PGR).
Esas mismas fuentes han difundido información sobre la verdadera “lluvia de balas” que cayó sobre la camioneta Toyota. No fueron más de 30 proyectiles, sino más de 135 disparos que provinieron no de tres vehículos sino, mínimo, de cuatro.
Hasta el momento, se encuentran arraigados 12 policías federales por delitos de abuso de autoridad, tentativa de homicidio y lesiones.
En la presente edición de Proceso, el reportero Jorge Carrasco citó otra versión: “El confuso ataque fue una acción de elementos de la Policía Federal contra dos agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) que hacían labores de inteligencia para ubicar a Héctor Beltrán Leyva, El H”.
Al parecer, había un cuarto pasajero en la camioneta Toyota que era un informante del cártel de los Beltrán Leyva.
El periódico Reforma, citando a pobladores de Huitzilac, Morelos, publicó este martes 28 que desde hace, por lo menos, una semana, los ciudadanos estadunidenses acudían frecuentemente al campo de entrenamiento del Capulín, en la zona de Tres Marías.
El presidente Felipe Calderón, acompañado del embajador Anthony Wayne, no validó ninguna de las versiones. Simplemente mencionó:
“Sea por negligencia, sea por falta de capacitación, sea por falta de confiabilidad, sea por complicidad, no pueden admitirse estos hechos”.
En el evento no estuvo presente Genaro García Luna, el titular de la SSP federal y señalado como uno de los posibles responsables de este ataque “confuso”, protagonizado por elementos de la “policía científica” creada por el mismo funcionario durante este sexenio.
La sospecha en Televisa
Otro episodio, ocurrido la semana pasada, también ha adquirido una importancia mayúscula por las versiones confusas. Luego de la detención de 18 mexicanos en una aduana de Nicaragua, el medio El Cronista Digital del país centroamericano generó un escándalo al afirmar que, por lo menos, tres de estos detenidos sí son trabajadores de Televisa.
Mencionó el caso de Raquel Alatorre Correa, al parecer, prima del conductor estelar de TV Azteca, Javier Alatorre, y que sí ha trabajado para el “Canal de las Estrellas”.
La versión de El Cronista y de otros medios nicaragüenses generó una ola de reacciones en redes sociales, al grado de que en Twitter uno de los Trending Topics fue #NarcoTelevisa y #NarcoTelenovelasTelevisa.
Televisa emitió un boletín oficial que en su parte medular niega cualquier relación laboral con los detenidos y con las unidades móviles:
“Ninguno de los detenidos ha trabajado en Grupo Televisa y los vehículos confiscados no han formado parte de nuestro parque vehicular. Por su parte, Noticieros Televisa no cuenta con corresponsal alguno en este país”.
La empresa dirigida por Azcárraga Jean advierte que presentará un deslinde formal ante la PGR.
Aún no se sabe para qué organización criminal trabajan los mexicanos detenidos en Nicaragua. Versiones extraoficiales indican que, posiblemente, se trate de las ramificaciones de los Beltrán Leyva en Centroamérica.
De ser cierto, los episodios de Tres Marías y Nicaragua no estarían tan distantes uno del otro.
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