Apro
A unos días de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) califique la elección presidencial, empezó a circular El Libro negro, elecciones 2012 bajo la autoría nada menos de quien fuera el coordinador de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, el diputado federal electo Ricardo Monreal.
Se trata de un texto de 40 páginas en el que da cuenta de las irregularidades presuntamente cometidas por el PRI y su candidato presidencial para ganar la elección del 1 de julio.
“Utilizando un símil de los Juegos Olímpicos, el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto corrió dopado bajo los efectos de una sustancia expresamente prohibida por la legislación electoral, el dinero en efectivo y en especie, cuya sobredosis afectó la naturaleza, el diseño y el desarrollo mismo de la competencia política”, dice el próximo coordinador de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados.
Por esas razones, el autor considera que “la carrera debe invalidarse y reponerse bajo las condiciones y normas que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la legislación electoral”.
La publicación, que se lanza a unos días de que concluya el proceso de calificación de las elecciones presidenciales, “busca poner en manos de los ciudadanos las pruebas y argumentos” que sustentan la impugnación del Movimiento Progresista, según Monreal.
La coalición formada por PRD, PT, Movimiento Ciudadano, estima en cuatro mil 600 millones de pesos el gasto electoral del candidato del PRI, cuando el límite legal establecido fue de 336 millones.
Monreal insiste además en que el proceso electoral que dio por ganador a Peña Nieto estuvo muy alejado de la equidad democrática: “El dinero a raudales, de procedencia desconocida y al margen de toda fiscalización se convirtió en esta ocasión en la partícula del fraude y el abuso electoral”, dice.
El exgobernador de Zacatecas afirma también que el dinero ilegal e ilícito “es inocultable” y como prueba de ello recuerda la utilización de una “flotilla aérea imperial” compuesta por aviones y helicópteros que tuvo a su servicio el candidato del PRI, así como la utilización masiva de espectaculares, vallas y anuncios publicitarios.
“La distribución de millones de utilitarios de diversa índole, desde las clásicas camisetas y gorras, hasta la entrega de aparatos electrodomésticos, pasando por millones de tarjetas telefónicas prepagadas y entrega de animales de crianza en las zonas rurales.
“De manera insólita, la utilización masiva de monederos electrónicos de Monex y de Soriana. Todo ello fue la expresión más acabada de una campaña electoral que pudo adolecer de algunos atributos políticos como el pudor, la moderación y la imaginación, pero no del dinero en efectivo y en especie como eje articulador o sello distintivo”, reitera Monreal.
El libro hace referencia también al desempeño de los medios de comunicación, las cuentas bancarias a nombre de Luis Videgaray, el papel del gobierno de Zacatecas en la compra del voto y las omisiones del IFE y el papel del Tribunal Electoral frente a los comicios.
A unos días de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) califique la elección presidencial, empezó a circular El Libro negro, elecciones 2012 bajo la autoría nada menos de quien fuera el coordinador de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, el diputado federal electo Ricardo Monreal.
Se trata de un texto de 40 páginas en el que da cuenta de las irregularidades presuntamente cometidas por el PRI y su candidato presidencial para ganar la elección del 1 de julio.
“Utilizando un símil de los Juegos Olímpicos, el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto corrió dopado bajo los efectos de una sustancia expresamente prohibida por la legislación electoral, el dinero en efectivo y en especie, cuya sobredosis afectó la naturaleza, el diseño y el desarrollo mismo de la competencia política”, dice el próximo coordinador de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados.
Por esas razones, el autor considera que “la carrera debe invalidarse y reponerse bajo las condiciones y normas que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la legislación electoral”.
La publicación, que se lanza a unos días de que concluya el proceso de calificación de las elecciones presidenciales, “busca poner en manos de los ciudadanos las pruebas y argumentos” que sustentan la impugnación del Movimiento Progresista, según Monreal.
La coalición formada por PRD, PT, Movimiento Ciudadano, estima en cuatro mil 600 millones de pesos el gasto electoral del candidato del PRI, cuando el límite legal establecido fue de 336 millones.
Monreal insiste además en que el proceso electoral que dio por ganador a Peña Nieto estuvo muy alejado de la equidad democrática: “El dinero a raudales, de procedencia desconocida y al margen de toda fiscalización se convirtió en esta ocasión en la partícula del fraude y el abuso electoral”, dice.
El exgobernador de Zacatecas afirma también que el dinero ilegal e ilícito “es inocultable” y como prueba de ello recuerda la utilización de una “flotilla aérea imperial” compuesta por aviones y helicópteros que tuvo a su servicio el candidato del PRI, así como la utilización masiva de espectaculares, vallas y anuncios publicitarios.
“La distribución de millones de utilitarios de diversa índole, desde las clásicas camisetas y gorras, hasta la entrega de aparatos electrodomésticos, pasando por millones de tarjetas telefónicas prepagadas y entrega de animales de crianza en las zonas rurales.
“De manera insólita, la utilización masiva de monederos electrónicos de Monex y de Soriana. Todo ello fue la expresión más acabada de una campaña electoral que pudo adolecer de algunos atributos políticos como el pudor, la moderación y la imaginación, pero no del dinero en efectivo y en especie como eje articulador o sello distintivo”, reitera Monreal.
El libro hace referencia también al desempeño de los medios de comunicación, las cuentas bancarias a nombre de Luis Videgaray, el papel del gobierno de Zacatecas en la compra del voto y las omisiones del IFE y el papel del Tribunal Electoral frente a los comicios.
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