Apro
Ante la escalada de violencia registrada en los últimos días en distintas regiones del país, el gobierno del presidente Felipe Calderón decidió reforzar la presencia policiaca con el envío de15 mil elementos del Ejército y la Policía Federal a los estados de Michoacán, Nuevo León, Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosí, Coahuila y Tamaulipas.
Las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Seguridad Pública (SSP) informaron de manera conjunta que en el caso particular de Michoacán, donde el pasado viernes se registraron violentos enfrentamientos y narcobloqueos, se enviaron 600 federales, 30 patrullas, dos helicópteros y 20 vehículos blindados.
En total, la Policía Federal desplegará a tres mil 900 elementos a las siete entidades del país, con la idea de reforzar la seguridad.
La Sedena triplicará dicha cantidad al enviar 11 mil 835 elementos.
Según esa dependencia, los soldados se internarán específicamente en zonas rurales donde el crimen organizado ha ejecutado varias acciones, como la quema de vehículos y estaciones de gasolina.
El reforzamiento de la seguridad se lleva a cabo en momentos en que la escalada de violencia se ha recrudecido en el país.
La semana pasada presuntos sicarios de La Familia Michoacana realizaron narcobloqueos en Apatzingán, Michoacán, para evitar el arribo de la Policía Federal. Los enfrentamientos dejaron un saldo de cinco presunto sicarios abatidos y cinco federales heridos.
En su huida, los delincuentes quemaron gasolineras en el estado de Guanajuato.
Ese mismo día, en Zacatecas aparecieron 10 cuerpos en una camioneta abandonada a un costado de la carretera Fresnillo-Río Grande y elementos de la Marina y del Ejército localizaron un campo de adiestramiento presuntamente perteneciente al cartel de Los Zetas en el municipio de Río Grande.
En la incursión de las corporaciones federales al predio se suscitó un enfrentamiento con sicarios, en el cual siete de éstos últimos fueron acribillados y otros 16, capturados.
El mismo viernes 10 en el estado de San Luis Potos también se registró un enfrentamiento entre elementos del Ejército mexicano y presuntos criminales que dejó un saldo de por lo menos cinco muertos y tres mujeres menores de edad detenidas en el municipio de Cedral, al norte de la entidad.
También en Veracruz los enfrentamientos aumentaron durante el fin de semana.
El jueves 9 fueron hallados 14 cadáveres en el interior de una camioneta en el kilómetro 12 de la Carretera San Luis-Zacatecas.
Según las autoridades los enfrentamientos y ejecuciones están relacionados con una pugna interna en la organización criminal de Los Zetas y de éstos con grupos rivales por el control territorial de plazas en el centro de la república, y en el caso de Michoacán los hechos de violencia son reacciones a los operativos anticrimen.
Ante la escalada de violencia registrada en los últimos días en distintas regiones del país, el gobierno del presidente Felipe Calderón decidió reforzar la presencia policiaca con el envío de15 mil elementos del Ejército y la Policía Federal a los estados de Michoacán, Nuevo León, Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosí, Coahuila y Tamaulipas.
Las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Seguridad Pública (SSP) informaron de manera conjunta que en el caso particular de Michoacán, donde el pasado viernes se registraron violentos enfrentamientos y narcobloqueos, se enviaron 600 federales, 30 patrullas, dos helicópteros y 20 vehículos blindados.
En total, la Policía Federal desplegará a tres mil 900 elementos a las siete entidades del país, con la idea de reforzar la seguridad.
La Sedena triplicará dicha cantidad al enviar 11 mil 835 elementos.
Según esa dependencia, los soldados se internarán específicamente en zonas rurales donde el crimen organizado ha ejecutado varias acciones, como la quema de vehículos y estaciones de gasolina.
El reforzamiento de la seguridad se lleva a cabo en momentos en que la escalada de violencia se ha recrudecido en el país.
La semana pasada presuntos sicarios de La Familia Michoacana realizaron narcobloqueos en Apatzingán, Michoacán, para evitar el arribo de la Policía Federal. Los enfrentamientos dejaron un saldo de cinco presunto sicarios abatidos y cinco federales heridos.
En su huida, los delincuentes quemaron gasolineras en el estado de Guanajuato.
Ese mismo día, en Zacatecas aparecieron 10 cuerpos en una camioneta abandonada a un costado de la carretera Fresnillo-Río Grande y elementos de la Marina y del Ejército localizaron un campo de adiestramiento presuntamente perteneciente al cartel de Los Zetas en el municipio de Río Grande.
En la incursión de las corporaciones federales al predio se suscitó un enfrentamiento con sicarios, en el cual siete de éstos últimos fueron acribillados y otros 16, capturados.
El mismo viernes 10 en el estado de San Luis Potos también se registró un enfrentamiento entre elementos del Ejército mexicano y presuntos criminales que dejó un saldo de por lo menos cinco muertos y tres mujeres menores de edad detenidas en el municipio de Cedral, al norte de la entidad.
También en Veracruz los enfrentamientos aumentaron durante el fin de semana.
El jueves 9 fueron hallados 14 cadáveres en el interior de una camioneta en el kilómetro 12 de la Carretera San Luis-Zacatecas.
Según las autoridades los enfrentamientos y ejecuciones están relacionados con una pugna interna en la organización criminal de Los Zetas y de éstos con grupos rivales por el control territorial de plazas en el centro de la república, y en el caso de Michoacán los hechos de violencia son reacciones a los operativos anticrimen.
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