Slim va por la televisión

Florence Toussaint

Mientras Televisa acapara espectro, publicidad, audiencia y poder en México, América Móvil, filial de Telmex, va por telecomunicaciones y por televisión en el país y especialmente en América Latina. Lucha por alejar a su principal competidor, Telefónica, de los mercados del continente. Y parece que lo consigue.

Según datos de Fernando Butler y Efrén Páez los ingresos de Telefónica estuvieron, durante el primer trimestre de 2012, por debajo de los de América Móvil. Para esta última reportan 12.5 mil millones de dólares, y para su competidora 9.8. Ello pese a que el número de suscriptores bajo contrato de la empresa española es ligeramente superior (36.03 millones) a la de Carlos Slim (35.7 millones).

La estrategia de América Móvil es no quedarse quieta: en tanto batalla aquí con los reguladores capturados por Televisa para poder ofrecer televisión de paga, se afana por conseguir el ingreso en otros mercados. Está intentando abrirse paso en Chile y en Brasil. Busca a los consumidores europeos con su 4.96% de las acciones de Austria Telekom, y compra títulos de la holandesa KPN. Quiere penetrar el difícil mercado estadunidense para retener a los migrantes de habla hispana.

No quita el dedo del renglón en materia televisiva. Impulsa cada año un poco más su canal de noticias UNO. Contrató a José Cárdenas y a otros conductores mexicanos para ponerlos al frente de los espacios informativos. En Colombia había logrado que su canal UNO se viera en sistemas de paga. Hoy vía internet, un programa de entrevistas entrará a millones de celulares con wi-fi. Para ello Slim creó un canal digital para ser descargado en aparatos móviles, localizado en Estados Unidos, frente al cual puso a un exfuncionario de News Corporation. En marzo pasado comenzó a operar la cadena cuyo nombre es Ora.TV y que hoy se engalana con una figura muy popular en el medio, el periodista Larry King.

Este fue conocido por su trabajo en la cadena internacional de noticias CNN para la cual laboró 27 años. Se hizo famoso a partir de las entrevistas realizadas a todo tipo de personajes, cuyo estilo propio no daba lugar a que el invitado se escabullera de sus agudas preguntas. Tanto en el estudio como por vía telefónica, sus convidados se encontraban con un entrevistador afable pero nunca complaciente.

Carlos Slim debería saber que en materia de contenidos, no basta con estar presente, se compite con ventaja ofreciendo algo distinto. Quienes se valen de internet para informarse constituyen un grupo de élite pertrechado con múltiples fuentes a las cuales acudir, por tanto sus exigencias son mayores que las de los televidentes, por ejemplo. Atrapar a la audiencia y mantenerla cautiva implica obtener lo mejor y arriesgarse en busca de credibilidad. Con las notas tan pobres y mal trabajadas que envía UNO a los celulares, no bastará. Tendrá que innovar, pues la sola inversión en infraestructura no será suficiente.

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