Gobierno pripánico
Legalidad y subversión
PRI no paga en DF
Julio Hernández López / Astillero
Está en proceso un diseño sexenal de entendimientos entre el PAN y el PRI al estilo de los años dorados del primer salinismo. El atropellado reconocimiento calderonista de los primeros indicios de delantera numérica de Enrique Peña Nieto fue el primer gesto público de una negociación que en días recientes se ha encarecido tácticamente (con el ocupante de Los Pinos contradiciendo su precocidad dominical en favor del PRI, hablando de compra de votos), pero que en lo sustancial sigue viento en popa, con la mira puesta en las reformas estructurales que contarán con mayoría pripanista en la próxima legislatura federal (aunque persiste la intención de adelantar esas bodas políticas y celebrarlas en un periodo extraordinario de sesiones) y en la exclusión de la izquierda radical y la absorción de la moderada.
Esa alianza de bipartidismo con ánimos de repartirse el poder de manera alternada, ese reformismo contrario a los intereses populares y nacionales, y esas pretensiones de exclusión y absorción de la izquierda variopinta, muestran a las organizaciones y a los ciudadanos opuestos al enorme fraude electoral de 2012 la necesidad de trazar un camino de resistencia activa que desde luego debe denunciar y combatir las hechuras de profunda adulteración realizadas por el partido de tres colores y convalidadas por el blanquiazul, y pelear contra la imposición del producto de esas trampas; pero sin perder de vista que, de consumarse la instalación de Peña Nieto y su denso equipo en el poder ejecutivo federal, se estarán abriendo rutas de acción política pripanista que sin contrapeso organizado transitarán sin problema las aduanas institucionales hasta convertirse en letra legal reformada, en concesiones otorgadas, en ventas consumadas de riqueza nacional, en montaje de aparatos de represión política y máxima simulación electoral.
Un ejemplo de la alianza que sostiene con el PRI lo dio ayer el encargado de la presidencia del comité nacional panista, Gustavo Madero, al anunciar que la bancada legislativa de blanco y azul asistirá a la toma de posesión de Enrique Peña Nieto. Al desgastado dirigente le molesta que el priísmo recuerde a los panistas el servicio mayúsculo que le prestó al ocupar asientos en San Lázaro el 1º de diciembre de 2006 para hacer quórum y permitir que de una chistera militar saltara el apurado Felipe a rendir una protesta de pisa y corre. Favor con favor se paga, en este intento de alternancia circunscrita a un bipartidismo quiquefelipista.
Otro presidente de partido, Pedro Joaquín Coldwell, pone en sus labios las palabras que salen del ánimo contrariado y beligerante de su jefe. Ventriloquía priísta para anunciar que no se permitirá que millones de mexicanos sean llamados corruptos al endilgárseles confección o complicidad en un fraude electoral que obviamente la cúpula peñanietista niega y contra cuyas versiones se enfila la caballería pesada a cargo de Jesús Murillo Karam.
El hilo persistente del discurso del priísmo es la legalidad, porque a partir de ella pretenden enhebrar acusaciones de virtual subversión contra quienes se opongan firmemente a los resultados que el tribunal electoral sabidamente peñanietista habrá de entregar a más tardar en septiembre para dar por ganador al mexiquense. Esa será la frontera de la legalidad que ya no cruzará la izquierda moderada que hasta hoy sigue acompañando burocrárticamente a AMLO y lo hará en las semanas del plan de lucha por la democracia y la dignidad que el tabasqueño dará a conocer este miércoles (¿otra gira, entre esas acciones?).
Astillas
Ciudadanos del distrito electoral federal 34 de la capital del país denunciaron a esta columna que fueron contratados por el PRI para fungir como representantes de casilla a cambio de mil pesos, pero que, a la fecha, no les han pagado. Entrevistados cerca del Metro Pantitlán, a las afueras de oficinas priístas a donde les habían dicho que terminando sus labores del domingo 1º regresaran a celebrar el triunfo de Enrique Peña Nieto, tres de esos representantes mostraron sus nombramientos partidistas y, además, las copias de actas que en esa función les fueron otorgadas al final de la jornada electoral pero que ellos a su vez no han entregado a los directivos priístas, como presión para que les paguen. Señalan que medio millar de personas fueron reclutadas con el señuelo de los mil pesos en colonias de las delegaciones Venustiano Carranza y Magdalena Contreras. A vuelta y vuelta exigiendo su pago, los inconformes escucharon a un líder priísta llamarles muertos de hambre y amenazar con traer gente con armas para que los golpearan. A fin de cuentas, les ofrecieron solamente cien pesos. Dos de los declarantes pidieron que sus rostros fueran difuminados. Otra mujer, sin esa protección, dijo: Estamos encabronados. Casi 24 horas les trabajamos y no pagó (el PRI). El video está disponible en http://tiny.cc/h78jhw y el editor fue Rodrigo Ortega Ortuño... Pedro Ferriz de Con dejó de conducir el noticiero nocturno del canal 28 de televisión, perteneciente al grupo Imagen, por desajustes en la relación con sus directivos, aunque sigue con su programa informativo matutino en radio. Ferriz llamó ignorante a Enrique Peña Nieto y señaló diversos ribetes de corrupción y autoritarismo del mexiquense, como en http://bit.ly/PVa35S puede verse. Para relevarlo fue nombrado Pablo Hiriart, director del diario La Razón, crítico constante del lopezobradorismo, cuyas opiniones suelen estar en concordancia con las del salinismo y su vertiente actual, el peñanietismo... Y, mientras van siendo liberados algunos de los jóvenes detenidos en la ciudad de México luego de que no se celebró una presunta fiesta de reguetón convocada a través de redes sociales, lo que provocó hechos de presunto vandalismo, ¡hasta mañana, con los comuneros de Cherán concurriendo al paraíso de la ineficacia denominado secretaría de Gobernación, para que les otorguen promesas y placebos en lugar de la protección plena a que está obligado el Estado mexicano!
Legalidad y subversión
PRI no paga en DF
Julio Hernández López / Astillero
Está en proceso un diseño sexenal de entendimientos entre el PAN y el PRI al estilo de los años dorados del primer salinismo. El atropellado reconocimiento calderonista de los primeros indicios de delantera numérica de Enrique Peña Nieto fue el primer gesto público de una negociación que en días recientes se ha encarecido tácticamente (con el ocupante de Los Pinos contradiciendo su precocidad dominical en favor del PRI, hablando de compra de votos), pero que en lo sustancial sigue viento en popa, con la mira puesta en las reformas estructurales que contarán con mayoría pripanista en la próxima legislatura federal (aunque persiste la intención de adelantar esas bodas políticas y celebrarlas en un periodo extraordinario de sesiones) y en la exclusión de la izquierda radical y la absorción de la moderada.
Esa alianza de bipartidismo con ánimos de repartirse el poder de manera alternada, ese reformismo contrario a los intereses populares y nacionales, y esas pretensiones de exclusión y absorción de la izquierda variopinta, muestran a las organizaciones y a los ciudadanos opuestos al enorme fraude electoral de 2012 la necesidad de trazar un camino de resistencia activa que desde luego debe denunciar y combatir las hechuras de profunda adulteración realizadas por el partido de tres colores y convalidadas por el blanquiazul, y pelear contra la imposición del producto de esas trampas; pero sin perder de vista que, de consumarse la instalación de Peña Nieto y su denso equipo en el poder ejecutivo federal, se estarán abriendo rutas de acción política pripanista que sin contrapeso organizado transitarán sin problema las aduanas institucionales hasta convertirse en letra legal reformada, en concesiones otorgadas, en ventas consumadas de riqueza nacional, en montaje de aparatos de represión política y máxima simulación electoral.
Un ejemplo de la alianza que sostiene con el PRI lo dio ayer el encargado de la presidencia del comité nacional panista, Gustavo Madero, al anunciar que la bancada legislativa de blanco y azul asistirá a la toma de posesión de Enrique Peña Nieto. Al desgastado dirigente le molesta que el priísmo recuerde a los panistas el servicio mayúsculo que le prestó al ocupar asientos en San Lázaro el 1º de diciembre de 2006 para hacer quórum y permitir que de una chistera militar saltara el apurado Felipe a rendir una protesta de pisa y corre. Favor con favor se paga, en este intento de alternancia circunscrita a un bipartidismo quiquefelipista.
Otro presidente de partido, Pedro Joaquín Coldwell, pone en sus labios las palabras que salen del ánimo contrariado y beligerante de su jefe. Ventriloquía priísta para anunciar que no se permitirá que millones de mexicanos sean llamados corruptos al endilgárseles confección o complicidad en un fraude electoral que obviamente la cúpula peñanietista niega y contra cuyas versiones se enfila la caballería pesada a cargo de Jesús Murillo Karam.
El hilo persistente del discurso del priísmo es la legalidad, porque a partir de ella pretenden enhebrar acusaciones de virtual subversión contra quienes se opongan firmemente a los resultados que el tribunal electoral sabidamente peñanietista habrá de entregar a más tardar en septiembre para dar por ganador al mexiquense. Esa será la frontera de la legalidad que ya no cruzará la izquierda moderada que hasta hoy sigue acompañando burocrárticamente a AMLO y lo hará en las semanas del plan de lucha por la democracia y la dignidad que el tabasqueño dará a conocer este miércoles (¿otra gira, entre esas acciones?).
Astillas
Ciudadanos del distrito electoral federal 34 de la capital del país denunciaron a esta columna que fueron contratados por el PRI para fungir como representantes de casilla a cambio de mil pesos, pero que, a la fecha, no les han pagado. Entrevistados cerca del Metro Pantitlán, a las afueras de oficinas priístas a donde les habían dicho que terminando sus labores del domingo 1º regresaran a celebrar el triunfo de Enrique Peña Nieto, tres de esos representantes mostraron sus nombramientos partidistas y, además, las copias de actas que en esa función les fueron otorgadas al final de la jornada electoral pero que ellos a su vez no han entregado a los directivos priístas, como presión para que les paguen. Señalan que medio millar de personas fueron reclutadas con el señuelo de los mil pesos en colonias de las delegaciones Venustiano Carranza y Magdalena Contreras. A vuelta y vuelta exigiendo su pago, los inconformes escucharon a un líder priísta llamarles muertos de hambre y amenazar con traer gente con armas para que los golpearan. A fin de cuentas, les ofrecieron solamente cien pesos. Dos de los declarantes pidieron que sus rostros fueran difuminados. Otra mujer, sin esa protección, dijo: Estamos encabronados. Casi 24 horas les trabajamos y no pagó (el PRI). El video está disponible en http://tiny.cc/h78jhw y el editor fue Rodrigo Ortega Ortuño... Pedro Ferriz de Con dejó de conducir el noticiero nocturno del canal 28 de televisión, perteneciente al grupo Imagen, por desajustes en la relación con sus directivos, aunque sigue con su programa informativo matutino en radio. Ferriz llamó ignorante a Enrique Peña Nieto y señaló diversos ribetes de corrupción y autoritarismo del mexiquense, como en http://bit.ly/PVa35S puede verse. Para relevarlo fue nombrado Pablo Hiriart, director del diario La Razón, crítico constante del lopezobradorismo, cuyas opiniones suelen estar en concordancia con las del salinismo y su vertiente actual, el peñanietismo... Y, mientras van siendo liberados algunos de los jóvenes detenidos en la ciudad de México luego de que no se celebró una presunta fiesta de reguetón convocada a través de redes sociales, lo que provocó hechos de presunto vandalismo, ¡hasta mañana, con los comuneros de Cherán concurriendo al paraíso de la ineficacia denominado secretaría de Gobernación, para que les otorguen promesas y placebos en lugar de la protección plena a que está obligado el Estado mexicano!
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