Reincidencia delatora

Amagos y endurecimiento
Soriana anuncia querellas
Ataque a Grupo Reforma

Julio Hernández López / Astillero


Hizo bien Enrique Peña Nieto en precisar ayer, en conferencia de prensa, su posición respecto de las abundantes e incesantes acusaciones de que hubo compra de votos para favorecerlo, sobre todo a través de tarjetas clientelares correspondientes a la cadena de almacenes Soriana.

Sin embargo, el tono y los conceptos centrales que utilizó resultan ominosos, como si la intención principal de su discurso ante las actuales circunstancias fuera la advertencia punitiva, el amago oscurecido, el anticipo de un endurecimiento en curso. Desde la reaparición sombría del fantasma del diazordacismo en la Universidad Iberoamericana, cuando reivindicó con altivez provocativa la autoría de la represión a pobladores de San Salvador Atenco, EPN se había cuidado de reincidencias delatoras. Ante movilizaciones juveniles que llegaron a irrumpir en recintos donde se realizaban actos de proselitismo con él presente, e incluso en episodios sujetos a polémica, en los que su camioneta fue alcanzada físicamente por algunos de sus presuntos opositores, EPN había privilegiado las alocuciones pacificadoras y benevolentes.

A 10 días del formal triunfo que ya le adjudicó el IFE, que le es impugnado por un segmento social numeroso y activo, y que está por resolverse en términos litigiosos en el tribunal electoral federal, Peña Nieto no muestra paciencia personal ni habilidad política para permitir el desahogo del curso jurídico que conlleva alegatos, pruebas y testimonios que podrían ser falsos, exagerados y torpes (o todo lo contrario), pero que necesitan ser declarados como tales por la instancia resolutoria que constituye el antes mencionado tribunal y no por las palabras y consideraciones subjetivas de la parte acusada que así, al revolverse indispuesta a escuchar a los otros y a dejar que lo institucional decida controversias, parece peligrosamente encaminada a asumir sus juicios subjetivos como palabra de poder, imperiosa, incontestable, ejecutante.

Los sucesos de la Ibero generaron una viva reacción ante el discurso peñanietista por considerarse que se había faltado a la verdad en el acto estudiantil en sí pero, sobre todo, por la manera torpe, provocadora y dinosáurica en que el aparato priísta respondió a los hechos, pretendiendo adjudicar responsabilidades a infiltrados, provocadores y desquiciados. Con sus planteamientos de ayer, Peña Nieto comete un error parecido: en lugar de presentar pruebas exculpatorias suficientes, que por sí mismas desarmaran a sus opositores y ayudaran a esclarecer los términos del conflicto, o de rechazar las acusaciones que ha recibido, pero reservando a la palabra institucional el dictamen final, el sobrino de Arturo Montiel ha saltado a la arena hablando de mentiras sin sustento, infundios absolutos, montajes y descalificaciones. Tanta maldad desbordada habría afectado incluso a personajes de frágil criterio, ha de suponerse, como Felipe Calderón, quien también habría sido engañado con ese cuento.

El otro punto destacado de sus respuestas de ayer a periodistas fue el rechazo a que partidos o actores políticos pretendan lastimar la unidad de los mexicanos y polarizar aún más los ánimos de tensión y diferencias que son naturales en una contienda. México, dijo EPN, quiere vivir en paz. Las preolímpicas palabras del jefe del priísmo se producen a 48 horas de que el principal opositor a su presunto triunfo, Andrés Manuel López Obrador, delinee la ruta política que seguirá mientras el tribunal electoral analiza los expedientes que presentará con la pretensión de invalidar o anular los comicios presidenciales.

Por lo pronto, Soriana, la empresa de larga y consistente asociación con gobiernos priístas, ha anunciado que emprenderá acción penal contra el actual senador y próximo diputado federal Ricardo Monreal, por los señalamientos que reiteradamente ha hecho del uso de tarjetas plásticas para la compra de votos en favor del PRI. La firma de la familia Martín Bringas extenderá sus querellas contra quienes resulten responsables, en una apertura al infinito que podría significar abrir expedientes acusatorios contra cualquier ciudadano que hubiera reproducido o hecho suyas las acusaciones referentes al Sorianagate.

En el marco del renovado enrarecimiento de la vida pública nacional, con la reaparición de crímenes y enfrentamientos relacionados con el narcotráfico, actividades estas que parecieran haber entrado en un receso por razones electorales (aunque en el norte del país hubo presión y amenazas que favorecieron al PRI), han sucedido dos atentados contra sendas sucursales del Grupo Reforma, cuyo principal diario se edita en la ciudad de México, pero cuya cuna ha sido Monterrey, donde mantiene una preponderante presencia periodística bajo el título de El Norte. Ayer, las instalaciones de las sucursales La Silla y Linda Vista fueron atacadas con productos explosivos, por fortuna sin que hubiera personas lesionadas.

Siendo Monterrey sede de grupos criminales sin control, que lo mismo retan al gobierno estatal que a empresas e individuos, hacia ese rubro se encaminan de manera natural las primeras sospechas. Sin embargo, cierto es también que en esa entidad hay poderes priístas ofendidos por la publicación de material periodístico que exhibe algunas de sus andanzas negativas y que ese partidismo de tres colores ha tenido grave descalabro electoral reciente. También es de recordarse que Reforma ha estado bajo fuego televisivo de doble moral a propósito de anuncios clasificados de contenido sexual, en una acometida hipócrita que tenía como verdadero móvil la venganza porque en ese diario se publicaban noticias, reportajes y artículos que obstruían los grandes arreglos de cúpula que significaban ganancias de miles de millones de pesos para Televisa.

Y, mientras Margarita se asoma desde ahora para sugerirse como carta del PAN para el regreso blanquiazul en 2018, ¡hasta mañana, con Gobernación instalando a una ex diputada federal panista como coordinadora de la defensa oficial de defensores de derechos humanos y periodistas!

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