Martha Anaya / El Alhajero
Ayer, cuando Enrique Peña Nieto enfilaba hacia el encuentro con los medios para dar su mensaje, se volvió hacia el presidente del partido, Pedro Joaquín Coldwell, y le dio la siguiente instrucción: Pídele a (Jesús) Alí que reconozca su derrota.
La razón que esgrimió el virtual ganador de la contienda presidencial para demandar tal actitud del candidato priista a la gubernatura de Tabasco fue clara: No se puede ver como (Andrés Manuel) López Obrador.
Según los datos del PREP estatal, con 94% de las actas contabilizadas, Alí de la Torre -quien logró en su momento la candidatura del tricolor en un proceso desaseado que molestó a muchos priistas tabasqueños- se encontraba ayer casi ocho puntos debajo del perredista Arturo Núñez. Distancia aún mayor que la que lleva el propio Peña sobre López Obrador.
Y como lo primero es lo primero, es decir, la Presidencia de la República y evitar el regateo del de Macuspana de su triunfo, Peña Nieto no dudó en la decisión a tomar y giró la instrucción fulminante.
Por añadidura, calculaban en su equipo, el gesto serviría para enviar un guiño al propio López Obrador, quien aún no hacía pública su postura sobre la elección. Aunque de poco les sirvió.
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AMLO SE PINTA EL ROSTRO.- “Yo estoy tranquilo, sé cuál es mi responsabilidad histórica y voy a actuar en consecuencia”, declaraba un López Obrador con un talante muy distinto al hombre serio y pensativo de antenoche. Ayer se veía efectivamente tranquilo, sonriente incluso, mientras respondía pregunta tras pregunta de los medios de comunicación ante los que acaba de anunciar que impugnará la elección.
¿Usted acepta la derrota?, le cuestionaron en un momento dado, ya que había firmado un pacto de civilidad y los números del PREP lo ponen a siete puntos de Peña Nieto. Y él respondió: “Yo acepto la legalidad, la transparencia…, yo no suscribí ese convenio para cancelar mis derechos como ciudadano”.
Combativo, pero cuidando las palabras, delineó la ruta a seguir: primero, análisis de las actas, conteo de boletas en algunos casos y después “lo que mejor convenga” porque fue una elección muy sucia, con un uso a raudales de dinero e inequidad en los medios. Pidió que no le cargaran a él solo la responsabilidad de lo que sucede, “yo asumo mi responsabilidad, pero la responsabilidad institucional reside en el IFE y en el Trife. Ellos tienen que dar la cara en este asunto”.
Intensa conferencia, no sólo por los señalamientos de López Obrador sino porque acudieron también simpatizantes suyos que lo mismo le ofrecían pruebas de un “fraude electrónico”, que interrumpían o abucheaban las preguntas de algunos de los reporteros.
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BARTLETT TAMBIÉN SE VA A TRIBUNALES.- Si bien Manuel Bartlett tiene asegurado su escaño en el Senado por la vía plurinominal, él quiere llegar a la nueva sede con el voto de los poblanos. Anuncia que lo buscará así porque los resultados mostrados por el PREP (que sitúan en el primer lugar a la priista Blanca Alcalá, en segundo al panista Javier Lozano, y en tercero a Bartlett) dieron un vuelco -respecto de cómo venía la elección para diputados y senadores- “muy conveniente para el gobernador”.
“Voy a defender mi voto”, asevera, así que también iniciará su lucha con el cómputo distrital para “probar” que aquí hubo algo muy extraño y luego se irá a tribunales.
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GEMAS: Obsequio de Elena Poniatowska, pleno de emotividad: “Ayer que vi a Andrés Manuel me quedé de a seis… Sorprendida de verlo sereno, sonriente, porque hace seis años estaba enojado y desesperado… Pero yo estoy triste, yo no sonrío”.
Ayer, cuando Enrique Peña Nieto enfilaba hacia el encuentro con los medios para dar su mensaje, se volvió hacia el presidente del partido, Pedro Joaquín Coldwell, y le dio la siguiente instrucción: Pídele a (Jesús) Alí que reconozca su derrota.
La razón que esgrimió el virtual ganador de la contienda presidencial para demandar tal actitud del candidato priista a la gubernatura de Tabasco fue clara: No se puede ver como (Andrés Manuel) López Obrador.
Según los datos del PREP estatal, con 94% de las actas contabilizadas, Alí de la Torre -quien logró en su momento la candidatura del tricolor en un proceso desaseado que molestó a muchos priistas tabasqueños- se encontraba ayer casi ocho puntos debajo del perredista Arturo Núñez. Distancia aún mayor que la que lleva el propio Peña sobre López Obrador.
Y como lo primero es lo primero, es decir, la Presidencia de la República y evitar el regateo del de Macuspana de su triunfo, Peña Nieto no dudó en la decisión a tomar y giró la instrucción fulminante.
Por añadidura, calculaban en su equipo, el gesto serviría para enviar un guiño al propio López Obrador, quien aún no hacía pública su postura sobre la elección. Aunque de poco les sirvió.
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AMLO SE PINTA EL ROSTRO.- “Yo estoy tranquilo, sé cuál es mi responsabilidad histórica y voy a actuar en consecuencia”, declaraba un López Obrador con un talante muy distinto al hombre serio y pensativo de antenoche. Ayer se veía efectivamente tranquilo, sonriente incluso, mientras respondía pregunta tras pregunta de los medios de comunicación ante los que acaba de anunciar que impugnará la elección.
¿Usted acepta la derrota?, le cuestionaron en un momento dado, ya que había firmado un pacto de civilidad y los números del PREP lo ponen a siete puntos de Peña Nieto. Y él respondió: “Yo acepto la legalidad, la transparencia…, yo no suscribí ese convenio para cancelar mis derechos como ciudadano”.
Combativo, pero cuidando las palabras, delineó la ruta a seguir: primero, análisis de las actas, conteo de boletas en algunos casos y después “lo que mejor convenga” porque fue una elección muy sucia, con un uso a raudales de dinero e inequidad en los medios. Pidió que no le cargaran a él solo la responsabilidad de lo que sucede, “yo asumo mi responsabilidad, pero la responsabilidad institucional reside en el IFE y en el Trife. Ellos tienen que dar la cara en este asunto”.
Intensa conferencia, no sólo por los señalamientos de López Obrador sino porque acudieron también simpatizantes suyos que lo mismo le ofrecían pruebas de un “fraude electrónico”, que interrumpían o abucheaban las preguntas de algunos de los reporteros.
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BARTLETT TAMBIÉN SE VA A TRIBUNALES.- Si bien Manuel Bartlett tiene asegurado su escaño en el Senado por la vía plurinominal, él quiere llegar a la nueva sede con el voto de los poblanos. Anuncia que lo buscará así porque los resultados mostrados por el PREP (que sitúan en el primer lugar a la priista Blanca Alcalá, en segundo al panista Javier Lozano, y en tercero a Bartlett) dieron un vuelco -respecto de cómo venía la elección para diputados y senadores- “muy conveniente para el gobernador”.
“Voy a defender mi voto”, asevera, así que también iniciará su lucha con el cómputo distrital para “probar” que aquí hubo algo muy extraño y luego se irá a tribunales.
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GEMAS: Obsequio de Elena Poniatowska, pleno de emotividad: “Ayer que vi a Andrés Manuel me quedé de a seis… Sorprendida de verlo sereno, sonriente, porque hace seis años estaba enojado y desesperado… Pero yo estoy triste, yo no sonrío”.
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