Desde el correo del blog RMX
Atención pueblo de México, este es un llamado al civil y al militar que coexisten en una sola mente, a las fuerzas armadas cuyo mayor y único objetivo es velar por la seguridad de la patria, al mexicano consciente que está enfundado en el traje militar y que le tiene un amor a la patria digno de reconocerse, más comprometido con la nación podría asegurarse.
Este llamado es a reconocer y permitir la manifestación libre y pacífica del pueblo a identificar a sus familias con nosotros los inconformes, a los olvidados, a los hambrientos, los cansados, los asesinados, los exprimidos, los más, los que cada día vemos como muerden y desgarran a nuestro país con fauces aterradoras, cada vez crece más la cuenta de los necesitados, de los protegidos, en beneficio de los privilegiados. Además es notable el hecho que nos identifica y nos lleva a un plano de igualdad, debido principalmente a que tanto nuestras familias como las suyas viven un miedo interminable con el rumbo bélico que se le ha dado a la nación. Parecen olvidados aquellos días en que la muerte era una novedad y no una rutina, en que ustedes solo hacían aparición en desfiles y desastres naturales, pero no en las calles debido a problemas cuya raíz no es únicamente policial o delincuencial sino social, sino fundamental e institucional, educacional y cultural, son los flancos que están siendo atacados por la corrupción rapaz de nuestros gobernantes. No hay autoridad que detenga semejante degradación, quien no está inconforme está apático o asqueado con respecto a nuestra situación de descontento.
Es por eso que se les solicita intervenir en la verdadera democracia de la nación para llamar a nuevas elecciones basándonos en el artículo 39 constitucional, el cual defiende los derechos del pueblo mexicano marcando lo siguiente:
ARTICULO 39. LA SOBERANIA NACIONAL RESIDE ESENCIAL Y ORIGINARIAMENTE EN EL PUEBLO. TODO PODER PUBLICO DIMANA DEL PUEBLO Y SE INSTITUYE PARA BENEFICIO DE ESTE. EL PUEBLO TIENE EN TODO TIEMPO EL INALIENABLE DERECHO DE ALTERAR O MODIFICAR LA FORMA DE SU GOBIERNO.
Y amparándonos en lo anterior les solicitamos respalden la decisión de la mayoría aritmética que rechaza la imposición del candidato del Partido Revolucionario Institucional por haber sido una competencia desleal que el pueblo desaprueba y reclama legalidad debido a las innumerables inconsistencias desde el inicio de campañas y previo a la fecha. Solicitamos, para que no sea de manera irracional, llamen y organicen elección de segunda vuelta debido al descontento evidentemente manifestado, y admito que si hemos de caer en una falacia realicen un previo sondeo vía plebiscito en sus cuarteles donde la mayoría del pueblo manifieste legalmente su posición a favor o en contra de los resultados publicados en los medios, para que esta importante decisión sea respaldada legítimamente por la mayoría aritmética, y por lo tanto, real de quienes integramos el pueblo mexicano.
Esta es una solicitud de paz, y de ética, por lo que no debe ser tomada como un llamado a las armas, sino a la civilidad y a la legalidad que emana de nuestra Carta Magna.
Atención pueblo de México, este es un llamado al civil y al militar que coexisten en una sola mente, a las fuerzas armadas cuyo mayor y único objetivo es velar por la seguridad de la patria, al mexicano consciente que está enfundado en el traje militar y que le tiene un amor a la patria digno de reconocerse, más comprometido con la nación podría asegurarse.
Este llamado es a reconocer y permitir la manifestación libre y pacífica del pueblo a identificar a sus familias con nosotros los inconformes, a los olvidados, a los hambrientos, los cansados, los asesinados, los exprimidos, los más, los que cada día vemos como muerden y desgarran a nuestro país con fauces aterradoras, cada vez crece más la cuenta de los necesitados, de los protegidos, en beneficio de los privilegiados. Además es notable el hecho que nos identifica y nos lleva a un plano de igualdad, debido principalmente a que tanto nuestras familias como las suyas viven un miedo interminable con el rumbo bélico que se le ha dado a la nación. Parecen olvidados aquellos días en que la muerte era una novedad y no una rutina, en que ustedes solo hacían aparición en desfiles y desastres naturales, pero no en las calles debido a problemas cuya raíz no es únicamente policial o delincuencial sino social, sino fundamental e institucional, educacional y cultural, son los flancos que están siendo atacados por la corrupción rapaz de nuestros gobernantes. No hay autoridad que detenga semejante degradación, quien no está inconforme está apático o asqueado con respecto a nuestra situación de descontento.
Es por eso que se les solicita intervenir en la verdadera democracia de la nación para llamar a nuevas elecciones basándonos en el artículo 39 constitucional, el cual defiende los derechos del pueblo mexicano marcando lo siguiente:
ARTICULO 39. LA SOBERANIA NACIONAL RESIDE ESENCIAL Y ORIGINARIAMENTE EN EL PUEBLO. TODO PODER PUBLICO DIMANA DEL PUEBLO Y SE INSTITUYE PARA BENEFICIO DE ESTE. EL PUEBLO TIENE EN TODO TIEMPO EL INALIENABLE DERECHO DE ALTERAR O MODIFICAR LA FORMA DE SU GOBIERNO.
Y amparándonos en lo anterior les solicitamos respalden la decisión de la mayoría aritmética que rechaza la imposición del candidato del Partido Revolucionario Institucional por haber sido una competencia desleal que el pueblo desaprueba y reclama legalidad debido a las innumerables inconsistencias desde el inicio de campañas y previo a la fecha. Solicitamos, para que no sea de manera irracional, llamen y organicen elección de segunda vuelta debido al descontento evidentemente manifestado, y admito que si hemos de caer en una falacia realicen un previo sondeo vía plebiscito en sus cuarteles donde la mayoría del pueblo manifieste legalmente su posición a favor o en contra de los resultados publicados en los medios, para que esta importante decisión sea respaldada legítimamente por la mayoría aritmética, y por lo tanto, real de quienes integramos el pueblo mexicano.
Esta es una solicitud de paz, y de ética, por lo que no debe ser tomada como un llamado a las armas, sino a la civilidad y a la legalidad que emana de nuestra Carta Magna.
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