¿Dónde está la autoridad?
Calderón: cero tolerancia
Carlos Fernández-Vega / México SA
Qué bueno que la autoridad investigue a fondo la corrupción del gobierno mexicano, la siempre productiva industria nacional del lavado de dinero, las constantes dádivas a funcionarios a cambio de jugosos contratos privados, el tráfico de influencias para concretar enormes negocios particulares a costillas de la nación y, en fin, todo lo relacionado con ese cáncer que en México es parte de la cotidianeidad. Prácticamente donde se apriete brota el pus, y todos los días se descubren y denuncian este tipo de casos. Lo malo es que las averiguaciones que se llevan a cabo no se realizan en el país, sino allende nuestras fronteras, especialmente en el vecino del norte.
Allí están los no pocos casos de corrupción en la Comisión Federal de Electricidad, el Instituto Mexicano del Seguro Social, Petróleos Mexicanos, el sistema financiero que opera en el país, las cadenas nacionales y trasnacionales de supermercados, y lo que se quede en el tintero, que no es poco. Es ya tradición que los más sonados casos de corrupción en México se ventilen en tribunales foráneos, mientras aquí la autodenominada autoridad trabaja decididamente, pero con la intención de tapar los escándalos y seguir facilitando pingües negocios a particulares domésticos y extranjeros.
Entre lo más reciente está el escándalo de una trasnacional financiera: “una investigación sobre los mecanismos para prevenir lavado de dinero en el banco HSBC que realiza el Senado en Estados Unidos involucró las operaciones de ese banco en México. La investigación del Senado tiene que ver con las transacciones de HSBC –el mayor banco de Europa y uno de los cinco más importantes en México– en algunos lugares considerados focos rojos para el lavado de dinero, incluido México, así como la investigación sobre otras transacciones financieras indebidas… El reporte se dará a conocer el martes (mañana), cuando el subcomité permanente de investigaciones del Senado realizará una audiencia para examinar el sistema antilavado de dinero de HSBC. La investigación del Senado también se espera que examine los negocios de HSBC en México, país afectado por el narcotráfico que mueve dinero a través del sistema bancario de Estados Unidos. Una buena parte de ese dinero se transfiere a través de casas de cambio mexicanas… Las transacciones estaban ligadas a ganancias lavadas del narcotráfico” (La Jornada, Reuters).
Otro caso recién destapado, aunque ese tipo de prácticas es recurrente, es el siguiente: “funcionarios del IMSS recibieron durante siete años al menos 317 mil dólares en ‘dulces’ sobornos de Promeca SA de CV, empresa dedicada al suministro de productos médicos en México. Los sobornos, llamados entre los ejecutivos de la empresa ‘chocolates’, generaron a la subsidiaria de la trasnacional Orthofix International ganancias brutas por 8.7 millones de dólares en contratos con el IMSS, según la denuncia de la Securities and Exchange Commission (SEC), organismo que regula las prácticas empresariales en Estados Unidos. Repetidamente pagó sobornos a funcionarios mexicanos con el objetivo de obtener y retener contratos del IMSS… Los sobornos, que se sofisticaron con el paso de los años, incluían no sólo pagos ilegales en efectivo, sino también viajes, paquetes vacacionales, computadoras y televisiones. Por estas prácticas, la Corte del Distrito del Este de Texas fincó una multa a la trasnacional por 2 millones 220 mil dólares, según el acuerdo que tomaron altos ejecutivos de Orthofix International con autoridades judiciales de Estados Unidos” (Reporte Indigo).
En este mismo contexto, en enero pasado el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría, afirmó que las prácticas de colusión persisten entre proveedores del Instituto Mexicano del Seguro Social, las cuales, si se evitaran, generarían ahorros a la institución hasta de 36 por ciento en la compra de medicamentos, la mayoría de ellos fabricados por laboratorios trasnacionales. Altísimos costos y graves casos de corrupción, para que al final de cuentas las farmacias de la institución permanezcan vacías y los derechohabientes se vean obligados a adquirir sus medicinas en farmacias privadas. En corrupción, México ocupa el escalón número 34, de 34 posibles, en la OCDE.
Recurrentes son los casos de corrupción en la Comisión Federal de Electricidad, y la mayoría de ellos se destapan en tribunales estadunidenses, toda vez que en el grueso de ellos aparecen involucradas trasnacionales de aquel país que pagan dádivas a los funcionarios de la paraestatal a cambio de jugosos contratos. Néstor Moreno Díaz, el ex director de Operaciones de la CFE, es apenas un ejemplo de la práctica cotidiana en dicha entidad pública, la cual le cuesta millones y millones de pesos a los mexicanos, quienes se enteraron de las tropelías de Moreno Díaz por los tribunales del vecino del norte, mientras la autoridad mexicana dejó pasar y hacer. Nada ha hecho la directiva de la paraestatal para erradicar esas prácticas pero sí es rápida como saeta para promover cárcel para 6 mil 500 deudores de a pie en el estado de Veracruz (jornadaveracruz.com.mx/ Noticia.aspx?ID=120715_123026_246).
En esta feria de corrupción galopante e inacción del gobierno mexicano, cómo olvidar el caso Wal-Mart, denunciado el pasado abril por The New York Times: esta trasnacional, por medio de su subsidiaria en México, “pagó sobornos hasta por 24 millones de dólares para ganar el dominio en el mercado mexicano. La investigación identificó a Eduardo Castro-Wright, entonces director de la empresa en México, como fuerza motora detrás de los años de sobornos, aunque apuntó que hubo cohechos ocasionales antes de su llegada a la compañía en 2002… La firma usó los sobornos para facilitar cambios de zonas en los mapas, hicieron desvanecer objeciones ambientalistas, permisos que típicamente toman meses para su proceso, mágicamente se materializaron en días. Las prácticas de cohecho estimuladas por Castro-Wright eran parte de una estrategia expansiva de negocios, para construir cientos de nuevas tiendas tan rápido, que sus competidores no tuvieran tiempo de reaccionar”. Y allí los casos de Monex y Soriana, más los que se acumulen en la semana.
Y lo mejor del caso es que nunca pasa nada, que para eso está la autoridad mexicana.
Las rebanadas del pastel
Para la colección: cero tolerancia, y un hasta aquí del gobierno a la corrupción, el soborno, la extorsión, las trampas, el influyentismo o el compadrazgo gubernamental y el despilfarro de recursos públicos (Felipe Calderón, 9 de diciembre, 2008).
Calderón: cero tolerancia
Carlos Fernández-Vega / México SA
Qué bueno que la autoridad investigue a fondo la corrupción del gobierno mexicano, la siempre productiva industria nacional del lavado de dinero, las constantes dádivas a funcionarios a cambio de jugosos contratos privados, el tráfico de influencias para concretar enormes negocios particulares a costillas de la nación y, en fin, todo lo relacionado con ese cáncer que en México es parte de la cotidianeidad. Prácticamente donde se apriete brota el pus, y todos los días se descubren y denuncian este tipo de casos. Lo malo es que las averiguaciones que se llevan a cabo no se realizan en el país, sino allende nuestras fronteras, especialmente en el vecino del norte.
Allí están los no pocos casos de corrupción en la Comisión Federal de Electricidad, el Instituto Mexicano del Seguro Social, Petróleos Mexicanos, el sistema financiero que opera en el país, las cadenas nacionales y trasnacionales de supermercados, y lo que se quede en el tintero, que no es poco. Es ya tradición que los más sonados casos de corrupción en México se ventilen en tribunales foráneos, mientras aquí la autodenominada autoridad trabaja decididamente, pero con la intención de tapar los escándalos y seguir facilitando pingües negocios a particulares domésticos y extranjeros.
Entre lo más reciente está el escándalo de una trasnacional financiera: “una investigación sobre los mecanismos para prevenir lavado de dinero en el banco HSBC que realiza el Senado en Estados Unidos involucró las operaciones de ese banco en México. La investigación del Senado tiene que ver con las transacciones de HSBC –el mayor banco de Europa y uno de los cinco más importantes en México– en algunos lugares considerados focos rojos para el lavado de dinero, incluido México, así como la investigación sobre otras transacciones financieras indebidas… El reporte se dará a conocer el martes (mañana), cuando el subcomité permanente de investigaciones del Senado realizará una audiencia para examinar el sistema antilavado de dinero de HSBC. La investigación del Senado también se espera que examine los negocios de HSBC en México, país afectado por el narcotráfico que mueve dinero a través del sistema bancario de Estados Unidos. Una buena parte de ese dinero se transfiere a través de casas de cambio mexicanas… Las transacciones estaban ligadas a ganancias lavadas del narcotráfico” (La Jornada, Reuters).
Otro caso recién destapado, aunque ese tipo de prácticas es recurrente, es el siguiente: “funcionarios del IMSS recibieron durante siete años al menos 317 mil dólares en ‘dulces’ sobornos de Promeca SA de CV, empresa dedicada al suministro de productos médicos en México. Los sobornos, llamados entre los ejecutivos de la empresa ‘chocolates’, generaron a la subsidiaria de la trasnacional Orthofix International ganancias brutas por 8.7 millones de dólares en contratos con el IMSS, según la denuncia de la Securities and Exchange Commission (SEC), organismo que regula las prácticas empresariales en Estados Unidos. Repetidamente pagó sobornos a funcionarios mexicanos con el objetivo de obtener y retener contratos del IMSS… Los sobornos, que se sofisticaron con el paso de los años, incluían no sólo pagos ilegales en efectivo, sino también viajes, paquetes vacacionales, computadoras y televisiones. Por estas prácticas, la Corte del Distrito del Este de Texas fincó una multa a la trasnacional por 2 millones 220 mil dólares, según el acuerdo que tomaron altos ejecutivos de Orthofix International con autoridades judiciales de Estados Unidos” (Reporte Indigo).
En este mismo contexto, en enero pasado el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría, afirmó que las prácticas de colusión persisten entre proveedores del Instituto Mexicano del Seguro Social, las cuales, si se evitaran, generarían ahorros a la institución hasta de 36 por ciento en la compra de medicamentos, la mayoría de ellos fabricados por laboratorios trasnacionales. Altísimos costos y graves casos de corrupción, para que al final de cuentas las farmacias de la institución permanezcan vacías y los derechohabientes se vean obligados a adquirir sus medicinas en farmacias privadas. En corrupción, México ocupa el escalón número 34, de 34 posibles, en la OCDE.
Recurrentes son los casos de corrupción en la Comisión Federal de Electricidad, y la mayoría de ellos se destapan en tribunales estadunidenses, toda vez que en el grueso de ellos aparecen involucradas trasnacionales de aquel país que pagan dádivas a los funcionarios de la paraestatal a cambio de jugosos contratos. Néstor Moreno Díaz, el ex director de Operaciones de la CFE, es apenas un ejemplo de la práctica cotidiana en dicha entidad pública, la cual le cuesta millones y millones de pesos a los mexicanos, quienes se enteraron de las tropelías de Moreno Díaz por los tribunales del vecino del norte, mientras la autoridad mexicana dejó pasar y hacer. Nada ha hecho la directiva de la paraestatal para erradicar esas prácticas pero sí es rápida como saeta para promover cárcel para 6 mil 500 deudores de a pie en el estado de Veracruz (jornadaveracruz.com.mx/ Noticia.aspx?ID=120715_123026_246).
En esta feria de corrupción galopante e inacción del gobierno mexicano, cómo olvidar el caso Wal-Mart, denunciado el pasado abril por The New York Times: esta trasnacional, por medio de su subsidiaria en México, “pagó sobornos hasta por 24 millones de dólares para ganar el dominio en el mercado mexicano. La investigación identificó a Eduardo Castro-Wright, entonces director de la empresa en México, como fuerza motora detrás de los años de sobornos, aunque apuntó que hubo cohechos ocasionales antes de su llegada a la compañía en 2002… La firma usó los sobornos para facilitar cambios de zonas en los mapas, hicieron desvanecer objeciones ambientalistas, permisos que típicamente toman meses para su proceso, mágicamente se materializaron en días. Las prácticas de cohecho estimuladas por Castro-Wright eran parte de una estrategia expansiva de negocios, para construir cientos de nuevas tiendas tan rápido, que sus competidores no tuvieran tiempo de reaccionar”. Y allí los casos de Monex y Soriana, más los que se acumulen en la semana.
Y lo mejor del caso es que nunca pasa nada, que para eso está la autoridad mexicana.
Las rebanadas del pastel
Para la colección: cero tolerancia, y un hasta aquí del gobierno a la corrupción, el soborno, la extorsión, las trampas, el influyentismo o el compadrazgo gubernamental y el despilfarro de recursos públicos (Felipe Calderón, 9 de diciembre, 2008).
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