¿Quién es Juan Armando Hinojosa Cantú? ¿Cuál es su relación con el gobierno de Enrique Peña? ¿Por qué se le vincula con Jorge Hank? ¿Cómo puede alguien ganar 20 mil millones de pesos en una entidad como el Estado de México? ¿Qué hace este empresario en Perú?
Miguel Alvarado
El empresario priista Jorge Hank Rhon, detenido la segunda semana de junio del 2011, representa una de la vertientes más corruptas de aquel partido, que benefició a esa y otras familias por décadas y la colocó por encima de ley y sociedad. El intento de la Federación, de administración panista, por encarcelarlo pasa por el momento electoral del Estado de México y por los próximos comicios rumbo a la presidencia, donde en apariencia el más aventajado es el gobernador Enrique Peña Nieto.
Las formas y legalidades de la detención han sido cuestionadas pero el objetivo de la administración calderonista no es, ni siquiera, arraigar al hijo del profesor Hank González. Basta que el mensaje sea entendido por los mexiquenses involucrados en el negocio del poder, con quienes los Hank han tenido relaciones comerciales y políticas.
Para el líder perredista estatal, Luis Sánchez, hay “una vinculación muy estrecha entre el gobierno del Estado de México, el priismo mexiquense y Jorge Hank Rhon y toda la familia Hank Rohn en general”. Si el acopio de armas no es suficiente, la Procuraduría de Baja California Norte dice investigar ahora el asesinato de la novia de uno de los hijos del propio Jorge y que presuntamente cometió el propio Hank Rhon.
Históricamente, han sido beneficiados con licitaciones y contratos que los gobiernos del Estado de México aparentemente ponen al mejor postor. Pero a la par de aquellos empresarios, otros han ganado terreno y afectos con los Ejecutivos en turno. Tal es el caso de Juan Armando Hinojosa Cantú, un hombre que misteriosa pero también inexplicablemente ha hecho fortuna a la sombra de las administraciones de Arturo Montiel y Enrique Peña.
De Juan se sabe poco. Que en el año 2000 ya hacía aportaciones económicas para apoyar al PRI, como la registrada el 13 de julio de aquel año, cuando se apuntó con 406 mil 940 pesos para apoyar campañas según un documento del IFE que recababa folios de recibos de aportaciones de simpatizantes y que se encuentra en http://www.ife.org.mx/documentos/PPP/ppp/materiales/aportaciones/pri-simp-esp.pdf; que buscó, lo mismo que Carlos Slim, construir el Parque Bicentenario de Metepec-Sedagro; que le gusta el golf y a veces juega en el Bosque Real Country Club o en el Club de Golf San Carlos, con quien comparte birdies con Heberto Barrera Velázquez, Pedro Chuayffet Chemor, Juan José Guerra Abud, Franklin Libien Kaui, Héctor Mena Abascal, Fausto Muciño Durán, Isidro Muñoz Rivera, Octavio Olivares Plata, José Antonio Yamín Sesín y David López Gutiérrez; que obtuvo una concesión en Michoacán para construir la carretera Zamora-La Piedad; que una de sus empresas estelares se llama Teya; que fue “descubierto” por Arturo Montiel Rojas, quien lo integró a un exclusivo grupo de constructores, el “Consorcio Integrador del Ramo de la Construcción”, donde había 49 empresarios y que se le atribuye una cercanía más que especial con Peña Nieto pues es su compadre. Hasta el 2009 el empresario era también presidente del Patronato del Instituto Materno Infantil del Estado de México (IMIEM), junto con otros empresarios locales como Carlos y José Antonio Monroy Carrillo, de Pastas Alimenticias “La Moderna”; Octavio Barragán y Gustavo Lara Alcántara, presidente de Fundación Bancomer. Tiene, como todo personaje adinerado, su leyenda negra, como aquella que cuenta que para cerrar un trato para la construcción del Centro Médico ISSEMyM, habría regalado al actual mandatario un departamento en Las Brisas, Acapulco. La clínica estaba originalmente tasada en 193 millones de pesos, pero terminó en 255 millones de pesos. Antes de las elecciones del 2005 era lo único que se sabía del constructor pero apenas llegado al poder Peña Nieto, Juan Armando abandonó los términos medios.
En el terreno de las relaciones sociales Hinojosa tampoco se queda atrás. Pero quien más ruido hizo fue su hijo, Juan Armando Hinojosa García quien se divorció recientemente de la hija del ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera. El joven había casado el 16 de noviembre del 2007 y el propio Peña Nieto acudió a la boda en calidad de testigo. La entonces esposa, Rosa Herrera Borunda y el hijo de Hinojosa vivirían en “un impresionante departamento en Loma de Santa Fe”, escribió un reportero de sociales, Alberto Tavira.
“Pantallas planas del tamaño de una pared que aparecen al tocar un botón, persianas eléctricas que se activan con un toque, vestidores de varios metros de largo” era lo que había en aquella casa, propiedad de Fidel Herrera. El suceso valió incluso alguna página en las ediciones de la revista rosa Quién.
Ahora las miradas voltean hacia Hinojosa, pues una nota publicada en la columna de Salvador García Soto, decía que “la PGR integra nuevas acusaciones contra Hank Rhon y en esas indagatorias saldrán a relucir nombres de prominentes políticos del PRI. Uno de los datos que se investigan tiene que ver con las bitácoras del avión de lujo, propiedad del dueño de Grupo Caliente, que realizaba frecuentes viajes a Estados Unidos con políticos y empresarios de primer nivel. Se trata de un Gulfstream 300, más grande y lujoso de los jets privados, con capacidad para 14 personas a bordo, dormitorios y utilizado por los altos ejecutivos del mundo para realizar viajes incluso transatlánticos. En esas bitácoras, proporcionadas por el gobierno de Estados Unidos, aparecen los nombres de varias figuras políticas del PRI que utilizaron el avión en los últimos meses. La aeronave era objeto de un seguimiento especial de la DEA porque cada vez que se avisaba desde el aeropuerto de Toluca, desde donde partía, que iba a aterrizar en territorio estadounidense, se activaba un operativo especial para detectar si viajaba Jorge Hank Rhon, a quien le fue negado el ingreso a EU… gobernadores y sus familias, diputados y senadores, empresarios y líderes de partido estarían en la lista de los favorecidos con el uso del avión de Hank. Pero hay otros datos que tienen en el gobierno sobre esa aeronave. Hasta el jueves pasado, día en que fue movido sospechosamente, el Gulfstream 300 propiedad de Hank estuvo estacionado en el hangar 62 del aeropuerto de Toluca, en la base de operaciones de la empresa Eolo FBO, propiedad de un empresario muy cercano a Enrique Peña Nieto, desde donde salía y aterrizaba con frecuencia. A partir del jueves el avión fue movido a otro lugar, pero ya es rastreado por la PGR”.
El empresario cercano a Peña Nieto que se menciona en la publicación es, precisamente, Juan Armando Hinojosa, a quien la revista de aviación América Vuela lo ubica como uno de los directivos de Eolo FBO y reseña incluso algunas de sus actividades como sucede en el número 136 de noviembre en el 2010, disponible en http://www.vuela.com.mx/vuela136.pdf.
Eolo se dedica a la renta de todo tipo de naves aéreas pero también funciona como “pensión” para quienes no tienen dónde resguardar sus aparatos. Les da mantenimiento y coordina viajes en aerotaxis. La dirección que hace pública es el hangar 62 en la Calle Siete, en el aeropuerto de Toluca. Allí apareció Hinojosa hijo, junto con Carlos Garza, directivo, cuando en el hangar se inauguraron oficinas de la empresa Avtrak.
La empresa Eolo mantiene bajo perfil y sus clientes son empresarios y políticos de todas partes. Sólo una vez se ha registrado un accidente con un helicóptero, cuando el 27 de enero del 2011, uno se desplomó en el aeropuerto de la ciudad de México. Tenía la matrícula XA-KLA y al momento de tomar tierra el motor quedó sin combustible. Los tripulantes salieron más o menos ilesos.
De Eolo se sabe aún menos que de los Hinojosa, pero un trato con el gobierno de Veracruz ejemplifica que las relaciones con el poder siempre son de gran auxilio. Así, en el 2007, la administración de Herrera firmaba el contrato DGA/ 032/ 07 por “servicio de pernoctas, tránsito, operaciones de base fija y mantenimiento de línea (prevuelos, post-vuelos, reparaciones de discrepancias y/o atención de reportes de vuelo) para las aeronaves propiedad del gobierno del estado de Veracruz, en el Aeropuerto Internacional de Toluca”. El monto máximo pagado fue de 600 mil pesos por 110 días de servicio.
El ejemplo de Hank es la advertencia que pesa sobre los funcionarios priistas en el Estado de México. Todo lo que esté relacionado con aquel, incluso comercialmente, ha entendido la importancia de guardar compostura. Peña Nieto y el equipo que lo patrocina sabe que no es a Jorge a quien se quiere ver hundido y como le pasó al tío, Arturo Montiel hace seis años, a Enrique podría pasarle igual. O tal vez peor. Así, mientras Hank resuelve sus líos con la justicia, injustos o no, Juan Armando Hinojosa es el siguiente eslabón en la cadena que termina en tierras mexiquenses. El empresario es socio de Grupo Hermes, de los Hank y se le calcula un beneficio en contratos por 20 mil millones de pesos con Peña Nieto. El empresario es un invitado asiduo en los viajes internacionales que hacen delegaciones estatales al extranjero en la búsqueda de inversión y figura incluso en listas oficiales de la actual administración.
La conexión peruana
El aspirante perredista a la gubernatura del Edomex, Alejandro Encinas, dejó entrever que podría “auditar, fincar responsabilidades y anular los contratos de construcción de dos hospitales que presentan un presunto sobreprecio”, en caso de ganar las elecciones.
El equipo de asesores de Andrés Manuel López Obrador alertó que la construcción de dos hospitales regionales está sobrepagada en Zumpango e Ixtapaluca, por los que se erogaron más de 8 mil millones de pesos cuando costaban mil. En Zumpango Hinojosa es el constructor y cobrará al gobierno 281 millones 530 mil pesos cada año durante un cuarto de siglo.
Hinojosa no sólo hace negocios en México. Ha vuelto la vista a Perú donde hasta abril del 2011 el Consorcio IGSA Medical del Perú, propiedad del mexiquense, consiguió la exclusividad para tratar a pacientes renales en 8 departamentos por 30 años, incluida Lima, Lambayeque, Ica, Cusco, Huánuco, Tacna, Ayacucho y San Martín. Este negocio, valorado en mil 200 millones de soles, moneda peruana, fue cerrado con Essalud, el instituto gubernamental encargado de la seguridad médica de aquel país. Pero también allá se ha cuestionado la ética del empresario mexiquense, pues la prensa ha revelado que Hinojosa es un donante “en las campañas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y cuya empresa fuera denunciada por duplicar los precios de un hospital regional en su país”. Otra arista extraña es que la jefa del Centro Nacional de Salud Renal, Ada Cabrera, quien se oponía a las condiciones que imponía la compañía mexicana, fue separada de su cargo estando de vacaciones. El Essalud había comprado recientemente equipos de diálisis por lo que el contrato aparentemente era innecesario.
Originalmente publicado el 15 de junio de 2011.
Miguel Alvarado
El empresario priista Jorge Hank Rhon, detenido la segunda semana de junio del 2011, representa una de la vertientes más corruptas de aquel partido, que benefició a esa y otras familias por décadas y la colocó por encima de ley y sociedad. El intento de la Federación, de administración panista, por encarcelarlo pasa por el momento electoral del Estado de México y por los próximos comicios rumbo a la presidencia, donde en apariencia el más aventajado es el gobernador Enrique Peña Nieto.
Las formas y legalidades de la detención han sido cuestionadas pero el objetivo de la administración calderonista no es, ni siquiera, arraigar al hijo del profesor Hank González. Basta que el mensaje sea entendido por los mexiquenses involucrados en el negocio del poder, con quienes los Hank han tenido relaciones comerciales y políticas.
Para el líder perredista estatal, Luis Sánchez, hay “una vinculación muy estrecha entre el gobierno del Estado de México, el priismo mexiquense y Jorge Hank Rhon y toda la familia Hank Rohn en general”. Si el acopio de armas no es suficiente, la Procuraduría de Baja California Norte dice investigar ahora el asesinato de la novia de uno de los hijos del propio Jorge y que presuntamente cometió el propio Hank Rhon.
Históricamente, han sido beneficiados con licitaciones y contratos que los gobiernos del Estado de México aparentemente ponen al mejor postor. Pero a la par de aquellos empresarios, otros han ganado terreno y afectos con los Ejecutivos en turno. Tal es el caso de Juan Armando Hinojosa Cantú, un hombre que misteriosa pero también inexplicablemente ha hecho fortuna a la sombra de las administraciones de Arturo Montiel y Enrique Peña.
De Juan se sabe poco. Que en el año 2000 ya hacía aportaciones económicas para apoyar al PRI, como la registrada el 13 de julio de aquel año, cuando se apuntó con 406 mil 940 pesos para apoyar campañas según un documento del IFE que recababa folios de recibos de aportaciones de simpatizantes y que se encuentra en http://www.ife.org.mx/documentos/PPP/ppp/materiales/aportaciones/pri-simp-esp.pdf; que buscó, lo mismo que Carlos Slim, construir el Parque Bicentenario de Metepec-Sedagro; que le gusta el golf y a veces juega en el Bosque Real Country Club o en el Club de Golf San Carlos, con quien comparte birdies con Heberto Barrera Velázquez, Pedro Chuayffet Chemor, Juan José Guerra Abud, Franklin Libien Kaui, Héctor Mena Abascal, Fausto Muciño Durán, Isidro Muñoz Rivera, Octavio Olivares Plata, José Antonio Yamín Sesín y David López Gutiérrez; que obtuvo una concesión en Michoacán para construir la carretera Zamora-La Piedad; que una de sus empresas estelares se llama Teya; que fue “descubierto” por Arturo Montiel Rojas, quien lo integró a un exclusivo grupo de constructores, el “Consorcio Integrador del Ramo de la Construcción”, donde había 49 empresarios y que se le atribuye una cercanía más que especial con Peña Nieto pues es su compadre. Hasta el 2009 el empresario era también presidente del Patronato del Instituto Materno Infantil del Estado de México (IMIEM), junto con otros empresarios locales como Carlos y José Antonio Monroy Carrillo, de Pastas Alimenticias “La Moderna”; Octavio Barragán y Gustavo Lara Alcántara, presidente de Fundación Bancomer. Tiene, como todo personaje adinerado, su leyenda negra, como aquella que cuenta que para cerrar un trato para la construcción del Centro Médico ISSEMyM, habría regalado al actual mandatario un departamento en Las Brisas, Acapulco. La clínica estaba originalmente tasada en 193 millones de pesos, pero terminó en 255 millones de pesos. Antes de las elecciones del 2005 era lo único que se sabía del constructor pero apenas llegado al poder Peña Nieto, Juan Armando abandonó los términos medios.
En el terreno de las relaciones sociales Hinojosa tampoco se queda atrás. Pero quien más ruido hizo fue su hijo, Juan Armando Hinojosa García quien se divorció recientemente de la hija del ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera. El joven había casado el 16 de noviembre del 2007 y el propio Peña Nieto acudió a la boda en calidad de testigo. La entonces esposa, Rosa Herrera Borunda y el hijo de Hinojosa vivirían en “un impresionante departamento en Loma de Santa Fe”, escribió un reportero de sociales, Alberto Tavira.
“Pantallas planas del tamaño de una pared que aparecen al tocar un botón, persianas eléctricas que se activan con un toque, vestidores de varios metros de largo” era lo que había en aquella casa, propiedad de Fidel Herrera. El suceso valió incluso alguna página en las ediciones de la revista rosa Quién.
Ahora las miradas voltean hacia Hinojosa, pues una nota publicada en la columna de Salvador García Soto, decía que “la PGR integra nuevas acusaciones contra Hank Rhon y en esas indagatorias saldrán a relucir nombres de prominentes políticos del PRI. Uno de los datos que se investigan tiene que ver con las bitácoras del avión de lujo, propiedad del dueño de Grupo Caliente, que realizaba frecuentes viajes a Estados Unidos con políticos y empresarios de primer nivel. Se trata de un Gulfstream 300, más grande y lujoso de los jets privados, con capacidad para 14 personas a bordo, dormitorios y utilizado por los altos ejecutivos del mundo para realizar viajes incluso transatlánticos. En esas bitácoras, proporcionadas por el gobierno de Estados Unidos, aparecen los nombres de varias figuras políticas del PRI que utilizaron el avión en los últimos meses. La aeronave era objeto de un seguimiento especial de la DEA porque cada vez que se avisaba desde el aeropuerto de Toluca, desde donde partía, que iba a aterrizar en territorio estadounidense, se activaba un operativo especial para detectar si viajaba Jorge Hank Rhon, a quien le fue negado el ingreso a EU… gobernadores y sus familias, diputados y senadores, empresarios y líderes de partido estarían en la lista de los favorecidos con el uso del avión de Hank. Pero hay otros datos que tienen en el gobierno sobre esa aeronave. Hasta el jueves pasado, día en que fue movido sospechosamente, el Gulfstream 300 propiedad de Hank estuvo estacionado en el hangar 62 del aeropuerto de Toluca, en la base de operaciones de la empresa Eolo FBO, propiedad de un empresario muy cercano a Enrique Peña Nieto, desde donde salía y aterrizaba con frecuencia. A partir del jueves el avión fue movido a otro lugar, pero ya es rastreado por la PGR”.
El empresario cercano a Peña Nieto que se menciona en la publicación es, precisamente, Juan Armando Hinojosa, a quien la revista de aviación América Vuela lo ubica como uno de los directivos de Eolo FBO y reseña incluso algunas de sus actividades como sucede en el número 136 de noviembre en el 2010, disponible en http://www.vuela.com.mx/vuela136.pdf.
Eolo se dedica a la renta de todo tipo de naves aéreas pero también funciona como “pensión” para quienes no tienen dónde resguardar sus aparatos. Les da mantenimiento y coordina viajes en aerotaxis. La dirección que hace pública es el hangar 62 en la Calle Siete, en el aeropuerto de Toluca. Allí apareció Hinojosa hijo, junto con Carlos Garza, directivo, cuando en el hangar se inauguraron oficinas de la empresa Avtrak.
La empresa Eolo mantiene bajo perfil y sus clientes son empresarios y políticos de todas partes. Sólo una vez se ha registrado un accidente con un helicóptero, cuando el 27 de enero del 2011, uno se desplomó en el aeropuerto de la ciudad de México. Tenía la matrícula XA-KLA y al momento de tomar tierra el motor quedó sin combustible. Los tripulantes salieron más o menos ilesos.
De Eolo se sabe aún menos que de los Hinojosa, pero un trato con el gobierno de Veracruz ejemplifica que las relaciones con el poder siempre son de gran auxilio. Así, en el 2007, la administración de Herrera firmaba el contrato DGA/ 032/ 07 por “servicio de pernoctas, tránsito, operaciones de base fija y mantenimiento de línea (prevuelos, post-vuelos, reparaciones de discrepancias y/o atención de reportes de vuelo) para las aeronaves propiedad del gobierno del estado de Veracruz, en el Aeropuerto Internacional de Toluca”. El monto máximo pagado fue de 600 mil pesos por 110 días de servicio.
El ejemplo de Hank es la advertencia que pesa sobre los funcionarios priistas en el Estado de México. Todo lo que esté relacionado con aquel, incluso comercialmente, ha entendido la importancia de guardar compostura. Peña Nieto y el equipo que lo patrocina sabe que no es a Jorge a quien se quiere ver hundido y como le pasó al tío, Arturo Montiel hace seis años, a Enrique podría pasarle igual. O tal vez peor. Así, mientras Hank resuelve sus líos con la justicia, injustos o no, Juan Armando Hinojosa es el siguiente eslabón en la cadena que termina en tierras mexiquenses. El empresario es socio de Grupo Hermes, de los Hank y se le calcula un beneficio en contratos por 20 mil millones de pesos con Peña Nieto. El empresario es un invitado asiduo en los viajes internacionales que hacen delegaciones estatales al extranjero en la búsqueda de inversión y figura incluso en listas oficiales de la actual administración.
La conexión peruana
El aspirante perredista a la gubernatura del Edomex, Alejandro Encinas, dejó entrever que podría “auditar, fincar responsabilidades y anular los contratos de construcción de dos hospitales que presentan un presunto sobreprecio”, en caso de ganar las elecciones.
El equipo de asesores de Andrés Manuel López Obrador alertó que la construcción de dos hospitales regionales está sobrepagada en Zumpango e Ixtapaluca, por los que se erogaron más de 8 mil millones de pesos cuando costaban mil. En Zumpango Hinojosa es el constructor y cobrará al gobierno 281 millones 530 mil pesos cada año durante un cuarto de siglo.
Hinojosa no sólo hace negocios en México. Ha vuelto la vista a Perú donde hasta abril del 2011 el Consorcio IGSA Medical del Perú, propiedad del mexiquense, consiguió la exclusividad para tratar a pacientes renales en 8 departamentos por 30 años, incluida Lima, Lambayeque, Ica, Cusco, Huánuco, Tacna, Ayacucho y San Martín. Este negocio, valorado en mil 200 millones de soles, moneda peruana, fue cerrado con Essalud, el instituto gubernamental encargado de la seguridad médica de aquel país. Pero también allá se ha cuestionado la ética del empresario mexiquense, pues la prensa ha revelado que Hinojosa es un donante “en las campañas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y cuya empresa fuera denunciada por duplicar los precios de un hospital regional en su país”. Otra arista extraña es que la jefa del Centro Nacional de Salud Renal, Ada Cabrera, quien se oponía a las condiciones que imponía la compañía mexicana, fue separada de su cargo estando de vacaciones. El Essalud había comprado recientemente equipos de diálisis por lo que el contrato aparentemente era innecesario.
Originalmente publicado el 15 de junio de 2011.
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