Apro
Incitados por una presunta vidente, maestros y fanáticos religiosos de la comunidad de la Nueva Jerusalén empezaron a derrumbar con marros, picos y palas dos escuelas –de educación preescolar y básica–, que amenaza con desatar un nuevo conflicto en esta entidad.
Representantes de la mesa directiva y jóvenes de la comunidad advirtieron a las autoridades que, de no enviar a la policía estatal, intentarían detener la situación por la fuerza, por lo que no descartaron un enfrentamiento “con graves consecuencias”.
Los miembros de la Nueva Jerusalén consideran que “las escuelas son del diablo” y se oponen a la educación laica. Desde agosto pasado, Martín de Tour miembro de la comunidad religiosa y sus seguidores tomaron las instalaciones de ambas escuelas.
El pasado martes 3, elementos de la Procuraduría General de Justicia del estado llegaron al plantel para liberarlo, en represalia, los adoradores de la Virgen del Rosario empezaron a derrumbar la escuela la madrugada de este viernes, azuzados por una vidente llamada Catalina, hija del anterior vidente Agapito, ya fallecido, quien era muy conocido en el poblado.
Oscar Montero Arreola, vocero de los representantes de la mesa directiva dijo que los inconformes destruyeron gran parte de los planteles escolares y que se llevaron computadoras y destruyeron mobiliario.
“Los planteles daban atención a un promedio de 50 niños de preescolar y 20 de primaria, en tanto que se mantiene la tensión en esta comunidad y exigen la intervención de las autoridades estatales, cuyo llamado no ha sido respondido”, dijo Montero Arreola.
El obispo Santiago Mayor, miembro disidente de Nueva Jerusalén dijo que él y algunos de sus seguidores intentaron comunicarse desde temprano con Santiago Tapia, encargado de asuntos religiosos en la subsecretaría de Gobernación de Michoacán para alertarlo de la situación pero no han tenido respuesta.
Los seguidores de Santiago Mayor, se disputan el control de la Nueva Jerusalén desde la muerte de Nabor Cárdenas Mejorada, el 21 de febrero del 2008; conocido como Papa Nabor, quien fundó la comunidad religiosa en las áridas tierras de este municipio en 1973.
“Papa Nabor”, era un sacerdote de Arteaga, excomulgado y expulsado de la Iglesia Católica, quien se ostentaba como Papa de los adoradores de la Virgen del Rosario. La comunidad es considerada un “estado dentro del estado”.
La bebida, el noviazgo, la diversión, está prohibida en la comuna, así como votar por otro partido que no sea del PRI, y tienen que rezar alrededor de 50 rosarios diarios.
Por las calles del pueblo se observa a sus mujeres ataviadas con vestidos largos únicamente de colores azul, rosa y blanco; la tensión se siente a flor de piel por el férreo control de las autoridades hacia los lugareños.
Desde sus orígenes, la Nueva Jerusalén prohibió la instalación de centros escolares; sin embargo, después de su muerte, el grupo disidente, seguidor del obispo Santiago Mayor gestionó ante las autoridades de Gobernación federal y estatal la habilitación de inmuebles para que se impartan clases en los niveles preescolar y primaria y logró las claves que otorga la SEP.
Los manifestantes han advertido que un episodio violento podría desencadenarse en los próximos días si las autoridades estatales no toman cartas en el asunto.
El punto de desencuentro en esta comunidad está en los niveles de fe. Por un lado, el fanatismo exacerbado que invade la esfera pública y privada; por otro, creyentes moderados que reconocen, para las cosas terrenas, la regulación del Estado.
Incitados por una presunta vidente, maestros y fanáticos religiosos de la comunidad de la Nueva Jerusalén empezaron a derrumbar con marros, picos y palas dos escuelas –de educación preescolar y básica–, que amenaza con desatar un nuevo conflicto en esta entidad.
Representantes de la mesa directiva y jóvenes de la comunidad advirtieron a las autoridades que, de no enviar a la policía estatal, intentarían detener la situación por la fuerza, por lo que no descartaron un enfrentamiento “con graves consecuencias”.
Los miembros de la Nueva Jerusalén consideran que “las escuelas son del diablo” y se oponen a la educación laica. Desde agosto pasado, Martín de Tour miembro de la comunidad religiosa y sus seguidores tomaron las instalaciones de ambas escuelas.
El pasado martes 3, elementos de la Procuraduría General de Justicia del estado llegaron al plantel para liberarlo, en represalia, los adoradores de la Virgen del Rosario empezaron a derrumbar la escuela la madrugada de este viernes, azuzados por una vidente llamada Catalina, hija del anterior vidente Agapito, ya fallecido, quien era muy conocido en el poblado.
Oscar Montero Arreola, vocero de los representantes de la mesa directiva dijo que los inconformes destruyeron gran parte de los planteles escolares y que se llevaron computadoras y destruyeron mobiliario.
“Los planteles daban atención a un promedio de 50 niños de preescolar y 20 de primaria, en tanto que se mantiene la tensión en esta comunidad y exigen la intervención de las autoridades estatales, cuyo llamado no ha sido respondido”, dijo Montero Arreola.
El obispo Santiago Mayor, miembro disidente de Nueva Jerusalén dijo que él y algunos de sus seguidores intentaron comunicarse desde temprano con Santiago Tapia, encargado de asuntos religiosos en la subsecretaría de Gobernación de Michoacán para alertarlo de la situación pero no han tenido respuesta.
Los seguidores de Santiago Mayor, se disputan el control de la Nueva Jerusalén desde la muerte de Nabor Cárdenas Mejorada, el 21 de febrero del 2008; conocido como Papa Nabor, quien fundó la comunidad religiosa en las áridas tierras de este municipio en 1973.
“Papa Nabor”, era un sacerdote de Arteaga, excomulgado y expulsado de la Iglesia Católica, quien se ostentaba como Papa de los adoradores de la Virgen del Rosario. La comunidad es considerada un “estado dentro del estado”.
La bebida, el noviazgo, la diversión, está prohibida en la comuna, así como votar por otro partido que no sea del PRI, y tienen que rezar alrededor de 50 rosarios diarios.
Por las calles del pueblo se observa a sus mujeres ataviadas con vestidos largos únicamente de colores azul, rosa y blanco; la tensión se siente a flor de piel por el férreo control de las autoridades hacia los lugareños.
Desde sus orígenes, la Nueva Jerusalén prohibió la instalación de centros escolares; sin embargo, después de su muerte, el grupo disidente, seguidor del obispo Santiago Mayor gestionó ante las autoridades de Gobernación federal y estatal la habilitación de inmuebles para que se impartan clases en los niveles preescolar y primaria y logró las claves que otorga la SEP.
Los manifestantes han advertido que un episodio violento podría desencadenarse en los próximos días si las autoridades estatales no toman cartas en el asunto.
El punto de desencuentro en esta comunidad está en los niveles de fe. Por un lado, el fanatismo exacerbado que invade la esfera pública y privada; por otro, creyentes moderados que reconocen, para las cosas terrenas, la regulación del Estado.
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