Anuncio nupcial

Noviazgo electoral
Consumación legislativa
AMLO, camino largo

Julio Hernández López / Astillero


RECUENTO DE VOTOS. El presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, afirmó que las cifras favorecen a su partidoFoto Roberto García Ortiz
L
a alianza entre Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto quedó políticamente confirmada ayer mientras el Instituto Federal Electoral (IFE) ratificaba que, por encima de las evidencias reales de fraude, sobre todo con el escándalo de las tarjetas de compra de votos, la numerología arreglada habrá de sostenerse para imponer a Peña Nieto como nuevo ocupante (otro precarista) de Los Pinos.

El producto utilitario conocido como Josefina Vázquez Mota fue lanzado al ruedo mediático para proponer al hombre de los supuestos triunfos por prepago que las dos fuerzas hermanadas, PAN y PRI, lleven adelante las reformas laboral y política en esta misma legislatura federal, diezmada y saliente, en un periodo extraordinario que sería la consumación de las adelantadas bodas del sexenio en puerta, cargando a la abnegada administración felipista el costo de las modificaciones estratégicas para que el flamante novio, que ha dado el sí, no manche su traje de estreno con tareas de plomería adjudicables todavía a este régimen finalmente desposado.

Calderón (aspirante a nuevo jefe Diego, que legitima de facto a cambio de negocios, impunidad y rebanadas del pastel político), por voz de la vaciada Josefina (desprovista, carente ya de contenido), hace de esa manera un reconocimiento político inequívoco de Peña Nieto como sucesor, alinea los intereses cupulares panistas con el neosalinismo reformista en segunda edición e intenta consolidarse como factor transexenal de gobernabilidad que podrá negociar los votos legislativos de blanco y azul para hacer mayoría en proyectos trascendentes (Pemex, mantenimiento de privilegios fiscales a grandes empresarios, regresión en materia laboral y remozamiento en materia política para aparentar cambios que no habrá más que en términos cosméticos).

Además, el contentísimo Calderón busca colocar en fuera de lugar político a AMLO que, mientras PAN y PRI celebran tales nupcias neoliberales en San Lázaro, habrá de mantenerse estacionado en el carril acotado de la impugnación jurídica ante el tribunal electoral de los resultados convalidados anoche por el IFE luego de un recuento de votos que no encontró huella del fraude electoral en la papelería y la aritmética porque esta vez no se realizó allí, sino antes y fuera, ruidosamente mediante la compra de votos a través de tarjetas plásticas con dinero depositado, pero no sólo de esa manera.

En el IFE se escenificaba anoche la mala comedia del apego ciego y sordo a ciertas letras de la ley para hacer como que no existe la realidad del fraude tarjetero. Ofertones de temporada: los solemnes consejeros electorales del departamento de carnisalchichonería garantizan precios fijos en el supermercado de los votos. Julio Regalado en Soriana: la pobreza y la ignorancia convertidas en sustento vergonzoso (del que dan cuenta varios medios internacionales) de un caminar hacia las urnas para depositar el voto comprado que a la hora del conteo y el recuento es el mismo, real, contante y sonante: véasele por un lado y, por el otro, revísese su autenticidad formal, el tipo de papel, los sellos de seguridad, la firma del representante de partido, y háganse todos los experimentos aritméticos que se quieran: siempre saldrán bien las cuentas.

Por ello salta al foro, retador, Pedro Joaquín Coldwell para anunciar que el PRI está de acuerdo en que se cuente y recuente el 100 por ciento de los sufragios. Un poco más y corea el clásico ¡Voto por voto, casilla por casilla! Los priístas estrenan audacias pero también insisten en fórmulas clásicas. Por ejemplo, a Eruviel Ávila ni siquiera le asoman pudorosas chapitas en las mejillas a la hora de intentar un control de daños al decir que las famosas tarjetas Soriana de compra de voluntades cívicas forman parte de un proyecto educativo (¿el Manual del Fraude Electoral: teoría y práctica?). De esa manera, el gobernador del estado de México trata de justificar el depósito de dinero público en las tarjetas de Soriana que en realidad fueron entregadas a la tropa de la defraudación electoral, cuyo único referente educativo estriba en que varios coordinadores son profesores gordillistas. La misma cúpula de tres colores se inspira en las frases famosas de Pedro Aspe, quien declaró décadas atrás que la pobreza de los mexicanos era un mito genial, o en los arreglos más recientes de Ernesto Cordero y sus seis mil pesos al mes para llevar vida acomodada: montaje mediático, representación teatral, dice la dirigencia del PRI respecto a las tarjetas mapachonas. Enojados por esa política ficción, los peñanietistas amenazan con acciones penales contra quienes tan feamente los calumnian. No hay derecho.

Los rectángulos plásticos del mercadeo de votos sirvieron de escenografía a la conferencia de prensa que López Obrador ofreció ayer en la tarde. A sabiendas de que el IFE estaba por dar a conocer sus cuentas consolidadas, en las que Peña Nieto aparecía ahora con casi 148 mil votos más que en el reporte de resultados preliminares del pasado domingo, se anunció que el Movimiento Progresista recurrirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para presentar una impugnación general, en busca de la anulación de los comicios. Camino largo y difícil, con hervores sociales sin tanta paciencia.

AMLO continúa solo, con la presencia protocolaria de los presidentes de los tres partidos que lo postularon, sin que aparezcan a su lado o hagan declaraciones de apoyo quienes fueron postulados para incorporarse a un hipotético gabinete presidencial. No he oído cantar tres veces al gallo, dijo irónico cuando le preguntaron por Grallo, perdón, Graco Ramírez, quien junto con los Chuchos busca afanosamente la manera de alinearse con Peña Nieto, lo que harán cuando se abra el periodo extraordinario de sesiones legislativas para aprobar las dos primeras reformas estratégicas de la nueva pareja presidencial, el jefe Lipe y EP(A)N.

Y, mientras Sanjuana Martínez recibe la solidaridad y afecto de quienes aprecian su trabajo periodístico y su calidad humana (entre ellos, el autor de estos teclazos), ¡hasta el próximo lunes!

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